domingo, enero 26, 2020

TÚ Y EL AMOR DE DIOS

EPÍSTOLAS DE SAN JUAN
LECCIÓN 16 

 

© Pastor Iván Tapia 

Lectura bíblica: “7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. / 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. / 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. / 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. / 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. / 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” (1 Juan 4:7-12 

Idea central: El Amor verdadero. 

Objetivos: a) Diferenciar el amor humano del Amor de Dios; b) Comprender y valorar el verdadero Amor; c) Comprender que el verdadero Amor es un don Divino y no humano, recibido de lo alto; d) Comprender y experimentar el Amor perfecto que se da por entero a Dios y el prójimo; y e) Conocer el Amor que es presencia de Dios que permanece y se perfecciona en el cristiano. 

Resumen: En menor o mayor medida todos hemos experimentado el amor en nuestras vidas, e incluso hemos sufrido por amor. Pero otra cosa es recibir el Amor de Dios en nuestro espíritu, sentirlo y darlo. Esta es la vivencia más plena, gratificante y espiritual que podamos tener en la vida. El Amor de Dios es el Amor verdadero, no humano, perfecto y presencia Divina en todo discípulo de Jesucristo.
 

U
centrales de esta epístola de Juan es el Amor. Incluso define a Dios como el Amor, queriendo expresar que la naturaleza y esencia del Creador es Amor. Ese gran amor por la Humanidad lo condujo a entregar a Su Hijo para nuestra salvación. La carta nos habla de que así también debemos ser nosotros, los que hemos sido alcanzados por Su Amor, criaturas amorosas con nuestro prójimo. Mucho se puede hablar en este mundo sobre el amor; la música popular y el cine siempre están exaltando las relaciones de amor y de desamor, pero otra cosa es lo que nos quiere transmitir Dios por medio de esta carta; al parecer se trata de un Amor diferente. Lo escribiremos con mayúscula para diferenciarlo de otros amores. Por eso iniciamos esta enseñanza con la siguiente pregunta: 

¿Cómo es el verdadero Amor? 

1.      Un Amor Divino y no humano.

“7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. / 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1 Juan 4:7,8 

San Juan nos invita a “amarnos” y la razón que da de esto es porque el “amor” proviene de Dios. Luego dice que todo el que “ama” ha nacido de Dios y conoce a Dios. En cambio lo contrario es que no lo ha conocido, es decir no lo ha experimentado. Finalizan estos dos versículos con la famosa declaración de que “Dios es amor”. 

Si Dios es amor y quien no le conoce no puede amar, entonces el “amor” del cual nos habla San Juan no es el amor que conocemos, ese que recibimos de nuestros padres, ese que experimentamos con la esposa o el esposo, aquel que brindamos a los amigos, tampoco el amor a la patria o a nuestra tierra natal, ni siquiera ese amor que sentimos cuando ayudamos a un necesitado. Todos esos amores los vive cualquier persona, sin necesidad de ser convertida a Jesucristo. 

Indudablemente el apóstol nos está hablando de un “amor” totalmente diferente, es un amor que no podemos inventar, simular, producir en nosotros por nosotros mismos, es un amor que viene de Dios, de lo alto.
 

2.      Un Amor perfecto.

 “9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. / 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” (1 Juan 4:9,10 

El amor que Dios tiene por los seres humanos se demostró cuando envió a Su Hijo Jesucristo a morir por nosotros y darnos la vida. Estábamos espiritualmente condenados a la muerte eterna, pero Dios nos quería vivos junto a Él porque nos ama desde siempre.  

Aquí el apóstol declara en qué consiste el “amor” al cual se refiere: El Padre envió a Su Hijo para que muriese por nuestra liberación. ¿Cuál es la naturaleza de ese “amor” del Padre?  

a)      Es el amor del Creador. Los humanos no podemos entenderlo; podemos comprender lo que es un amor de papá o mamá, pero distinto es el Amor de Alguien que nos planificó, soñó y con delicadeza nos creó. Ni un artista puede comprenderlo, a pesar de ser un creativo que pinta cuadros, esculpe esculturas, compone música o escribe libros; ya que después de hacerlos puede olvidarse de ellos y aún rechazarlos cuando descubre sus defectos.  

b)      Es el amor del Único Dios. Los hombres amamos pero de un modo natural, Dios ama de un modo superior, sobrenatural; como Su Amor no hay otro. 

c)      Es Amor que se sacrifica. Fue capaz de enviar a Su propio Hijo a la muerte para rescatarnos de las tinieblas; fue capaz de morir por nosotros. Ningún padre ni ninguna madre normal sería capaz de sacrificar a su hijo por el bien de otros, pues un hijo es una prolongación de uno mismo; sería como cortarse un brazo o morir uno mismo por otros.  

d)     Es Amor incondicional. El término griego para este tipo de amor es “ágape”, en que el que ama tiene en cuenta sólo el bien del ser amado y es capaz de entregarse en sacrificio. El Amor de Dios no pone condiciones, sólo hace el bien, es benigno. 

e)      Es Amor propiciatorio. La “propiciación” es una acción agradable a Dios, con la que Él es movido a piedad y misericordia. El hombre en pecado no era propicio a Dios, pero Jesucristo, Su vida, palabras, sentimientos, Su Ser entero sí lo fue para Dios. En el Antiguo Pacto se ofrecían sacrificios a Dios para cumplir Su justicia y tener a Dios propicio. Jesucristo se ofreció en la cruz como víctima propiciatoria, satisfaciendo completamente la Ley: “Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.” (Hebreos 8:12) 

f)       Es Amor perfecto. El Amor que describe San Pablo: “4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; / 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; / 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. / 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” (1 Corintios 13:4-7) 

El Amor Divino no puede igualarse al amor humano.
 

3.      Un Amor que es presencia de Dios.

 “11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. / 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” (1 Juan 4:11,12 

Después de comprendido lo anterior, que el Amor de Dios es diferente al amor humano y que es un Amor perfecto, puede parecernos esta petición de San Juan como algo imposible de cumplir por criaturas pecadoras, débiles y limitadas como somos. Su razonamiento es que si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. ¿Nos pide Dios algo imposible? Claro que no. Si Él lo pide es porque podemos. ¿Cómo lo lograremos? Por el poder del Espíritu Santo que ha puesto en cada cristiano nacido de nuevo, como cumplimiento de la oración que hizo Jesús por nosotros: “20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,  / 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.  / 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.” (San Juan 17:20-22 

Una frase breve se intercala entre estos dos versículos: Nadie ha visto jamás a Dios”. ¿Qué relación tiene con la anterior  Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros, y la siguiente que reza Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros? Pareciera que nada tiene que ver con ambas frases este Nadie ha visto jamás a Dios”, pero sí hay una relación. No podemos ver a Dios pero podemos ver al hermano; podemos ver el Cuerpo de Cristo en esta tierra, podemos ver a Dios que vive en el corazón de cada cristiano convertido. Si miramos al hermano en la fe como lo que es, un hijo de Dios, un amado por el Señor, uno que es parte de Cristo mismo, podremos amarle realmente y respetarlo, cuidarlo, comprenderlo, perdonarlo, en fin aceptarlo como Dios lo acepta. 

San Juan dice que si logramos amarnos unos a otros con ese Amor, esto significa dos cosas: 

a)      Dios permanece en nosotros. Dios vive dentro de nosotros, permanece en nuestro interior pues se expresa en verdadero Amor hacia el hermano. No habla acerca de los que no son hermanos en la fe, pero si pensamos que Dios ama a todo ser humano, entonces también nosotros amaremos como Él a los que son nuestros “semejantes”, “...Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.” (San Lucas 10:27 

b)      Su amor se ha perfeccionado en nosotros. El Amor que Él derramó en nuestro interior por medio del Espíritu Santo, ha crecido y ahora se manifiesta en amor por los hermanos y por todo ser humano. Necesitamos que el Amor se perfeccione en nuestra vida. Dispongámonos a ello.
 

CONCLUSIÓN.

Es preciso diferenciar el amor humano en sus distintas expresiones, del Amor de Dios. Nuestros amores humanos son volubles y no siempre muy fuertes, a veces con interés, desconfianza y mentira. No es el Amor del cual nos habla la Biblia, el Amor de Dios. El verdadero Amor es: 1) Un Amor Divino y no humano, un don recibido de lo alto; 2) Un Amor perfecto que se da por entero a Dios y el prójimo, sin esperar recompensas; y 3) Un Amor que es presencia de Dios que permanece y se perfecciona en el cristiano.

 

 

PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

1)      ¿Cuál es para San Juan la naturaleza y esencia de Dios?

2)      ¿Si Dios es Amor, por qué castiga, permite el dolor y somete a disciplina a Sus criaturas?

3)      ¿Cuál es la máxima expresión de amor que Dios ha tenido por el ser humano?

4)      ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hermanos en la fe a crecer en el Amor?

5)      ¿Qué es para usted ser una persona amorosa con su prójimo?

6)      ¿Qué contenidos reales y falsos transmiten los medios de difusión acerca del amor?

7)      ¿Cuáles son las principales diferencias entre el amor humano y el Amor Divino?

8)      ¿Cuándo experimenta usted ese Amor que viene de lo alto?

9)      ¿De qué modo podemos perfeccionarnos en el Amor que Dios nos ha dado?

10)  ¿El Amor cristiano es imitar a Jesús o dejar que Él viva en nosotros?

11)  ¿Qué es vivir en Jesús?

12)  ¿Qué significa “Dios es Amor”?

13)  ¿Qué habría sucedido con la Humanidad si Jesús no hubiese venido a la Tierra?

14)  ¿Qué cosa nueva ha aprendido de esta enseñanza?

 

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.

·         Reina, Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.

·         MacArthur, John. (2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 

·         (1979) “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.

·         (1960) “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/

·         “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.

·         “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/

·         Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php

·         Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd

·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/

·         https://es.wikipedia.org/

·         Pérez Millos, Samuel “Comentario Exegético Al Texto Griego del Nuevo Testamento – Hebreos”


·         https://www.biblegateway.com

·         Biblioteca en Línea Watchtower. Disponible en: https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1976807

 

No hay comentarios.: