domingo, enero 27, 2019

EL HOY DE DIOS.

HEBREOS COMENTADO
LECCIÓN 16

 


© Pastor Iván Tapia Contardo 

Lectura bíblica: “7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, / 8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, / 9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. / 10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. / 11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.” (Hebreos 3:7-11) 

Palabra clave del capítulo: HOY. 

Idea central: Hoy nos habla Dios y debemos obedecerle. 

Objetivos: a) Comprender que Dios es Eterno y actúa en eternidad; b) Aprender a vivir en el permanente HOY de Dios; c) Experimentar la fe en la vivencia y la acción en el HOY de Dios; d) Diferenciar el tiempo humano (cronos) del tiempo de Dios (kairos); d) Aprender a oír a Dios en nuestro interior; e) Aprender a ablandar el corazón en la Gracia de Dios; y f) No provocar a Dios con nuestro pecado, sino que obedecerle. 

Resumen: Estar en Cristo es ingresar al tiempo de Dios, Su eternidad, y comprender todas las cosas desde esa perspectiva. Esto significa que ahora sí vivimos oyendo a Dios, que Su Gracia ablanda nuestro corazón en vez de endurecerlo, y que dejaremos de provocarle para tener una actitud dócil de obediencia a Su voluntad eterna.

 

T
res veces en el capítulo tres de Hebreos, se repite la palabra “hoy”. Lo hace al citar el Salmo 95, el que se refiere a un pasaje del Éxodo, que narra cómo el pueblo hebreo se rebeló contra Moisés en el desierto y resistió la voluntad de Dios. En Refidim los israelitas se quejaron a Moisés porque no tenían agua. Así lo cuenta la Biblia: 

“1 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. / 2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? / 3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? / 4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. / 5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. / 6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. / 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?” (Éxodo 17:1-7) 

El hebreo Meriba significa “contienda”, “querella”, es un lugar de Horeb, cercano a Refidim. Allí el Señor hizo brotar agua de la roca. Fue un lugar donde el pueblo contendió con Dios y Moisés. 

El Salmo 95 y Hebreos recuerdan este hecho narrado en Éxodo 17. Pero Salmos y Hebreos quieren que pongamos la mirada no en el pasado sino en el presente, más exactamente en un presente que siempre es presente, en el tiempo de Dios. Es fácil juzgar al pueblo hebreo de algo que hizo antaño y acusarlo de rebelde, terco, falto de fe, cuando permanece aún el desafío de: a) Seguir al Señor por medio de líderes humanos; b) Confiar en que Dios nos dará el agua necesaria para sobrevivir; y c) Seguir adelante sin ver todavía la victoria final ni la Tierra de Promisión. Estos desafíos son para todo creyente en Dios, para el de ayer, el de hoy y el de mañana; son un desafío para un eterno presente, un HOY, el HOY de Dios. 

Dios es Eterno, para Él no existe el pasado ni el futuro, sino un eterno presente, es el HOY de Dios. Desde ese HOY nos desafía y habla. Cuando nos contactamos con Él lo hacemos no con un Dios, Jesús o Espíritu del pasado ni del futuro, sino con el Dios de HOY. Lo que para nosotros es pasado, como la creación del mundo, la rebelión de Adán y Eva, los hechos de los patriarcas y profetas, la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, para Dios son presente, son HOY. Lo que para nosotros es futuro, como el desarrollo de la Iglesia a nivel mundial, el gobierno del Anticristo, el rapto, la gran tribulación y todos los hechos escritos en Apocalipsis; para Dios ya son un hecho, están en Su presente, son HOY; por eso los narra como ya sucedidos. Nosotros que vivimos en un tiempo limitado por pasado, presente y futuro, pensamos que al morir tendremos que esperar siglos para ser resucitados y volar hacia la presencia de Dios. Bástenos leer el versículo de San Pablo a continuación, para asomarnos por un momento a esta realidad eterna, al HOY de Dios: “y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6). Ya estamos para Dios, sentados en lugares celestiales. Así es el HOY de Dios. Por eso también Jesús dijo al ladrón arrepentido: “...De cierto te digo que HOY estarás conmigo en el paraíso.” (San Lucas 23:43) 

¿Qué nos enseña Hebreos, capítulo 2, acerca del HOY de Dios? Es lo que estudiaremos a continuación. 

¿Qué significa para nosotros el HOY de Dios?
 

1.      HOY es el día de oír a Dios.

“Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis HOY su voz” (Hebreos 3:7 

El Salmo 95 nos recuerda que debemos entrar en el reposo del pueblo de Dios: 7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis HOY su voz, / 8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, / 9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. / 10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. / 11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.” (Salmos 95:7-11 

Es el Espíritu Santo quien nos habla, más que un escritor o un predicador, el mismo Dios nos advierte que si escuchamos Su Voz, no debemos endurecer el corazón. Siempre está la tentación de criticar a Dios por Sus designios, de rebelarse contra Él. Caminamos por un desierto en esta vida, expuestos a todo tipo de peligros y tentaciones externas e internas, pero las más fuertes son las segundas; la bestia indomable, la alimaña, la oscuridad interior del alma son los enemigos principales.  

¿Puede el ser humano tentar a Dios? Él no puede ser tentado porque es Dios Todopoderoso, pero sí nosotros exponernos a Su enojo ante nuestro pecado e indisciplina. Así les sucedió a los hebreos y tuvieron que vagar durante cuarenta años por el desierto, a causa de su desobediencia, orgullo y rebelión. Ese peregrinar sin rumbo es reflejo del interior de los que “Siempre andan vagando en su corazón” porque no conocen verdaderamente el camino de Dios, Su voluntad, Su deseo, Su proyecto.

La decisión que toma Dios en estos casos de persistir en la desobediencia, la rebeldía, la duda frente a Su voluntad, es “No entrarán en mi reposo”, es decir no conocerán el descanso de sus almas, no entrarán en Su Gracia y permanecerán en el juicio de la Ley. 

Si oyereis HOY su voz, abre tu corazón y no lo endurezcas dudando, sólo cree y síguelo. El Espíritu Santo nos recuerda el HOY de Dios; nos dice que HOY es el día para obedecerle, no mañana ni pasado mañana, tampoco vivir de una experiencia del recuerdo. HOY debemos abrir el alma y disponer el espíritu para que Él obre en nosotros. 

HOY nos dice el Espíritu Santo: “1 Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. / 2 Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. / 3 Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. / 4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. / 5 Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca. / 6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. / 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.” (Salmos 95:1-7
 

2.      HOY estamos en la Gracia para ablandar el corazón.

“antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: HOY; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.” (Hebreos 3:13 

La Palabra exhorta a no apartarse del Dios vivo por falta de fe: “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (Hebreos 3:12) Hoy día muchos van perdiendo la fe en Dios por diversas razones: a) El mal testimonio de algunos creyentes; b) Sus propias experiencias dolorosas; c) La burla de las cosas Divinas que hacen los medios de difusión; d) Énfasis de la cultura en el materialismo, el placer y el individualismo; e)  Mentalidad científica agnóstica; f) Inadecuada transmisión de la fe por parte de los cristianos, como legalismo, terror, fanatismo, incoherencia, etc.  

La Palabra aconseja animarnos los cristianos unos a otros diariamente en las cosas de la fe: “antes exhortaos los unos a los otros cada día,...” (Hebreos 3:13a) Es bueno ayudarnos mutuamente a continuar en la fe de las diversas formas que la vida nos presenta: a) Visitándonos cuando estamos en problemas como enfermedad, viudez, desgracia, etc.; b) Acompañándonos en la oración; c) Alabando al Señor unidos en los cultos; d) Estudiando juntos la Palabra de Dios; e) Apoyándonos mutuamente con palabras de esperanza, sin criticarnos ni juzgarnos. 

Todo esto debe hacerse mientras Dios nos siga hablando en este período de Gracia que comenzó con la resurrección de Jesucristo y finalizará con Su regreso: “...entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.” (Hebreos 3:13b) Estamos en el HOY de Dios y necesitamos ablandar nuestro corazón, no endurecernos. El pecado tiende a engañarnos para que permanezcamos en él, quiere sacarnos de nuestro centro que es Cristo, para centralizarnos en el yo o ego. Cuando pecamos, si somos correctos, la conciencia nos acusará de pecado y nos arrepentiremos de verdad; de lo contrario la aplacaremos y seguiremos los gustos de la carne. No podemos ser condescendientes con nuestra naturaleza humana; es preciso que Cristo en nosotros se oponga a ella y la venza: “22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, / 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, / 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4:22-24) 

Ablandar el corazón y no que se endurezca más, significa: a) Reconocer mi pecado ante Dios; b) Luchar contra el pecado que nos acecha en nuestros miembros; c) No permitirnos el desliz hacia el pecado; d) Orar para fortalecernos espiritualmente; e) Ayunar para tener victoria en Cristo sobre el viejo hombre; f) Identificar mis debilidades. 

La razón de estas conductas que la Palabra nos exhorta es que ya no somos simples hombres o mujeres del mundo, sino que partes de un organismo espiritual, “Porque somos hechos participantes de Cristo,...” (Hebreos 3:14a). Formamos parte de un cuerpo sobrenatural, el Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Muchos ven la Iglesia como una organización humana o un edificio, pero ésta es el Cuerpo de Cristo: “...así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.” (Efesios 5:23) Permitir que el pecado se apropie de mi vida es permitir la contaminación del Cuerpo de Cristo. Por tanto debemos perseverar en:  

  • No apartarnos del Dios vivo por falta de fe.
  • Animarnos unos a otros en las cosas de la fe.
  • Apreciar este período de Gracia que Dios nos ofrece.
  • Ablandar el corazón y no endurecernos más.
  • Considerar que pertenecemos al Cuerpo de Cristo.

Amados hermanos, “retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio” (Hebreos 3:14b). Para ello la comunidad cristiana nos ayuda a permanecer en el HOY de Dios.

 

3.      HOY no provocamos a Dios, sino que le obedecemos.

“entre tanto que se dice: Si oyereis HOY su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.” (Hebreos 3:15) 

La continuación del versículo dice: “16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? / 17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? / 18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? / 19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.”  (Hebreos 3:16-19) 

El texto plantea básicamente tres preguntas con sus respuestas:

1)      “¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron?” Provocaron a Dios todos los que huyeron de la esclavitud de Egipto, liderados por Moisés. 

El Señor nos ha libertado del Reino de Tinieblas y nos ha trasladado al Reino de Luz. A veces, en vez de estar agradecidos de esta liberación del pecado y del diablo, reclamamos a Dios por cosas nimias, sin mayor importancia. El reclamo de Israel era por comida, agua, comodidades que tenían en Egipto, a pesar de estar en esclavitud. Pero Dios estaba dispuesto a darles todo lo necesario para el sustento. De hecho les daba codornices, maná y estuvo dispuesto a sacar agua de la roca. 

A este hecho se refiere San Pablo: “1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; / 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, / 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, / 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. / 5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.” (1 Corintios 10:1-5 

Con nuestros reclamos al Señor, “que no me das la esposa que necesito; que no me alcanza con lo que gano para vivir; que no me agrada el barrio; que no me has dado un ministerio próspero; que no estoy conforme con esta vida...”, etc. etc., con estos reclamos que acusan un corazón desagradecido, poca espiritualidad, desprecio por los grandes dones de la salvación, Dios puede ser provocado a ira. No es que Él sea un gruñón, odioso o dictatorial, sino que ve nuestro corazón y sabe que necesitamos un trato duro para aprender. 

2)      “¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años?” Dios se disgustó con la generación rebelde y ellos estuvieron vagando años, hasta que murieron y sus cuerpos cayeron en el desierto. 

¿Se ha sentido alguna vez caminando en círculos sin avanzar ni lograr su propósito? Así se sentían los israelitas en el desierto. Cuando esto sucede es necesario mirar no a su entorno ni a su pasado; solemos culpar al ambiente, la familia, los compañeros de trabajo, hasta al país y la cultura en que nacemos, de nuestros fracasos; también algunos culpan a sus padres, la infancia que tuvieron, los castigos o falta de ellos en la niñez, o sea miran al pasado y no se miran a sí mismos. No! Tenemos que mirar hacia adentro, en nuestro interior está el origen de nuestros problemas. Ya Jesús lo dijo: “17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? / 18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. / 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. / 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.” (San Mateo 15:17-20) Necesitamos ver hacia nuestro interior el pecado que anidamos, aquello que nos tiene atrapados, ese ego que no nos deja crecer. 

3)      “¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?” Los que desobedecieron a Moisés, desobedecían la voluntad del Señor. Aquellos no llegarían a la Tierra Prometida “Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.” (Hebreos 3:19) 

Sólo la fe nos da la entrada al Cielo, que es el “reposo” eterno, pero podemos HOY disfrutar de ese reposo si obedecemos al llamado que nos hace Jesús: “28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. / 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; / 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (San Mateo 11:28-30) Él nos promete descansar; hallaremos con Él por fin descanso para el alma. No es difícil caminar junto a Él y llevar Su carga. Esa carga de Jesús, multiplicada en millones de discípulos, se hace liviana para cada uno.
 

Fe y obediencia están ligadas y son en nuestra doctrina casi sinónimos. Fe es confianza y quien confía en Dios le obedece. La obediencia a Dios es consecuencia lógica de la fe en Jesús. HOY es el momento de tener fe y obedecer a Jesucristo.
 

CONCLUSIÓN.

Dios es Eterno y actúa en eternidad, por tanto vive en un permanente HOY. Los cristianos somos llamados a experimentar la fe en la vivencia y la acción dentro de ese HOY de Dios. De modo que para nosotros ese tiempo de Dios, que no es un “cronos” sino un “kairos”, significa que: 1) HOY es el día de oír a Dios; 2) HOY estamos en la Gracia para ablandar el corazón; y 3) HOY no provocamos a Dios, sino que le obedecemos.

 

PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

1)      ¿Cómo entiende usted el vivir en el HOY de Dios?

2)      ¿Cuándo provocamos a Dios?

3)      ¿Cómo contendió el pueblo hebreo con Dios y Moisés?

4)      ¿Es justo que juzguemos a los israelitas de pueblo rebelde, terco y falto de fe?

5)      ¿Cuáles son, comparados con los hebreos, nuestros desafíos como pueblo de Dios?

6)      ¿Cómo es la relación de Dios con el tiempo?

7)      ¿Por qué San Pablo dice en Efesios 2:6 que ya estamos sentados en lugares celestiales?

8)      ¿Qué piensa usted de la respuesta que Jesús crucificado le da al ladrón arrepentido en Lucas 23:43?

9)      ¿Cómo podemos vivir en el HOY de Dios?

10)  ¿Cómo experimenta usted la fe en Dios?

11)  ¿Qué diferencia hay entre el tiempo “cronos” y el tiempo “kairos”?

12)  ¿Cómo una persona puede escuchar a Dios?

13)  ¿Está usted ablandando su corazón y mente para Dios?

14)  ¿Qué quejas solemos tener los humanos contra Dios?

15)  ¿Cuáles eran los reclamos de los israelitas para con Dios?

16)   ¿Cómo interpreta usted que Dios haga brotar agua de la roca?

17)  ¿Cuál es el tiempo que realmente vivimos: el pasado, el presente o el futuro?

18)  ¿Por qué Apocalipsis narra los hechos futuros como ya sucedidos?

19)  ¿Cuánto tiempo tendrá que esperar usted al morir para resucitar e ir al cielo?

20)  ¿Qué enseñanza personal le deja este sermón? 

 

LA PALABRA “HOY” EN EL LIBRO DE HEBREOS. 

“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado HOY, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?” (Hebreos 1:5) 

“Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis HOY su voz” (Hebreos 3:7 

“antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: HOY; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.” (Hebreos 3:13 

“entre tanto que se dice: Si oyereis HOY su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.” (Hebreos 3:15) 

“otra vez determina un día: HOY, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis HOY su voz, No endurezcáis vuestros corazones.” (Hebreos 4:7) 

“Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado HOY.” (Hebreos 5:5) 

“Jesucristo es el mismo ayer, y HOY, y por los siglos.” (Hebreos 13:8)

 

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.

·         Reina, Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.

·         MacArthur, John. (2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 

·         (1979) “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.

·         (1960) “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/

·         “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.

·         “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/

·         Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php

·         Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd

·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/

·         https://es.wikipedia.org/

·         Pérez Millos, Samuel “Comentario Exegético Al Texto Griego del Nuevo Testamento – Hebreos”

 

https://bendicionescristianaspr.com/salmo-95/

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