domingo, junio 11, 2017

ID Y PREDICAD EL EVANGELIO.

EL EVANGELIO
LECCIÓN 6
 
 
 
© Pastor Iván Tapia Contardo 

Lectura bíblica:14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. / 15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. / 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. / 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; / 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (San Marcos 16:14-18) 

Idea central: El Señor nos ordena predicar el Evangelio. 

Objetivos: a) Entender el significado espiritual de predicar el Evangelio, b) Valorar la “predicación” como un acto valiosísimo; c) Apurar la segunda venida del Señor, predicando el Evangelio; d) Luchar y exponerse contra la incredulidad en la predicación del Evangelio a los inconversos; e) Confirmar la fe de nuestros hermanos, predicando el Evangelio; y 5) Cumplir Gran Comisión. 

Resumen: El más importante mandato que Jesús dejó a la Iglesia fue el de predicar el Evangelio. Para cumplirlo debemos capacitarnos y motivarnos, teniendo en cuenta que es muy valioso para el Señor y las almas perdidas; un modo de apurar Su regreso; es una guerra espiritual; así confirmamos a nuestros hermanos en la fe y cumplimos la Gran Comisión. 

P
redicar, según el diccionario, es propagar o extender una doctrina o unas ideas, haciéndolas públicas y patentes. Jesucristo predicó la doctrina Divina llamada Evangelio; por eso se llama “evangelizar” al acto de propagar el Evangelio. Antes de partir al cielo, le dejó a los apóstoles esa tarea de “predicar”: 15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. / 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San Marcos 16:15,16) La misma comisión traspasaron los apóstoles a todo cristiano. Es deber de discípulos predicar el Evangelio.  

La “predicación” es la acción de predicar, entonces podemos decir de alguien que fue a anunciar el Evangelio a otro lugar, como una plaza, un hogar, una institución, un templo, etc., que anda en la “predicación”; pero también se nomina predicación al discurso mismo del que predica, o sea el “predicador”. Otra forma de llamar a la predicación es “prédica”. Por lo general se predica desde los púlpitos de las iglesias, pero se puede hacer en cualquier lugar donde las personas requieran escuchar el mensaje del Evangelio. Casi siempre son los ministros de Dios y algunos líderes de la Iglesia quienes tienen esta tarea de “predicar”, porque están preparados y capacitados para ello, pero eso no impide que todo cristiano “predique” el Evangelio. 

En cuanto al origen de la palabra “predicar”, viene del latín: 1) “pre”, que significa antes, delante. Por ejemplo decimos previamente (algo que se hace antes), prejuicio (emitir un juicio antes de pensar), precaución (tener un cuidado antes de que suceda algo malo): 2) “dedicare”, que significa destinar, consagrar. Por lo tanto “pre-dicar” es dar a conocer algo que con anterioridad ha estado apartado o escondido y ahora sale a la luz pública. Fue lo que hizo Juan el Bautista cuando emitió el mensaje previo a la aparición de Jesús en el Jordán: “23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.” (San Juan 1:23 

¿Qué es predicar, según la Biblia?

1.      Predicar es derramar un vaso de alabastro.

“De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.” (San Mateo 26:13) 

Cuando Jesús estaba a la mesa en casa de Simón, el leproso, vino una mujer y derramó el perfume de un vaso de alabastro sobre la cabeza del Maestro. Los discípulos se escandalizaron por el gasto, mas Él explicó que ella lo ungía para Su sepultura, lo “preparaba” para la muerte. Les dijo, ante su preocupación por el aparente despilfarro, que a los pobres siempre los tendrían cerca para ayudarles, pero a Él no. Lo que hizo esta mujer ha sido siempre contado al predicar el Evangelio pues: a) Ella efectuó un acto de adoración a Dios; b) Ella sin saberlo anunció Su muerte; c) Ella hizo tan buena obra como dar a los pobres. Predicar el Evangelio, también, es como derramar perfume en el alma de un abatido por el pecado y, a la vez, alegrar el corazón de Dios “4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1 Timoteo 2:4) 

Predicar es como derramar un vaso de alabastro, un perfume espiritual carísimo en el alma de un pecador y en el corazón del Señor. 

2.      Predicar es anticipar la venida del Señor.

“Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.” (San Marcos 13:10)

Este versículo se encuentra en el contexto de la profecía de Jesús acerca de los últimos tiempos. En los versos 5 al 7 nos presenta un panorama de la época que estamos viviendo. Los versículos 8-13, donde se encuentra esta frase, corresponden a la persecución que precederá a la Gran Tribulación. Hay una palabra que no podemos dejar pasar por alto, la palabra “antes”. Así como en el 7 Jesús nos dice “pero aún no es el fin”, aquí nos advierte que “antes” del fin es necesario que el Evangelio sea predicado en toda la Tierra. La predicación del Evangelio es una prioridad para el Señor y una de las señales de los últimos tiempos dada a Sus discípulos.  

Si la Iglesia está en el corazón del Señor, se esforzará por predicar el Evangelio para que la mayor cantidad de personas sean salvas. Si la Iglesia quiere ver pronto al Señor, estar luego en el cielo, entonces apresurará sus pasos predicando el Evangelio: “12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!” (2 Pedro 3:12 

Apresurar, apurar o anticipar es hacer que una cosa ocurra antes del tiempo previsto. Habrá quienes piensen que Dios ya lo tiene decidido, mas recordemos aquellas ocasiones en que Él cambió Su voluntad ante el buen proceder de un pueblo.  

Predicar es anticipar la venida del Señor, apurarla para que se convierta la mayor cantidad de personas y Él regrese pronto. 

3.      Predicar es luchar y exponerse contra la incredulidad.

“5 Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, / 6 habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina, / 7 y allí predicaban el evangelio.” (Hechos 14:5-7) 

El texto relata parte del primer viaje misionero de Pablo, cuando con Bernabé predicaban en Licaonia y sus alrededores en el Asia Menor, hoy Turquía, luego de haberlo hecho en Iconio. En esa ciudad lo habían hecho en una sinagoga y se convirtieron “una gran multitud” de judíos y gentiles. Pero los judíos que no les creyeron indispusieron a los gentiles contra Pablo y Bernabé. Tal cosa les instó a insistir en la predicación y Dios les concedía señales y milagros. Finalmente el público se dividió y los apóstoles tuvieron que arrancar pues judíos, gentiles y autoridades querían lapidarlos. Así fue que continuaron predicando el Evangelio en Listra y Derbe. 

No siempre será fácil la predicación del Evangelio; muchas veces implicará desavenencias, calumnias, malos entendidos y persecuciones.  

Predicar es luchar y exponerse contra la incredulidad, puesto que estamos en una guerra espiritual contra el demonio al cual le arrebatamos las almas. 

4.      Predicar es confirmar en la fe.

 “Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos” (Romanos 16:25) 

Este versículo es la primera frase de la doxología final de la carta a los Romanos. Se llama doxología a un himno o fórmula de alabanza a Dios que aparece en la Biblia y que suele utilizarse en la liturgia cristiana. Finaliza expresando: “al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.” (Romanos 16:27) En estas palabras el Apóstol reconoce que sólo Dios puede producir el crecimiento y despertar espiritual, confirmando la fe de los discípulos, de acuerdo al Evangelio que él predica y a la predicación de Jesucristo. Su Evangelio incluye los misterios que estaban ocultos y que ahora fueron revelados por su intermedio. 

Ese verso es un apretado resumen del mensaje paulino, en el que podemos ver cuatro conceptos:

a)      “Y al que puede confirmaros” Sólo Dios puede darnos la firmeza o seguridad en el camino de la fe.

b)      “según mi evangelio El ministro de Dios se ha apoderado del Evangelio como un mensaje propio. Su evangelio está dirigido principalmente a los gentiles.

c)      “y la predicación de Jesucristo,” El Evangelio es la predicación de una Persona, Jesucristo, Su nacimiento, vida, muerte y resurrección. Su vida incluye obras y enseñanzas. El objeto de nuestra predicación es Jesucristo.

d)     “según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos” Dios reveló al Apóstol una serie de misterios, entre los que destaca el de la salvación por Gracia. 

La predicación no sólo se dirige a los inconversos; también es para los creyentes y en este caso es para despertar, exhortar, animar, es decir confirmar en la fe. 

Predicar es también confirmar en la fe, cuando anunciamos a nuestros hermanos las verdades de Jesucristo y ellos despiertan y crecen en su fe. 

5.      Predicar es cumplir una orden de Jesucristo.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (San Marcos 16:15) 

La orden de Jesucristo es muy clara: “Id”. El verbo “ir” significa moverse hacia un lugar determinado, también es tener una dirección determinada o llevar a un sitio. Ejemplos: Ir a Jerusalén; yo voy a Jerusalén; ir de paseo; ir a dejar un encargo. Nunca es algo estático, siempre implica un desplazamiento. En este caso Jesús dice “por todo el mundo”; esa es la orden de Jesús, moverse, trasladarse hacia otros lugares para llevar el Evangelio. Sin embargo nosotros tantas veces permanecemos quietos, sin desplazarnos geográficamente, ni siquiera dentro del barrio, y esperamos que el Evangelio sea predicado. Hoy día también existen medios tecnológicos como la radio, la televisión y el internet, que nos permiten llevar el Evangelio hacia otras latitudes, pero eso no puede reemplazar el encuentro personal del predicador con el oyente. Perfectamente la Iglesia puede llegar a tener un satélite dedicado al anuncio del Evangelio en todo el planeta, como lo profetiza Apocalipsis: Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6) 

“Por todo el mundo” anima a las misiones: si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.” (Colosenses 1:23) Los misioneros son los apóstoles de hoy que llevan el mensaje a otros lugares del planeta, convierten almas y plantan iglesias. Desde el principio de la era cristiana se entendió que predicar era dar un mensaje de vida y esperanza: 14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar” (San Marcos 3:14) En su época los apóstoles llevaron el Evangelio a distintos lugares: Simón Pedro a Babilonia de Mesopotamia; Andrés a Edesa (en Turquía); Juan a Esmirna, Pérgamo, Sardis, Filadelfia, Laodicea, Tiatira; Felipe al Asia Superior, Heliópolis (Egipto), Frigia; Bartolomé a la India; Tomás a Partia y la India; Mateo a Partia y Etiopía; Simón a Mauritania, África y Gran Bretaña.  

En la historia del cristianismo se distinguen misioneros: a) Protestantes, como John Eliot a los indios de Norteamérica; William Carey a la India; Robert Morrison a la China; David Livingston al África; Mary Slessor al África Occidental; Albert Schweitzer al África ecuatorial francesa; William Cameron a Iberoamérica; y b) Católicos, como Bartolomé de las Casas a la América española; Francisco Javier a la India, Ceilán y extremo Oriente; Damián de Molokai a Hawai; Charles Eugene de Foucauld al norte de África; Teresa de Calcuta a la India. Todos ellos dieron sus vidas por la predicación del Evangelio de Jesucristo. 

Si tenemos a Cristo en nuestros corazones habrá un ardiente anhelo por predicar Su mensaje de salvación a todos quienes encontremos en nuestro camino. Si así lo hacemos, quienes nos escuchen y obedezcan al llamado, también querrán ser tan evangelizadores como nosotros. Tengamos pasión por las almas; no importa si somos pequeños o grandes predicadores; lo que importa es que prediquemos Su Evangelio. Desde que Jesús, nuestro Maestro, ordenó a Sus discípulos predicar el Evangelio hasta hoy ha habido grandes predicadores de Su Palabra de salvación. Muchos cristianos y cristianas han invertido sus vidas en esta tarea superior, han consagrado sus mentes, arriesgado su integridad física y salud, entregado sus recursos y anunciado el Evangelio a millones de almas que hoy son salvas. Atrevámonos nosotros también a ser predicadores del eterno Evangelio de Jesucristo, dediquemos la vida a ello y sea ésta nuestra obra y expresión de gratitud para el Señor que nos amó. Que nuestra labor quede escrita en el libro de la vida:  

3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.” (Filipenses 4:3) 

Predicar es cumplir una orden de Jesucristo, la más importante, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 

CONCLUSIÓN.

Es necesario entender el significado espiritual de las palabras “predicar”, “predicación”, “predicador”. Según la Biblia, predicar es: 1) Derramar un vaso de alabastro, un perfume espiritual carísimo en el alma de un pecador y en el corazón del Señor; 2) Anticipar la venida del Señor, apurarla para que se convierta la mayor cantidad de personas y Él regrese pronto; 3) Luchar y exponerse contra la incredulidad, puesto que estamos en una guerra espiritual contra el demonio al cual le arrebatamos las almas; 4) Confirmar en la fe, cuando anunciamos a nuestros hermanos las verdades de Jesucristo y ellos despiertan y crecen en su fe; y 5) Predicar es cumplir una orden de Jesucristo, la más importante, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”

 

PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

1)       ¿Ha predicado usted en un lugar público como una plaza, calle, institución, y cómo fue esa experiencia?

2)       ¿Cuáles son las dos verdades que Jesús declaró cuando una mujer derramó perfume sobre Su cabeza?

3)       ¿Puede Dios cambiar Su voluntad?

4)       ¿A qué equivale en la actualidad la discusión entre judíos y gentiles dentro de la Iglesia?

5)       ¿Cómo entiende la confirmación cristiana?

6)       ¿Quién fue la persona que le predicó el Evangelio cuando usted conoció al Señor?

7)       ¿Si pudiera escoger, a quienes les gustaría ser enviado/a a predicarles?

8)       ¿Qué haría usted ahora si una persona se convirtiera por su predicación?

9)       ¿Cuál es, a su parecer, la más importante orden que nos ha dado Jesucristo?

10)   ¿Qué personas de su entorno necesitan ahora escuchar el mensaje del Evangelio?

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.

  • Reina, Casiodoro de (1960). “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
  • MacArthur, John. (2011). “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 
  • (1979). “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.

·         (1960). “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/

·         “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.

·         “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/

·         Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php

  • Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd

·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/

  • http://www.rlhymersjr.com/Online_Sermons_Spanish/2011/060511AM_SignsOFChristsComing.html

  • http://www.biblestudytools.com/commentaries/utley/marcos/marcos13.html

  • http://www.leccionesuvinet.org/parenesis-9.php

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