domingo, octubre 12, 2008

NO DESCUIDES TUS DONES.


SIRVIENDO AL CUERPO DE CRISTO
II PARTE



Lectura Bíblica: 1 Timoteo 4:14

Propósitos de la Charla: a) Motivarse a descubrir los dones que el Señor nos ha dado; b) Comprender el propósito que tienen los dones en la Iglesia; c) Valorar el fervor y los dones como una bendición de Dios puesta en cada creyente.

Dios desea que trabajemos en equipo. El nos ha dado las capacidades necesarias para servirnos los unos a los otros. El trabajo de la Iglesia es anunciar el Evangelio y servir a las necesidades de la sociedad, mostrando el amor de Dios en todo lo que hagamos. Para ello necesitamos desatar manos y pies. “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.” (1 Timoteo 4:14) decía el apóstol a su discípulo. Hoy en día el Señor repite las mismas palabras.

Cada cristiano tiene el deber de descubrir su fervor y las capacidades o dones que el Señor le ha dado para servir en Su obra. “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (1 Pedro 4:10). Somos administradores de aquellas capacidades dadas por el Señor.

RENDIREMOS CUENTA DEL USO DE LOS DONES.
Los cristianos somos “mayordomos” de los dones que hemos recibido del Señor, ante quien daremos cuenta. En la parábola de los talentos el Señor cuenta: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. / A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. / Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. / Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. / Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. / Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. / Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. / Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. / Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. / Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. / Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; / por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. / Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. / Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. / Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. / Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. / Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” (San Mateo 25:14-30)

Jesús ha marchado a los cielos y ha repartido dones a Su Iglesia. A cada cristiano ha dado capacidades en distinta cantidad y género, como a Él le plació. Algunos multiplicaron esos dones, pocos o muchos, y obtuvieron el doble de ganancia de ellos. Mas otro, según la parábola, prefirió guardar su talento, hasta cuando regresara el Señor, pensando que así lo cuidaría, no se estropearía y podría devolverlo intacto a su Dueño. Llegado el tiempo de arreglar cuentas, quienes multiplicaron sus dones fueron premiados: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” En estas palabras hay implícita una recompensa para los que multiplicaron los talentos dados por el Señor. La explicación del que “cuidó” las monedas guardándolas, fue: “Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; / por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.” Explicó que tuvo miedo de su juicio, lo cual no agradó al Dueño pues consideró que el siervo había actuado con maldad e irresponsabilidad. Maldad pues perjudicó a su Señor y fue negligente en su deber. Si anhelamos ser servidores útiles en la obra de Dios, no guardemos los talentos que Él nos ha dado, sino que pongámoslos a trabajar, invirtamos en Su obra, hagamos tesoro en los cielos, activemos nuestros talentos, descubramos nuestros dones.

LOS DONES ACTÚAN COOPERATIVAMENTE.
Tiempo, salud, familia, etc. son dados por Dios. Es muy importante que cada cristiano conozca el o los dones que tiene él mismo como sus hermanos de congregación. Es preciso echar fuera orgullo, vanidad y mentira, a la hora de poner en movimiento el Cuerpo de Cristo. La Iglesia crece y se edifica mejor cuando despiertan los dones de sus miembros. A los dones de un discípulo corresponde un servicio de la Iglesia. Por un lado están los dones de cada uno y por otro los ministerios y servicios que desarrolla la Iglesia. Piense usted que su don o sus dones, apuntan a un servicio específico de la obra de Dios.

Existe en el ser humano la tendencia a pensar que el distinto a mí está mal, mas Dios ha creado con la diversidad y con ella ha formado un “todo”, la Iglesia. Cuando un “niño” nace en la Iglesia imita a los “padres”. “Sigan mi ejemplo” decía San Pablo, del mismo modo debe suceder hoy en la Iglesia. En cambio cuando los miembros son “independientes” y quieren prescindir de los demás discípulos, quieren estar solos, no relacionarse, lo cual afecta al Cuerpo de Cristo.

El agua sola, como la arena y el cemento, sin mezclar, no sirven para construir casas. Cuando se unen los tres elementos, se forma el concreto y se puede edificar. Asimismo pasa con nuestros dones. Al unirnos y servirnos unos a otros, podemos funcionar coordinadamente y ser Iglesia, Cuerpo de Cristo. Harina más huevos más agua más otros elementos, unidos, hacen una torta exquisita. De esto podemos aprender que un cristiano maduro no vive independiente sino en apoyo mutuo.

Cuentan que los distintos miembros del cuerpo se elogiaban a sí mismos: el ojo, la boca, el pie, la mano… Miraban al meñique del pie y se preguntaban ¿servirá para algo? Al faltar quedaron discapacitados. Todo cristiano necesita descubrir esto: “Soy indispensable para la Iglesia, porque soy miembro del Cuerpo de Cristo”.

LOS DONES SON PODERES OTORGADOS POR DIOS.
Los dones no se eligen sino que son otorgados por Dios. Tener un don no es correcto ni incorrecto. Los dones dan respuesta a la pregunta “¿en qué servir?”

Los dones espirituales son poderes especiales otorgados por Dios, para que cada discípulo pueda contribuir en forma personal a Su obra. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7) El Espíritu Santo nos dio los dones espirituales para que cada cristiano realice un servicio con sentido o propósito.

DIOS LOS REPARTE SOBERANAMENTE
“Pero todas estas cosas las hace uno y el Mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1 Corintios 12:11) Dios da Sus dones a todos los miembros de la Iglesia y no a unos pocos o a una minoría privilegiada. Él entrega Sus dones de acuerdo a Su Inteligencia y Gracia. Se puede afirmar que todos los creyentes tienen al menos un don y que cada uno es un servidor.

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10) Dios otorgó los dones para que sean de provecho o utilidad al Cuerpo de Cristo que es Su Iglesia. La existencia de los dones permite que haya un mejor servicio mutuo. El objetivo central de los dones espirituales es glorificar a Dios y edificar a los hermanos. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7)

De acuerdo a las características particulares de los creyentes, Dios ha proyectado minuciosamente los dones y servicios espirituales para que los creyentes puedan servir a la Iglesia según el don que recibieron. Los perfiles de los servidores no son elegidos según nuestra voluntad, sino que según el proyecto de Dios. Observemos en estos textos la soberanía de Dios en la repartición de los dones:
a) “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7)
b) “Pero todas estas cosas las hace uno y el Mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1 Corintios 12:11)
c) “Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso” (1 Corintios 12:18)
Cada discípulo de Jesucristo tiene un servicio específico en la Iglesia.

HAY DIVERSIDAD DE CREYENTES Y DONES.
En la Iglesia existe una diversidad de creyentes. Cada uno tiene características peculiares. Como el cuerpo humano tiene diversos miembros, así también el Cuerpo de Cristo. Cada uno de nosotros es diferente según el proyecto de Dios. “Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro fe, por el mismo espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas” (1 Corintios 12:8-10). A diversidad de creyentes, corresponde una diversidad de dones.

LOS DONES ACTÚAN EN EL APOYO MUTUO.
Dentro de la Iglesia pueden darse tres tipos de relaciones entre sus miembros:
Relación mutua: es aquella en que todos los miembros se contactan entre sí y están bajo la cobertura o protección de un pastor y hermanos más maduros.
Independiente: es aquella en que algunos cristianos considerados “maduros” sirven en forma independiente a Dios y al prójimo.
Relación de apoyo mutuo: es aquella en que cada miembro de la Iglesia se ayuda mutuamente y trabaja para el crecimiento y desarrollo del Cuerpo de Cristo.

Culturalmente tendemos a creer que “independencia” es sinónimo de madurez y “dependencia” es signo de inmadurez. Los dones no actúan en la independencia sino en la interdependencia.

El Señor espera una relación de apoyo mutuo en Su Iglesia. Él espera que nos sirvamos mutuamente, como lo hacen los distintos miembros del cuerpo humano, funcionando armónicamente: “así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Romanos 12:5); “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular” (1 Corintios 12:27)

Hay problemas que obstaculizan y evitan la relación de apoyo mutuo. Necesitamos implementar métodos que puedan hacer prosperar la relación de apoyo mutuo.

LOS DONES ACTÚAN EN LA DIVERSIDAD.
A través de los siguientes pasajes podremos entender que diversificación no es separación:
a) “Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo./ Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros” (1 Corintios 12:20,21);
b) “para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” (1 Corintios 12:25,26)

LOS DONES TIENDEN A LA UNIDAD.
Aún siendo diferentes, hemos sido llamados para servir sin separarnos: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. / Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. / Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.” (1 Corintios 12:4-6) Son diversos dones espirituales pero el Espíritu Santo es el mismo; los servicios son diferentes… pero es el mismo Señor Jesucristo; son diversas obras pero es el mismo Dios quien las realiza a través de distintos discípulos

Ser uno no quiere decir homogeneizar sino diversificar. “Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? / Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. / Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? / Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.” (1 Corintios 12:17-20)

No es necesario que seamos iguales para ser uno. “¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? /¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?” (1 Corintios 12:29,30). Todos los discípulos podemos llegar a ser uno, si tenemos un solo propósito: glorificar a Dios y edificar a nuestros hermanos.

PARA REFLEXIONAR:
1) ¿Cuáles son las causas de los problemas que obstaculizan y evitan la relación de apoyo mutuo en su iglesia?
2) ¿Qué soluciones y métodos pueden hacer prosperar la relación de apoyo mutuo en su iglesia?

BIBLIOGRAFIA
1) Maestra Sangsoon Kim; apuntes de clases Asignatura “Network”; Seminario Teológico Misión Internacional de la Gracia; Chile, 2008.
2) Grace Ministry Internacional; “Dones Espirituales, Network”; Seminario Teológico de la Gracia.
3) La Santa Biblia, Casiodoro de Reina, revisión de 1960, Broadman & Holman Publishers, USA.




RESUMEN.
1. DIOS DESEA QUE TRABAJEMOS EN EQUIPO.
· El nos ha dado las capacidades necesarias para servirnos los unos a los otros.
· Para ello necesitamos desatar manos y pies. (1 Timoteo 4:14)
· Cada cristiano tiene el deber de descubrir su fervor y los dones que el Señor le ha dado para servir en Su obra. (1 Pedro 4:10).
2. RENDIREMOS CUENTA DEL USO DE LOS DONES.
· Los cristianos somos “mayordomos” de los dones que recibimos del Señor
· Parábola de los talentos (San Mateo 25:14-30)
3. LOS DONES ACTÚAN COOPERATIVAMENTE.
· Cada cristiano debe conocer sus dones y los de sus hermanos.
· Echar fuera orgullo, vanidad y mentira
· Existe en el ser humano la tendencia a pensar que el distinto a mí está mal
· Ejemplo del agua + la arena y + el cemento = concreto
· Ejemplo de la harina + huevos + agua + otros elementos = unidos torta
· Ejemplo de los miembros que miraban con desprecio al meñique del pie.
· “Soy indispensable para la Iglesia, porque soy miembro del Cuerpo de Cristo”.
4. LOS DONES SON PODERES OTORGADOS POR DIOS.
· Los dones no se eligen
· Dan respuesta a la pregunta “¿en qué servir?”
· Son poderes especiales otorgados por Dios.
5. DIOS LOS REPARTE SOBERANAMENTE
· Dios da Sus dones a todos los miembros de la Iglesia.
· Cada creyente tiene al menos un don y es un servidor.
· Dios otorgó los dones para que sean de provecho
· Observemos en estos textos la soberanía de Dios:
o a cada uno (1 Co. 12:7)
o repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1 Co. 12:11)
o como él quiso” (1 Co. 12:18)
6. HAY DIVERSIDAD DE CREYENTES Y DONES.
· Como el cuerpo humano tiene diversos miembros, también el Cuerpo de Cristo.
· Cada uno de nosotros es diferente según el proyecto de Dios.
7. LOS DONES ACTÚAN EN EL APOYO MUTUO.
· Dentro de la Iglesia pueden darse tres tipos de relaciones entre sus miembros:
o Relación mutua: todos los miembros se contactan entre sí y están bajo cobertura.
o Independiente: cristianos que sirven en forma independiente a Dios.
o Relación de apoyo mutuo: cada miembro de la Iglesia se ayuda mutuamente y trabaja para el crecimiento y desarrollo del Cuerpo de Cristo.
· Se piensa que “independencia” es madurez y “dependencia” inmadurez.
· El Señor espera una relación de apoyo mutuo en Su Iglesia.
· (Romanos 12:5);
· (1 Corintios 12:27)
8. LOS DONES ACTÚAN EN LA DIVERSIDAD.
· (1 Corintios 12:20,21);
· (1 Corintios 12:25,26)
9. LOS DONES TIENDEN A LA UNIDAD.
· Aún siendo diferentes, hemos sido llamados para servir sin separarnos:
· (1 Corintios 12:4-6)
o Son diversos dones espirituales à pero el Espíritu Santo es el mismo
o los servicios son diferentesà pero es el mismo Señor Jesucristo;
o son diversas obras à pero es el mismo Dios quien las realiza a través de distintos discípulos
· Ser uno no quiere decir homogeneizar sino diversificar. (1 Corintios 12:17-20)
· No es necesario que seamos iguales para ser uno. (1 Corintios 12:29,30).
· Todos los discípulos podemos llegar a ser uno, si tenemos un solo propósito: glorificar a Dios y edificar a nuestros hermanos.
REFLEXIÓN
· ¿Cuáles son las causas de los problemas que obstaculizan y evitan la relación de apoyo mutuo en nuestra Iglesia?
· ¿Qué soluciones y métodos pueden hacer prosperar la relación de apoyo mutuo en nuestra Iglesia?

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