EPÍSTOLAS DE SAN JUAN
LECCIÓN 25
© Pastor Iván Tapia
Lectura
bíblica: “4 Mucho me
regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad,
conforme al mandamiento que recibimos del Padre. / 5 Y ahora te ruego, señora, no como
escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el
principio, que nos amemos unos a otros.
/ 6 Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el
mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el
principio. / 7 Porque muchos engañadores
han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne.
Quien esto hace es el engañador y el anticristo. / 8 Mirad por vosotros mismos,
para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón
completo. / 9 Cualquiera que se
extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que
persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. / 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae
esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! / 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido!
participa en sus malas obras.” (2 Juan
1:4-11)
Idea
central: Análisis de la Segunda Epístola de Juan.
Objetivos:
a) Conocer, apreciar y practicar la enseñanza de la Segunda Carta de San Juan;
b) Identificar los aspectos doctrinales básicos de la enseñanza de San Juan; c)
Comprender los conceptos juaninos de: Verdad, mandamiento, amor,
anticristo; d) Comprender y aplicar la relación que tienen el Amor y la Verdad
en la teología de San Juan; e) Identificar y luchar contra falsas doctrinas; f)
Comprender y practicar las dos principales advertencias de esta carta.
Resumen: La breve Segunda Epístola de San Juan resume
el Evangelio como la práctica del amor de Dios a imitación de Jesucristo, quien
dio Su vida por la Iglesia. Ordena a los cristianos a caminar en la
Verdad y rechazar toda herejía.
S
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e inicia la Segunda epístola de San Juan
con estas palabras: “1 El anciano a la
señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino
también todos los que han conocido la verdad,
/ 2 a
causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con
nosotros: / 3 Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del
Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.” (2 Juan 1:1-3)
Indudablemente “el anciano” es el mismo
Juan apóstol que se autodenomina así y “la señora elegida” es la iglesia a la
cual dirige su carta. Prefiere obviar los nombres y no individualizar. De este
modo su carta se vuelve universal. Seguramente esto obedecía a la persecución
de aquellos días, en caso de que los enemigos de los cristianos encontraran la
carta. Los cristianos del primer siglo fueron perseguidos por los emperadores Nerón
y Domiciano.
La carta está dirigida a “la señora elegida y a sus “hijos”, es
decir la Iglesia y los discípulos de ella. Por tanto está dirigida a nosotros y
a todo cristiano nacido de nuevo que está sujeto al Cuerpo de Cristo. San Juan
les expresa su amor y especifica que ese amor es “en la Verdad” del Evangelio.
Agrega que no solamente él les ama, sino que también “todos los que han conocido la verdad”. ¿Acaso no amamos los
cristianos a todo cristiano porque es nuestro hermano y especialmente si camina
fielmente en la Verdad de Jesucristo?
La Verdad en que caminan los cristianos
es la Verdad transmitida por los apóstoles del Señor Jesucristo. Ésta
permaneció en sus vidas dando un poderoso testimonio de fe. Asimismo lo hacen hoy los buenos
ministros de Dios, dan testimonio de la Verdad y por ese testimonio, en
palabras y obras, muchas vidas se convierten al Señor.
Esta es la introducción y saludo que
escribe San Juan a la Iglesia, el que termina con una bendición: “Sea con vosotros gracia, misericordia y
paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en
amor.” (2 Juan 1:3) Esta
frase en Teología se llama “doxología” y es una fórmula que se utiliza para
alabar a Dios. Comúnmente se pronuncia en el cierre de una oración o bendición.
Encontramos diversas doxologías en la Biblia.
Constatamos que esta epístola es muy
corta y se puede dividir en tres partes: a) La salutación, b) El cuerpo, y c)
La despedida. En el cuerpo de la carta hayamos dos enseñanzas o advertencias que
hace el apóstol para permanecer en la
doctrina de Cristo.
¿Qué advertencias hace San Juan en su
segunda epístola?
1. Andar en la
Verdad
“4
Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la
verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre. / 5 Y ahora te ruego, señora, no como
escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el
principio, que nos amemos unos a otros. / 6 Y este es el amor, que andemos
según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como
vosotros habéis oído desde el principio.”
(2
Juan 1:4-6)
San Juan está muy contento porque ha
encontrado a algunos discípulos caminando en la Verdad. Recordemos que para él
la Verdad es el Amor, la Luz de Dios. No es como la considera nuestra cultura
occidental: una creencia, una filosofía, un principio teológico, en fin algo de
la razón. Para el apóstol la Verdad es una vivencia de la fe, como lo expresa cuando
escribe: “5 Este es el mensaje que hemos
oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. /
6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y
no practicamos la verdad; / 7 pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia
de todo pecado.” (1 Juan 1:5-7)
Quien no ama al prójimo y a Dios no tiene la verdad y es un ciego y mentiroso.
Andar en la Verdad es cumplir el “mandamiento
que recibimos del Padre.” Este mandamiento principal es el Amor a Dios y al
prójimo como a sí mismo. Este mandamiento es amar como Jesús nos amó, dando Su
vida por los pecadores. Y como es su estilo, siempre volviéndonos a los
principios básicos del Evangelio, siempre repitiendo el credo del Amor, dice a
la Iglesia: “Y ahora te ruego, señora, no
como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el
principio, que nos amemos unos a otros.” (2 Juan 1:5)
Otra vez San Juan define el Amor: “Y este es el amor, que andemos según sus
mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis
oído desde el principio.” (2 Juan 1:6)
Repite lo que ya manifestó en su primera epístola.
2. Rechazar a los
herejes
“7
Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que
Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.
/ 8 Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo,
sino que recibáis galardón completo. / 9
Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a
Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al
Hijo. / 10 Si alguno viene a vosotros, y
no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! / 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido!
participa en sus malas obras.” (2 Juan
1:7-11)
Agrega nuevamente su preocupación por
los herejes que niegan una venida de Jesucristo como Hombre verdadero: “Porque muchos engañadores han salido por el
mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es
el engañador y el anticristo.” (2
Juan 1:7) A estos llama engañadores.
Contra los tales y para cuidado de su
desarrollo espiritual en la Verdad, les aconseja:
1. “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el
fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.” (2 Juan 1:8)
Cuidar la salvación recibida, mantenerse en la Verdad recibida de los apóstoles
para no sufrir pérdida y sea en vano todo el esfuerzo desplegado en el camino
de Cristo. El cristiano debe guardar sus pensamientos, su conciencia, su
relación con Dios y con el prójimo en la santidad.
2. “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la
doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo,
ése sí tiene al Padre y al Hijo.” (2 Juan 1:9) Permanecer en la
doctrina de Jesucristo sin apartarse de ella, entusiasmándose con teorías
aparentemente mejores a lo recibido. Perseverar en la doctrina es conocerla
cada día más profundamente y vivirla. El gran desafío que nos presenta el
mensaje de Jesucristo es la práctica de todas sus enseñanzas, pues el Evangelio
es Vida. Si no lo vivimos, lo negamos y somos unos fariseos hipócritas.
3. “Si alguno viene a vosotros, y no trae esta
doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! / Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa
en sus malas obras.” (2 Juan 1:10,11) La Palabra de Dios no
nos invita en este pasaje a discutir ni siquiera a defender el Evangelio, sino
que a rechazar completamente a quienes traen doctrinas extrañas. Es una postura
drástica cuya razón está en lo pernicioso que puede ser involucrarse con ellos,
corriendo peligro nuestras almas. Es muy difícil que convenzamos a un hereje,
es un trabajo que debemos dejar a ministros muy capacitados y sobre todo a
Dios. Oremos por los que caminan en el error.
Finalmente el apóstol declara que hay muchas
cosas que debe decirles pero que no desea hacerlo por escrito sino decírselas
personalmente. Espera verles pronto y así disfrutar todos del amor de Dios.
Termina su breve carta con saludos de su congregación: “Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén.” (2 Juan 1:13)
CONCLUSIÓN
La Segunda
Epístola de San Juan es muy breve y sintética. Está dirigida a una comunidad cristiana
y contiene en resumen los principales aspectos doctrinales de la Primera Epístola,
como la importancia del amor como eje central de la enseñanza del Evangelio, la
identificación de la Verdad con la práctica del amor al prójimo y a Dios; y la
lucha contra las falsas doctrinas. En resumen, San Juan en esta carta advierte
a los cristianos que deben: 1) Andar en la Verdad y 2)n Rechazar a los herejes.
PARA TRABAJAR EN EL
CENÁCULO:
1)
¿Qué enseñanza le queda de esta Segunda Epístola de Juan?
2)
¿Qué escribiría si tuviese que mandar un mensaje
muy breve a la Iglesia de estos tiempos?
3)
¿Cuáles son, cree usted, los principales aspectos
del mensaje del Evangelio?
4)
¿Cuál es el eje central de la enseñanza de
Jesucristo?
5)
¿Qué es lo más importante al predicar el Evangelio?
6)
¿Con qué identifica la Verdad el apóstol Juan?
7)
¿Cuál es el mayor perjuicio de una falsa doctrina?
8)
¿Cuáles son las dos advertencias que hace San Juan
a los cristianos en esta carta?
9)
¿Qué
debemos enseñar a las personas para que anden en la Verdad?
10) ¿En qué
consistía la herejía que enfrentaba el apóstol Juan y las iglesias de su época?
11) ¿Qué herejías
advierte en nuestra época?
12) ¿Cómo debemos
actuar los cristianos con familiares y amigos que siguen doctrinas cristianas
heréticas y doctrinas no cristianas?
13) ¿Quiénes niegan
hoy día a Jesucristo como Hombre y quiénes como Dios verdadero?
14) ¿Cómo podemos
cuidar la salvación recibida?
15) ¿Cómo podemos
perseverar en la doctrina de Cristo?
16) ¿Qué está
haciendo su Iglesia para conocer la doctrina más profundamente y vivirla?
17) ¿Cuál es el
mayor desafío que nos presenta el mensaje de Jesucristo?
18) ¿Qué y por qué ordenó
San Juan no dar la bienvenida a los herejes?
19) ¿Es conveniente
discutir la Palabra de Dios con los herejes?
20) ¿Está usted
orando por los que caminan en el error?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
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(1966, 1970, 1979, 1983, 1996) “Dios
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https://es.wikipedia.org/
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Pérez Millos, Samuel “Comentario Exegético Al
Texto Griego del Nuevo Testamento – Hebreos”
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https://www.biblegateway.com
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