domingo, mayo 30, 2021

LOS PECADORES SERÁN CAZADOS

 ISAÍAS, EL PROFETA MESIÁNICO

CAPÍTULO 24

(SEGUNDA PARTE)

LA HORA DE LA PRUEBA



© Pastor Iván Tapia


“17 Terror, foso y red sobre ti, oh morador de la tierra. / 18 Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra.” (Isaías 24:17,18)

 

En el tiempo de la gran tribulación, tres peligros habrá para los moradores de la Tierra: el terror, el foso y la red. Cada uno de ellos es una forma de cacería que se daba en el tiempo de Isaías y corresponden a lo que se experimentará como amenaza en la gran tribulación:

 

El miedo o “terror” se multiplicará en todo lugar; miedo a los desastres naturales, al ataque enemigo, al gobierno y a eventos sobrenaturales.

 

La muerte que acechará en todas partes como juicio de Dios, como efecto de la persecución o la acción del gobierno, la maldad de otros hombres, la guerra o eventos naturales. La profecía la simboliza como “foso”. Como ya se ha señalado, aquél será un tiempo de mucho dolor y muerte “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.” (San Mateo 24:21)

 

El engaño o “red” será el tercer peligro. Por las bondades que inicialmente traerá el gobierno del Anticristo, muchos serán engañados pensando que ya ha llegado aquel tiempo del Reino de Dios, la paz y seguridad de un gobierno Milenial. Valen aquí las palabras del Maestro advirtiendo: “…Mirad que nadie os engañe.” (San Mateo 24:4)

 

La mayoría de las personas será atrapada por alguno de estos tres enemigos: el miedo, la muerte o el engaño. Se escapará de uno pero caerá en otro; no se puede huir del juicio de Dios, sólo la cruz le satisface.

 

Esta parte de la profecía habla a los moradores del planeta: “Terror, foso y red sobre ti, oh morador de la tierra.” Es una palabra a los “moradores de la tierra” y no a los moradores del Cielo, como cuando blasfema el Anticristo. “Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.” (Apocalipsis 13:6) En varios pasajes de Apocalipsis se muestra a los moradores de la Tierra en el tiempo de la gran tribulación:

 

·         “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. (Apocalipsis 3:10)

 

·         “9 Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. / 10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” (Apocalipsis 6:9,10)

 

·         “Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.(Apocalipsis 11:10)

 

·         “12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. / 13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. / 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.” (Apocalipsis 13:12-14) 

“Morador de la Tierra” es todo aquel que no ha entregado su vida a Jesucristo, el cual mora en los cielos. Los primeros serán castigados y luego de ese castigo vendrá el verdadero Reino, justo y santo; entonces alumbrará el Sol de Justicia: “1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. / 2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.” (Malaquías 4:1,2)

 

Para los pecadores no arrepentidos “temblarán los cimientos de la tierra” en cambio para los hijos de Dios “de lo alto se abrirán ventanas” de eterna bendición.

 



domingo, mayo 23, 2021

LOS SANTOS SE REGOCIJARÁN

 ISAÍAS, EL PROFETA MESIÁNICO

CAPÍTULO 24

(SEGUNDA PARTE)

LA HORA DE LA PRUEBA

 


© Pastor Iván Tapia

¿Qué sucederá con las personas y el planeta durante la “gran tribulación”?

 1.      Los santos se regocijarán.

“14 Estos alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de Jehová; desde el mar darán voces. / 15 Glorificad por esto a Jehová en los valles; en las orillas del mar sea nombrado Jehová Dios de Israel. / 16 De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales.” (Isaías 24:14-16) 

A pesar de que los cristianos serán liberados de esa terrible hora, habrá creyentes que la sufrirán. “Estos” se refiere a los santos que vivirán durante el período de la “gran tribulación” y que alabarán a Dios, pese a la difícil situación de la Tierra: a) Los cristianos nominales que se convertirán; b) los convertidos por la Palabra escrita en Biblias que quedarán en hogares y bibliotecas; c) los convertidos por la Palabra predicada por otros creyentes; d) los convertidos por la predicación de los dos testigos durante 3 años y medio; y e)  los convertidos por la predicación de los 144.000 misioneros judíos. 

Los testigos que predicarán durante 1.260 días son los dos olivos del Antiguo Testamento: Moisés, quien convirtió las aguas del Nilo en sangre, y Elías que oraba por lluvia y Dios le respondía, o bien tendrán un poder similar: “3 Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. / 4 Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. / 5 Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. / 6 Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.” (Apocalipsis 11:3-6) 

Los 144.000 mil sellados son posesión de Dios, judíos convertidos a Jesucristo que conformarán un verdadero ejército de predicadores: “2 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, / 3 diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. / 4 Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.” (Apocalipsis 7:2-4) 

Muchos llegarán a confiar en Dios durante este periodo oscuro de la Humanidad. Estos cristianos alzarán sus voces para glorificar el nombre de Dios en todo el planeta. Los santos de la tribulación estarán bajo la cobertura del Señor, lo que no implicará que muchos den la vida por Cristo, dada la persecución religiosa que ocurrirá en aquellos días: “13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? / 14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Apocalipsis 7:13,14) 

El profeta se lamenta ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí! Al ver en visión el horror de la gran tribulación, siente que la Humanidad ha sido desleal con Dios y lo ha traicionado. Jesús describió este período con estas palabras: “21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. / 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (San Mateo 24:21,22) 

Quienes se gozan con el Señor, pueden seguir haciéndolo en medio de la tribulación, pues no viven por vista sino que por fe y tienen su esperanza puesta no en la Tierra sino en el Cielo con su Salvador y Señor: “6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor / 7 (porque por fe andamos, no por vista);  / 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.” (2 Corintios 5:6-8) El mundo llorará, sufrirá, pero renegará contra el Altísimo; en cambio los santos alabarán a Dios en toda circunstancia: “1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. / 2 En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. / 3 Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre. / 4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.” (Salmos 34:1-4)


Fragmento de "Isaías, el Profeta Mesiánico", capítulo 24.



domingo, mayo 09, 2021

UNA GRAN TRIBULACIÓN

 ISAÍAS, EL PROFETA MESIÁNICO

CAPÍTULO 24

(PRIMERA PARTE)



 

© Pastor Iván Tapia

 

“1 He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. / 2 Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. / 3 La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra.” (Isaías 24:1-3) 

Hemos visto una serie de profecías registradas por Isaías que contienen juicios de Dios contra Jerusalén, Israel y distintas naciones. Ahora culmina con un juicio hacia toda la Tierra. Es lo que Jesús llamará “gran tribulación”: “21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. / 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (San Mateo 24:21,22) Esta tribulación acaecerá antes del regreso del Mesías: “29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. / 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.” (San Mateo 24:29,30) 

Cuando la Biblia dice que Dios vaciará la Tierra se refiere a que muchos morirán, más de la tercera parte de la Humanidad: “Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres.” (Apocalipsis 9:15). El hecho de poseer un cargo o un lugar más importante en la sociedad, tener más o menos dinero, no eximirá a los hombres de ser juzgados por Dios. Los juicios de Dios serán sufridos por todos, sin excepción, lo que implica que los redimidos ya no estarán en la Tierra, salvo aquellos que se conviertan durante este terrible período. 

La Tierra se ha llenado de pecado, como en los días de Noé, por tanto Dios dejará caer Su juicio y, como en aquel tiempo, salvará de esa catástrofe a un pequeño remanente. ¿Cómo lo salvará? Por medio del arrebatamiento o rapto de la Iglesia, tema que trataremos en otra oportunidad. 

Es de esperar que usted se cuente dentro de ese pequeño remanente que ha creído y obedecido a Dios, de modo que no sea necesario que pase por ese espantoso período que será la gran tribulación. La única manera de escapar a ella es siendo coherentes con nuestra fe, es decir vivir el Evangelio y no sólo creerlo como una excelente teoría. La gran tribulación es el juicio de Dios sobre una Humanidad pecadora, rebelde, desobediente y orgullosa, que rechaza la participación del Creador en sus esquemas de funcionamiento. Por eso Él, quien es el Señor y Dueño de Su creación, decide someter a los seres humanos a tribulación en castigo y disciplina por su mal comportamiento. En castigo porque es la pena merecida por su delito, aunque no es el castigo eterno del Infierno aún; como disciplina, corrección que Dios da a Sus hijos, pues Él es Soberano y bien podrá tratar por ese medio a cristianos que no formaron parte del pequeño remanente. 

Esta primera parte de la profecía anuncia un tiempo de gran dolor para el planeta, tiempo que Jesús nominó como la “gran tribulación”.


Del capítulo "Una Gran Tribulación" del libro "Isaías, el Profeta Mesiánico"

domingo, mayo 02, 2021

DE PECADOR A SANTO

 ISAÍAS, EL PROFETA MESIÁNICO

CAPÍTULO 23

(TERCERA PARTE)


 
 

© Pastor Iván Tapia 

“15 Acontecerá en aquel día, que Tiro será puesta en olvido por setenta años, como días de un rey. Después de los setenta años, cantará Tiro canción como de ramera. / 16 Toma arpa, y rodea la ciudad, oh ramera olvidada; haz buena melodía, reitera la canción, para que seas recordada. / 17 Y acontecerá que al fin de los setenta años visitará Jehová a Tiro; y volverá a comerciar, y otra vez fornicará con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra. / 18 Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse, y vistan espléndidamente.” (Isaías 23:15-18) 

 

H

asta ahora hemos leído, analizado y comentado el juicio de Dios hacia la ciudad de Tiro; luego nos detuvimos a estudiar el problema del pecado en sus distintas connotaciones y en este tercer capítulo sobre Tiro, cuando el Señor le anuncia una restauración futura, luego del juicio, profundizaremos cuáles son las conductas y actitudes que el pecador arrepentido debe abandonar y cuáles abrazar. Dios tiene un propósito al restaurar a la pagana ciudad de Tiro como lo tiene siempre frente al pecador. Él desea transformar al ser humano en su ser más interno, quiere volverlo a su estado primigenio, desea salvarlo y santificarlo, conducirlo de pecador a santo. 

¿Qué cambios quiere producir Dios en el pecador? 

1.      De avaricia a generosidad.

“15 Acontecerá en aquel día, que Tiro será puesta en olvido por setenta años, como días de un rey. Después de los setenta años, cantará Tiro canción como de ramera. / 16 Toma arpa, y rodea la ciudad, oh ramera olvidada; haz buena melodía, reitera la canción, para que seas recordada.”  (Isaías 23:15,16) 

Los juicios de Dios son justos y exactos; Él decretó 70 años y así sucedió. El profeta Jeremías señala: “Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.” (Jeremías 25:11) 

Después de la destrucción de Jerusalén, Nabucodonosor sostuvo un asedio de 13 años sobre Tiro entre los años 585 y 572 a.C., el que terminó con un compromiso en que la ciudad aceptaba la autoridad de Babilonia. Mientras Jerusalén también era cautiva del rey babilonio Nabucodonosor, durante 70 años, la ciudad de Tiro era una desolación, destruida por el enemigo.

 





La profecía simboliza a esta ciudad con una prostituta. Seguirá actuando como lo hizo antaño, en forma materialista. La profecía señala que Tiro primeramente será olvidada y luego recordada. 

Cuando el Señor ve a un pueblo, una familia, una iglesia, un grupo o una persona en la situación de Tiro la “pone en olvido durante setenta años”. Sin embargo, porque es un Dios de misericordia, pasado ese tiempo de trato duro, le da una nueva oportunidad. 

La situación de Tiro era la de una cultura  materialista, mundana y mezquina; la avaricia era su principal pecado, capital por cierto. “Poner en olvido durante setenta años” no es literal; se trata de aislar, de probar la derrota y la soledad, lo contrario a la aglomeración. Es preciso que la persona viva esas experiencias para que de alguna forma sea conmovida y despierte. 

La avaricia es el afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie. El mayor pecado de Tiro era su avaricia, la idolatría del dinero: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” (Colosenses 3:5) Lo opuesto a la avaricia es la generosidad, mas ésta sólo puede nacer en un corazón arrepentido, entregado al Señor en que more el Espíritu de amor. Lo de “setenta años” es sencillamente simbólico, es el tiempo perfecto necesario para que esa persona o ese colectivo cambie. Por supuesto, dada la tozudez humana, puede no cambiar y volver una y otra vez a la misma experiencia. 

 

2.      De fornicación a conversión.

“17 Y acontecerá que al fin de los setenta años visitará Jehová a Tiro; y volverá a comerciar, y otra vez fornicará con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra.” (Isaías 23:17) 

La profecía se cumplió y Tiro fue reedificada. Setenta años duraría el cautiverio de Tiro y luego de ese período, tan largo como la vida de un hombre, recuperaría su lugar en el comercio del Mediterráneo. 

Se levantó otra vez, pero se reanudó su maldad. Volvería a venderse como una prostituta; así la trataba el Señor, como una mujer que se vende a sí misma y no tiene dignidad. Como una prostituta que busca clientes cantando una bella melodía, irían los comerciantes de Tiro buscando negocios por las naciones. A pesar de todo, la ciudad era recordada y logró restaurar su comercio. 

Tiro se recuperó después que fuera destruida por Nabucodonosor, tal como fue profetizado. Volvió a comerciar con las naciones, adquirió otra vez grandes riquezas y volvió a ser la gran ciudad puerto del Mediterráneo.  

250 años después de haber sido destruida por Nabucodonosor, llegaría otro enemigo, tan feroz como el anterior. La nueva ciudad de Tiro de Fenicia, hoy el Líbano, recobró su poder, riqueza y fama, pero nuevamente sería atacada, ahora por Alejandro Magno, quien la sitió el año 332 a. C, durante su campaña contra los persas. Alejandro se proponía eliminar toda base naval persa en el Mediterráneo y avanzar luego hasta el Éufrates. Entonces bloqueó y asedió el puerto de Tiro durante 7 meses. Estaba enfurecido por la defensa tiria. Nuevamente fue destruida Tiro y, del mismo modo que se recuperó de Nabucodonosor, lo hizo del ataque de Alejandro Magno.

 





El grupo o persona sale de esa condición que llamamos “trato de Dios” o “disciplina de Dios” y nada ha aprendido, entonces vuelve a realizar el mismo esquema, lo que su naturaleza humana no redimida por Cristo le lleva a hacer. Así lo ejemplifica la Biblia: “Como perro que vuelve a su vómito, Así es el necio que repite su necedad.” (Proverbios 26:11) Nuevamente yerra, pisa la misma piedra y cae, vuelve a pecar porque nada ha aprendido, ya que no tiene autocrítica, no reflexiona y se aferra a sus impulsos, sensaciones e ideas fijas. Otra vez debemos decir que estas personas no han pasado por el arrepentimiento; la única forma de cambiar es reconociendo nuestros errores y pecados, pidiendo perdón por ellos y disponiéndonos a cambiar o a que el Señor nos cambie. 

El que ha sido tratado por esos “setenta años” simbólicos y necesarios y vuelve a comerciar con el mundo y otra vez fornica con todos los reinos del mundo, nada ha avanzado. Comerciar con el mundo es tratar con los valores falsos de esta sociedad: la impureza sexual, la deshonestidad, la liviandad moral, el engaño, etc. para lograr “buenas utilidades”, es decir placer, dinero y fama. La palabra “fornicar” deriva del latín “fornicari” que significa “tener relaciones sexuales con una prostituta”. Se utiliza en sentido espiritual para señalar una relación con lo mundano, un sistema corrupto que nos cobra para darnos el placer, el dinero y la fama que la carne pide. ¿Y cuál es el pago que exige? No es dinero, es el corazón, la vida, nuestra esencia. Nos vendemos para obtener lo que Satanás puede darnos y él se queda con nuestra alma. Así que fornicación es más que tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, es relacionarse con el pecado, el mundo y el diablo. 

La única forma de escapar de la fornicación física que es inmoralidad sexual es aplicando la virtud de la templanza y el don del temor de Dios, como lo vimos en una ocasión anterior. Si amo al Señor no querré ofenderle uniéndome a una prostituta o a otra persona que no corresponde: “15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. / 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.” (1 Corintios 6:15,16) Si amo al Espíritu Santo que habita en mi interior no pecaré contra mi cuerpo: “17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. / 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. / 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Corintios 6:17-19) 

Si aplicamos el mismo principio de respeto y temor de Dios a la “fornicación espiritual” jamás me uniré al espíritu del mundo que es un espíritu inmundo. Éste aspira a tres cosas: placer, dinero y fama. Privilegia pasarlo bien, disfrutar de la vida, dar gusto a la carne, es “hedonista”. Busca siempre el dinero, el pago material, lo concreto, el trofeo que estimula su vanidad y que le permite acceder a más éxito y placeres. Va tras la fama, el protagonismo, el aplauso, el reconocimiento. Detrás de la fama está este personaje que nos tienta: “8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, / 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.” (San Mateo 4:8,9) La fornicación espiritual es acceder a las propuestas del diablo y entregarle el alma, mas debemos entregar el alma a Dios. Por tanto, en este sentido el antónimo de fornicación es conversión, o sea transformación por medio del Espíritu Santo para Dios. El fornicario se entrega a la ramera, el convertido se entrega al Señor: 

“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:20) 

 

3.      De profanación o consagración.

“18 Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse, y vistan espléndidamente.” (Isaías 23:1-18) 

Este versículo explica por qué el Señor permitirá el restablecimiento de la ciudad de Tiro. Dice la profecía que las ganancias que obtenga Tiro no se almacenarán ni atesorarán sino que serán para los que estén delante del Señor, para aquellos que lo honrarán, para que se alimenten hasta saciarse y vistan ricamente. Se dará entonces que lo que obtenga Tiro favorecerá a los creyentes en Dios. Los más pudientes de la ciudad implorarán al Señor Su favor: “Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo.” (Salmo 45:12) 

A pesar de continuar haciendo sus negocios, Tiro dedicará sus riquezas y ganancias a Dios. ¿Qué tiempo será aquel? Hay dos posibilidades, las que se exponen a continuación.

a)      Cumplimiento en el tiempo de los apóstoles.

En la época de los apóstoles, ciudadanos de Tiro se convirtieron al cristianismo, como se comprueba en este texto: 

“1 Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara. / 2 Y hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y zarpamos. / 3 Al avistar Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro, porque el barco había de descargar allí. / 4 Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén. / 5 Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos. / 6 Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas. / 7 Y nosotros completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día.” (Hechos 21:1-7) 

El Señor acostumbraba a veces retirarse a la costa fenicia con sus discípulos: “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.” (San Mateo 15:21); “Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse.” (San Marcos 7:24); “Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis.” (San Marcos 7:31); 

A veces le seguía gente de Tiro: “7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, / 8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. / 9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.” (San Marcos 3:7-9) 

En Su enseñanza nombró a Tiro como una ciudad pecadora que podría arrepentirse: “13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. / 14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. / 15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.” (San Lucas 10:13-15) 

Aunque muchos comentaristas interpretan esta profecía cumplida en la conversión de Tiro al cristianismo, es decir de algunos creyentes, creemos que tiene otro sentido ya que para la época de Jesús aún era pagana. 

b)      Cumplimiento en el Milenio.

Muchas veces el Espíritu Santo da profecías que abarcan de una edad a otra muy alejada en el tiempo, sin interrupción en la frase. Tal es el caso de esta profecía en particular. En esencia este versículo mira hacia el Milenio venidero cuando Tiro será bendecido por Jesucristo y sean olvidados los tiempos antiguos. Tiro volverá a ser una gran nación y entrará en el milenio. 

El fin práctico para el Señor es que la mercancía del puerto de Tiro proporcionará ropa duradera y alimentos para los justos, mientras se reconstruya el templo de Jerusalén. 

Cuando una persona o grupo convierte su vida al Señor, todo negocio y ganancia es consagrado a Dios. Consagrar significa dedicar. Dios exigió que todo primer hijo de una familia fuese consagrado a Él: “Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.” (Éxodo 13:2) Esto significa que Dios desea que vivamos para Él y ser el primero en nuestro corazón. ¡Todos amamos a nuestros primogénitos de un modo especial al momento de su nacimiento! Darlo a Dios es desprendernos de nuestro corazón. 

Consagrar los negocios y ganancias, es decir lo económico, al Señor es el sentido de diezmos, ofrendas, primicias y todo tipo de entrega material a Él. Más que solventar el ministerio, el diezmar y ofrendar es un acto de consagración a Dios. El dinero obtenido por trabajo y ganancias de todo tipo, honestas por cierto, no es para guardarlo y atesorarlo a la manera de un avaro o uno que acumula fortuna, sino para ofrecerlo a Dios. Es para nuestro sustento familiar, para el sostenimiento de la Iglesia y su misión evangelizadora, y para la ayuda a los pobres y necesitados. 

Los que están delante del Señor son los ministros de Dios, sean apóstoles, profetas, evangelistas, pastores o maestros. Ellos recibirán diezmos y ofrendas “para que coman hasta saciarse, y vistan espléndidamente.” No se trata esto de un modo literal puesto que ambas acciones pueden ser glotonería y vanidad; la Palabra de Dios jamás recomendará algo así. Es indudable que la frase tiene un sentido espiritual. El ministro de Dios se saciará cuando ministre la Palabra y pueda llegar a una gran cantidad de vidas, se saciará de conversiones y transformaciones de vidas, porque, como dijo Jesús “…Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” (San Juan 4:34) 

El vestir espléndidamente es vestirse de santidad, de pureza, de buenas obras e intenciones, es cubrirse con Cristo y amar a los que Dios ama: “12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; / 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. / 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.” (Colosenses 3:12-14) 

Esta última parte de la profecía declara la importancia de la consagración a Dios de todo nuestro ser, incluyendo negocios y ganancias, dado nuestro apego a la materia y a lo corporal. Es el modo de mostrar al Señor la profundidad de nuestra entrega. Cuando no se consagra o dedica algo a Dios, se está profanando. Profanación es el acto de tratar sin el debido respeto algo que se considera sagrado. La vida humana es sagrada para Dios. Él nos hizo con Su Amor, con Sus mismas manos modeló a Adán. No tenemos derecho a tratar mal al ser humano, a despreciarlo, ensuciarlo, contaminarlo, venderlo, manipularlo y hacerle todo tipo de mal; tenemos que amarlo. Nuestra vida es algo sagrado, por tanto si pecamos la profanamos. El deber del cristiano es consagrar su vida a Dios pues para eso fuimos creados, para Cristo: 

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16) 

 

CONCLUSIÓN

El Señor tiene un gran propósito con la ciudad de Tiro como lo tiene con muchos seres humanos. Él desea salvarlos y santificarlos. A través de esta profecía podemos vislumbrar algunos de sus más hermosos propósitos. Los cambios que Dios desea producir en el pecador son llevarlo en un camino o proceso: 1) De avaricia a generosidad; 2) De fornicación a conversión; y 3) De profanación o consagración.

 

 


PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

(Escoja algunas de estas preguntas para comentar en grupo)

 

1)       ¿Qué aspectos desea transformar Dios en el ser humano?

2)       ¿Es la avaricia un pecado sólo de los ricos?

3)       ¿Cómo podemos desarrollar la generosidad en un discípulo?

4)       ¿Está usted consagrado/a a Jesucristo?

5)       ¿Cómo podemos evitar volver a cometer un mismo error?

6)       ¿Cuáles son las conductas de una sociedad, grupo o persona “hedonista”?

7)       ¿Cree usted que esta profecía ya se cumplió totalmente?

8)       ¿Por qué Dios pidió al pueblo hebreo la consagración de los primogénitos?

9)       ¿Qué función debe cumplir el dinero en la vida cristiana?

10)   ¿Propicia la Palabra de Dios en esta profecía, la glotonería y vanidad de los cercanos al Señor?

11)   ¿Cómo se sacian los ministros de Dios?

12)   ¿Cuál es el vestido de los cristianos, según San Pablo?

13)   ¿Cuándo se convierte el dinero en una idolatría?

14)   ¿Qué pecados del corazón están a la base de la búsqueda del placer, del dinero y de la fama?

15)   ¿Qué o quién nos tienta al pecado?

16)   ¿Por qué no debemos unirnos sexualmente a una prostituta u otra persona que no sea el cónyuge?

 

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.

·         Reina, Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.

·         MacArthur, John. (2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 

·         “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” (1979). Sociedades Bíblicas Unidas.

·         “La Santa Biblia” (1960). Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/

·         “Nueva Biblia de Jerusalén” (Edición Española). (1998). Desclée de Brouwer. 

·         “La Biblia Latinoamericana” (92° edición). (1972). Editorial Verbo Divino.

·         “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” (1974). Ediciones Mundo.

·         “Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español (2011) Iglesia en Salta Argentina.

·          “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/

·         Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php

·         Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd

·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/ 

·         https://es.wikipedia.org/

·         Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología” https://www.biblia.work/diccionarios/interprete/