domingo, septiembre 06, 2020

UN REINO DE SANTIDAD

 ISAÍAS, EL PROFETA MESIÁNICO

CAPÍTULO 11

 13 Principios del Judaísmo / 12° Principio : ¿Quién puede ser considerado el  Mesías? - Enlace Judío

© Pastor Iván Tapia

“1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. / 2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. / 3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; / 4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. / 5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.” (Isaías 11:1-5) 

El profeta Isaías anuncia solemne como retoñará el árbol genealógico de la Casa de David. En primer lugar señala que Saldrá una vara del tronco de Isaí, es decir uno de los hijos de Isaí, hijo de Obed, será muy importante. Esta vara es el rey David y su final descendencia: el Mesías, Jesucristo, de la familia de David. Luego hace la extraña afirmación y un vástago retoñará de sus raíces. No es del tronco que sale el vástago, sino de sus raíces, un brote anterior a Isaí, a Obed y a todos sus antepasados. Con esto la profecía quiere señalar a Uno que antecede a todas las generaciones de Isaí, está en su raíz. Indudablemente este es el Cristo Eterno, la raíz de Isaí, nombrada en otras Escrituras: 

“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.” (Apocalipsis 5:5) 

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.” (Apocalipsis 22:16) 

Sobre aquella vara y vástago reposará el Espíritu Santo de Dios. Las características de este Espíritu y que se pudieron comprobar en Jesucristo, son: 

1.      Sabiduría. “Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?” (San Mateo 13:54) 

2.      Inteligencia. “46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. / 47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. / 48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. / 49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (San Lucas 2:46-49) 

3.      Consejo. “40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. / 41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, / 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (San Lucas 22:40-42) 

4.      Poder. “19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. / 20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. / 21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.” (San Mateo 14:19-21) 

5.      Conocimiento. “16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.  / 17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; / 18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. / 19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.” (San Juan 4:16-19) 

6.      Temor de Dios. “5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, / 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, / 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; / 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Filipenses 2:5-8) 

7.      Justicia. “44 Y vuelto a la mujer [pecadora], dijo a Simón [fariseo]: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. / 45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. / 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. / 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. / 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.” (San Lucas 7:44-48)

La profecía del capítulo 11 de Isaías anuncia la venida del Mesías, el Cristo, quien posee todas las cualidades necesarias para ejercer un Reino justo en los corazones de los hombres y en las naciones. Ese será un reino de santidad.


(Fragmento del Capítulo 11 de "Isaías, el Profeta Mesiánico")

 


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