domingo, julio 29, 2018

CÓMO RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO.

NEUMATOLOGÍA
LECCIÓN 17

 
© Pastor Iván Tapia Contardo 

Lectura bíblica: “1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, / 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; / 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. / 4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. / 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” (Hechos 1:1-5) 

Idea central: Circunstancias en que se puede recibir el Espíritu Santo. 

Objetivos: a) Conocer las distintas circunstancias en que se puede recibir el Espíritu Santo; b) Aprender a discernir espiritualmente toda manifestación del Espíritu; c) Tener temor de Dios y respeto hacia las manifestaciones del Espíritu Santo; d) Permitir que el Espíritu Santo se exprese y observar los resultados; e) No apagar ni contristar al Espíritu Santo; f) Imponer las manos los ministros para la recepción del Espíritu Santo; g) Estar abiertos a la acción imperceptible del Espíritu. 

Resumen: El Espíritu Santo fue prometido por Dios a todo creyente, bajo ciertas condiciones. El convertido a Jesucristo puede recibirlo por acción directa de Dios, por imposición de manos o en forma imperceptible.
 

¿E
stamos conscientes que tenemos el Espíritu Santo? ¿Tienen todos los seres humanos el Espíritu Santo? ¿Cómo podemos recibir el Espíritu Santo? ¿Qué es el Espíritu Santo? Estas son preguntas cruciales que todo creyente debe saber responder no porque lo ha aprendido de memoria en su catequesis, sino porque tiene la profunda convicción de su respuesta. 

Necesitamos todos los cristianos estar absolutamente conscientes de que habita en nosotros el Espíritu Santo, porque: 1) Lo recibimos el día que nos convertimos a Jesús; 2) Lo sentimos dentro de nosotros; 3) Se manifiesta en nuestras vidas. 

No todos los seres humanos tienen el Espíritu Santo, porque: 1) Tienen el espíritu de vida que Dios sopló en la raza Adánica, pero para tener el Espíritu Santo hay que nacer de nuevo; 2) Somos una raza caída en rebelión contra Dios y nos fue quitado el Espíritu, la fe en Cristo puede devolvernos la santidad de Su Espíritu. 

Podemos recibir el Espíritu Santo: 1) Arrepintiéndonos de nuestros pecados y pidiendo perdón a Dios; 2) Creyendo en Jesucristo y en Su sacrificio expiatorio, aceptándole como Salvador; 3) Entregándole toda la vida a Él como nuestro Señor; 4) Bautizándonos en agua, muriendo a nuestra antigua vida y viejo hombre; 5) Con fe en la promesa del Señor, “13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. / 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. / 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.” (San Juan 16:13-15) 

El Espíritu Santo es: 1) La Tercera Persona de la Trinidad, es decir Dios; 2) La promesa del Padre, “26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. / 27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” (Ezequiel 36:26,27); 3) El Consolador anunciado por Jesús, “7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.” (San Juan 16:7); 4) El Espíritu del Cristo explicado por San Pablo, “9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. / 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. / 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.” (Romanos 8:9-11) 

Pero hay una pregunta muy práctica que hoy queremos hacernos, y que la Biblia nos responde. 
 

¿En qué circunstancias se puede recibir el Espíritu Santo? 

  1. Cuando Dios lo derrama.
“44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. / 45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. / 46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. / 47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? / 48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.” (Hechos 10:44-48) 

Un ministro de Dios, sea pastor, profeta o evangelista, puede estar predicando y sin que induzca ningún evento sobrenatural, el Espíritu Santo puede manifestarse en la asamblea. Un testigo externo puede considerar tal manifestación un desorden, una locura o una expresión emocional, pero ese juicio no debe perturbarnos ni hacernos dudar de la expresión del Espíritu. El discernimiento espiritual nos confirmará o hará rechazar tal manifestación. 

La reacción del Apóstol frente al derramamiento del Espíritu Santo sobre los gentiles, fue de fe e inmediatamente se propuso bautizarlos en agua. Es decir que, en este caso, primero fueron bautizados por el Espíritu y luego por las aguas.  

¿Cuál será la actitud correcta de un cristiano frente a la manifestación del Espíritu Santo?

1)      Discernir espiritualmente esa manifestación. “8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; / 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. / 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” (1 Corintios 12:8-10); “1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Juan 4:1) 

2)      Tener temor de Dios y respetar la manifestación del Espíritu Santo. “28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; / 29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. / 30 Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.” (San Marcos 3:28-30) 

3)      Permitir que el Espíritu Santo se exprese y observar los resultados. “13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” (Gálatas 5:13); “15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. / 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” (San Mateo 7:15,16 

4)      No apagar ni contristar al Espíritu Santo que se quiere manifestar. “19 No apaguéis al Espíritu.” (1 Tesalonicenses 5:19) 

Es obvio que siempre es Dios quien derrama el Espíritu Santo, pero hay ocasiones como la que se describe en la casa del gentil Cornelio, en que no hay ninguna intervención humana y el Señor actúa ante la vista de Sus siervos. 
 

  1. Cuando un ministro hace imposición de manos.
“1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, / 2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. / 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. / 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. / 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. / 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. / 7 Eran por todos unos doce hombres.” (Hechos 19:1-7) 

“1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, / 2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. / 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. / 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. / 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. / 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. / 7 Eran por todos unos doce hombres.” (Hechos 19:1-7) 

El apóstol Pablo hizo una pregunta crucial a los hermanos de la Iglesia de Éfeso, una pregunta que podríamos hacernos hoy también nosotros: “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?” La respuesta de ellos fue que ni siquiera habían oído hablar acerca de un Espíritu Santo. Los cristianos actuales no podríamos dar una respuesta así ya que desde que se nos predica el Evangelio se nos habla del Dios Trino, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Además se nos enseña que el mismo Espíritu de Dios viene a habitar dentro del creyente, al recibir a Cristo como Señor y Salvador. De esto no tenemos dudas, todo tipo de cristianos. 

Pero nuestros hermanos de Éfeso dijeron que habían sido bautizados “en el bautismo de Juan”. Se referían a aquel acto al que llamaba el Bautista, el que era un acto de arrepentimiento de obras malas para disponerse a Dios. Acerca de su ministerio Juan Bautista decía: “11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” (San Mateo 3:11). Para el cristiano el bautismo tiene un significado diferente; es el paso de un reino a otro, del Reino de Tinieblas al Reino de Dios; es morir a la antigua vida, la del viejo hombre, para nacer a una nueva vida, la del hombre nuevo, es muerte y resurrección: “3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? / 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3,4) 

Al oír el significado cristiano del bautismo, los hermanos de Éfeso obedecieron y recibieron por la imposición de manos de San Pablo, el bautismo del Espíritu Santo. Entonces se manifestaron en ellos los carismas de las lenguas y la profecía, el hablar en idiomas conocidos y desconocidos, y el proclamar las maravillas de Dios. Aquí se puede comprobar que el Espíritu Santo es dado a los obedientes a Dios: “32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.” (Hechos 5:32) 

El Espíritu puede venir por la imposición de manos de un ministro de Dios, luego del bautismo en agua, para cumplimiento de los tres elementos de la Puerta del Reino: “38... Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38). Arrepentimiento, bautismo en agua y bautismo del Espíritu forman la entrada al Reino de Dios.
 

3.      Cuando Dios decide actuar en forma imperceptible.

31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; / 32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.” (San Mateo 13:31,32) 

La semilla de la mostaza es pequeñísima. Nadie pensaría que de esa semilla tan pequeña pudiese desarrollarse la más grande de todas las hortalizas, que casi parece árbol. Cuando crece se llena de pájaros y nidos de aves. Hay un misterio en su crecimiento como en muchos de los procesos de la vida, tanto natural como espiritual. Es similar a lo que nos sucede con los hijos: son tan pequeños e indefensos cuando nacen y pasados unos años ya son jóvenes fuertes e independientes. Todo desarrollo de vida es invisible a los ojos. 

Así también actúa el Espíritu Santo. No siempre podemos ver Su acción en las personas. Como dijo Jesús: “8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.” (San Juan 3:8) Uno puede recibir el bautismo del Espíritu Santo, aún cuando no sea consciente del mismo y el Espíritu comenzará a operar dentro de la persona en forma imperceptible. 

En muchas oportunidades, a causa de la vanidad y orgullo humanos, Dios decidirá actuar en forma imperceptible en un creyente. Éste no se dará cuenta que ha sido bautizado con el Espíritu Santo pero sus frutos demostrarán que Dios ha estado trabajando en su vida. 
 

CONCLUSIÓN.

Hay distintas circunstancias en que una persona o un grupo de personas pueden recibir el Espíritu Santo y Sus manifestaciones: 1) Cuando Dios lo derrama; 2) Cuando un ministro hace imposición de manos; o 3) Cuando Dios decide actuar en forma imperceptible. 

Estas circunstancias nos enseñan que: 1) Debemos discernir espiritualmente toda manifestación; 2) Debemos tener temor de Dios y respetar la manifestación del Espíritu Santo; 3) Debemos permitir que el Espíritu Santo se exprese y observar los resultados; 4) No debemos apagar ni contristar al Espíritu Santo que se quiere manifestar; 5) Los ministros deben imponer las manos después del bautismo en agua para la recepción del Bautismo del Espíritu Santo; 6) Debemos estar abiertos a la acción imperceptible del Espíritu.

 

 

PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

1)      ¿Cuál ha sido su experiencia con el Espíritu Santo?

2)      ¿Qué manifestaciones del Espíritu Santo ha visto usted en la Iglesia?

3)      ¿Espera usted un derramamiento especial del Espíritu Santo en estos tiempos y por qué?

4)      ¿Por qué es necesaria en la Iglesia, la imposición de manos por un ministro de Dios?

5)      ¿Cómo percibe que ha actuado Dios con esta iglesia?

6)      ¿Cómo debe actuar el don de discernimiento de espíritus en la Iglesia?

7)      ¿Cómo debe actuar la Iglesia cuando se dan manifestaciones espirituales desconocidas?

8)      ¿Ha sido testigo de manifestaciones espirituales falsas y cuál fue la reacción de la Iglesia?

9)      ¿Por qué no debemos ser apresurados en juzgar las manifestaciones espirituales?

10)  ¿Cuál fue su experiencia en la recepción del Bautismo del Espíritu Santo?

11)  ¿Cómo interpreta la acción imperceptible del Espíritu Santo actualmente en esta iglesia?

 

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.

·         Reina, Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.

·         MacArthur, John (2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 

·         (1979) “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.

·         (1960) “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/

·         “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.

·         “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/

·         Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php

·         Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd

·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/

·         Barclay, C. William (1970) “Comentario Al Nuevo Testamento” / The Saint Andrew Press (1991) Actualización  Edimburg, Escocia / (1995) Versión en español Editorial CLIE

·         Apuntes de clases de Neumatología del profesor Rvdo. David King, Seminario Teológico De La Gracia, Chile, noviembre de 2008.

 

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