LECCIÓN 18
© Pastor Iván Tapia
Lectura
bíblica: “17
En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en
el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. / 18 En
el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el
temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el
amor. / 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. / 20 Si alguno
dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama
a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? /
21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a
su hermano.” (1 Juan
4:17-21)
Idea central: El Amor que debemos practicar.
Objetivos:
a) Comprender y alabar a Dios por Su esencia de Amor; b) Comprender
que el cristiano debe vivir y expresar el Amor Divino en su vida; c) Entender y
practicar la esencia del Amor, que es buscar el bien de los demás; d) Aceptar y
experimentar que Dios quiere que seamos como Jesucristo, expresión de Su Amor;
e) Entender que Dios ha derramado Su Amor en nosotros y pide que cada cristiano lo refleje, perfeccione y proyecte al hermano.
Resumen: Dios quiere
que seamos como Jesucristo y expresemos Su Amor derramado en nosotros, el que
debe ser reflejado, perfeccionado y vivido en cada hermano.
H
|
emos visto en esta carta de San Juan la revelación de Dios como un Ser
cuya esencia es el Amor, aunque esa revelación ya la hizo Jesucristo en Su
Evangelio y en Su Persona. El apóstol Juan años después sólo viene a recordar a
la Iglesia que “Dios es Amor” y por tanto cada cristiano debe vivir y expresar
ese Amor en su vida.
La virtud del Amor es una de las llamadas virtudes teologales pues proviene de Dios. El amor de Dios es
perfecto. Su llamado es a reflejar ese amor, pero aún más a dejar fluir ese
Amor que el Espíritu Santo ha derramado en el corazón del creyente. El Amor es
superior a cualquier habilidad, talento, carisma, ministerio y cualquiera obra
que hagamos; si no se hace por amor y con amor será puro ruido inútil.
La esencia del Amor es buscar el bien de los demás. Lamentablemente
muchas veces estamos más interesados en el poder y en el hacer más que en el
ser. Dios quiere que seamos como Jesucristo, expresión de Amor. ¿Qué espera
Dios de nosotros en cuanto al Amor que ha derramado en nosotros?
¿Qué pide Dios de cada cristiano en
cuanto al Amor?
1. Reflejar el Amor de Dios.
“17
En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en
el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.” (1 Juan 4:17)
Dice la Palabra
de Dios que “...el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Romanos 5:5) Pero ese Amor necesita ser
perfeccionado, desarrollado día a día. Muchas de las experiencias de
desencuentro con otras personas, son un medio que utiliza el Señor para que
desarrollemos esa virtud teologal.
Si desarrollamos
el Amor a los niveles que el Espíritu Santo nos sugiere, podremos llegar con
menos cargas al Tribunal de Cristo. Ya sabemos que “4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no
es jactancioso, no se envanece; / 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no
se irrita, no guarda rencor; / 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. / 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
(1 Corintios 13:4-7) De acuerdo a
esta norma que resume la práctica del Amor todo cristiano convertido va a ser
evaluado por el Señor, “Porque es
necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno
o sea malo.” (2 Corintios 5:10)
En este caso, el
apóstol Juan nos está hablando de un juicio; no es suave en su expresión y por
tanto nosotros tampoco debemos tomar con ligereza esta advertencia. Seremos de
algún modo “juzgados” por el Señor y ese juicio se basará en el Amor; que tan
amorosos hemos sido en el trato con nuestros hermanos y el prójimo.
Los cristianos
somos un reflejo de lo que es Cristo: “como
él es, así somos nosotros en este mundo.” Esto se puede apreciar en
diversos versículos de la Palabra de Dios.
·
En primer lugar renacemos en Cristo para
una vida nueva y distinta a la que llevábamos en el mundo: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4)
·
Si Jesús nos recibió con comprensión de
nuestra condición de pecadores, con amor y perdón, con simpatía, los cristianos
hemos de hacer lo mismo: “Por tanto,
recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de
Dios.” (Romanos 15:7)
·
Una vez más se nos dice que debemos
practicar el Amor: “Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante.” (Efesios
5:2)
·
A los esposos se les ordena imitar a
Cristo: “Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25)
·
En fin, debemos ser santos como
Jesucristo: “sino, como aquel que os
llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; /
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Pedro 1:15)[1]
2. Perfeccionarse en el Amor.
“18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque
el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en
el amor.” (1 Juan 4:18)
Quien ama con el
Amor de Dios es decir desde su espíritu y no en la carne del alma, no tendrá
temor alguno porque estará actuando en la voluntad de Dios. Cuando no hay Amor,
cuando se impide que fluya ese don divino; cuando la intolerancia, la maldad, el orgullo, la aspereza, el egoísmo, la
angustia, la amargura, la crueldad o la bajeza, no permiten el fluir del Amor,
hay dolor y frustración espiritual, el cristiano no se siente bien y teme a la
reprensión de Dios.
El Amor de Dios se desarrolla y perfecciona especialmente en su práctica
con el prójimo. Pero no es una virtud, o un cúmulo de virtudes, que haya que
forzar, sino una experiencia que se vive junto a Dios y guiada por Él.
¿Cómo aprenderemos paciencia si no es sometiéndonos a situaciones
conflictivas que provoquen impaciencia o pongan de relieve nuestra
intolerancia? ¿Cómo vamos a aprender bondad si no nos enfrentamos a las
necesidades de otros y a nuestra propia maldad? ¿Cómo aprenderemos humildad si
no somos sometidos al dominio justo o injusto de otros y no reconocemos nuestro
orgullo? ¿Cómo aprenderemos delicadeza si no sufrimos el trato áspero ni
descubrimos la propia aspereza? ¿Cómo vamos a aprender altruismo si no se nos
muestra cuánto egoísmo hay en nuestros corazones? ¿Cómo aprenderemos serenidad
sin ser sometidos a circunstancias que generan tensión y angustia? ¿Cómo se
aprenderá jovialidad si no soy sometido a experiencias que hagan superar toda
amargura? ¿Cómo aprenderemos compasión si no somos enfrentados a circunstancias
dolorosas en nuestro medio y no descubrimos nuestra indiferencia y crueldad? y
¿Cómo vamos a ser personas magnánimas si no nos toca vivir experiencias que
fomenten el desarrollo de esa virtud y nos permitan superar toda bajeza de
espíritu?
Dios nos prueba. ¿Qué es la prueba? Es un test revelador de la condición
humana en cierta área. La prueba es muy necesaria en el camino de Cristo: “2
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, / 3
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. / 4 Mas tenga la
paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os
falte cosa alguna.” (Santiago
1:2-4) La prueba delata el nivel de desarrollo del cristiano y por ende lo
conduce hacia un cambio.
Para que se
produzca el cambio Dios nos trata con cierta disciplina. Por eso algunos llaman
a esa disciplina “trato” de Dios. ¿Qué es el trato o disciplina del Señor? Es
una serie de circunstancias difíciles a las que se ve enfrentado el cristiano y
cuyo propósito es el desarrollo de virtudes: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella
han sido ejercitados.” (Hebreos
12:11)
Lo que para un
no creyente es maldición, mala suerte, injusticias de la vida, sufrimiento sin
sentido y hasta castigo de Dios, para el cristiano es la oportunidad de ser
mejores, es el modo en que Dios nos transforma a la imagen de Su Hijo: “28 Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito
son llamados. / 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para
que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.” (Romanos
8:28,29)
3. Amar a Dios en el hermano.
“19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó
primero. / 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es
mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a
Dios a quien no ha visto? / 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El
que ama a Dios, ame también a su hermano.” (1 Juan 4:19-21)
Fue Dios quien
primero nos amó y al recibir de ese gran Amor que Él tiene por los seres
humanos, nosotros le amamos.
Nadie que
aborrezca al hermano puede decir que ama a Dios, pues Él vive en el hermano, ya
que éste es parte del Cuerpo de Cristo. Es una mentira creer que se ama a Dios
si no se ama a Su Cuerpo en la Tierra.
Es imposible
amar al Invisible si no amamos a la expresión visible de Dios en la Tierra. Nadie
va a ser capaz de amar realmente a Dios sin amar a Sus hijos. Hay muchas
personas que quieren tener una relación con Dios y dicen amarlo, pero
manteniéndose apartadas de la Iglesia, lejos de hermanos cristianos. ¿Aman
realmente a Dios estas personas? Quieren ser discípulos solitarios de Jesús,
mas Él siempre estuvo con personas, formó discípulos y apóstoles, la familia de
Dios, la Iglesia.
Juan dice que
los apóstoles tienen un mandamiento de Jesús. No sabemos si está resumiendo de
otra forma la doctrina del Señor o quizás está citando una frase que Jesús dijo
y que no está registrada en el Evangelio: “El
que ama a Dios, ame también a su hermano.” Amar al hermano en la fe es tan
importante como amar a Dios. Debemos comprender que al amar a los miembros de
Su Cuerpo estamos amando a Dios. La devoción a Dios en la oración, la alabanza
y todas las formas de culto al Señor, son hermosas y apreciables, pero si no
cultivamos una relación con nuestros hermanos, si no tenemos comunión con
ellos, en verdad estaremos despreciando a Dios y este mandamiento de Jesús,
escrito por San Juan: “El que ama a Dios,
ame también a su hermano.” Recuerde: No se puede amar a Dios y despreciar
al hermano, como tampoco amar al Creador y despreciar Sus criaturas.
CONCLUSIÓN.
Puesto que Dios es Amor, cada cristiano debe vivir y expresar ese Amor en
su vida. La esencia del Amor es buscar el bien de los demás. Dios quiere que
seamos como Jesucristo, expresión de Su Amor. Para ello lo ha derramado en
nosotros y ahora pide de cada cristiano:
1) Reflejar el Amor de Dios; 2) Perfeccionarse en el
Amor; y 3) Amar a Dios en el hermano.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1)
¿Cuándo le resulta a usted más difícil actuar
con amor?
2)
¿Sobre qué fundamento basará el Señor su
“juicio” en el Tribunal de Cristo?
3)
¿Qué
espera Dios de nosotros en cuanto al Amor que nos ha derramado?
4)
¿De qué forma práctica podemos reflejar el Amor de Dios?
5)
¿Qué experiencia de desencuentro con
otra persona ha tenido en estos días y qué puede aprender de ello?
6)
¿Cómo podemos
desarrollar la serenidad frente a situaciones que generan tensión y angustia?
7)
¿Ha descubierto
en su interior sentimientos de indiferencia y crueldad?
8)
¿Cómo quiere usted presentarse ante el
Tribunal de Cristo?
9)
¿En qué medida ha sido bíblica su
actuación como esposo/a?
10) ¿Cree que un cristiano pueda ser
alcanzado por una maldición?
11)
¿Cree que son
necesarias las pruebas y disciplina en la vida cristiana o esto es una
interpretación equivocada?
12)
¿Cómo puede la
Iglesia estimular la bondad en los discípulos?
13)
¿En qué
circunstancias podemos descubrir el orgullo de nuestro corazón?
14)
¿Se considera una persona humilde?
15) ¿Qué conductas le desagradan en un cristiano?
16) ¿Le
cuesta a usted aceptar como “hermanos” a otros cristianos?
17) ¿Qué
es, en su opinión, más importante: la devoción a Dios o la relación con los
hermanos?
18) ¿Cómo
interpreta usted la frase “El que ama a Dios, ame también a su hermano”?
19) ¿Aman
realmente a Dios los monjes anacoretas?
20) ¿Se
puede ser un buen cristiano apartado de la Iglesia?
21)
¿Cuál ha sido el
trato más duro de Dios que usted ha vivido, qué aprendió de él y cómo terminó?
22) ¿Cómo
podrían todos los cristianos ser un reflejo de lo que es Jesucristo?
23) ¿Cree
que seremos “juzgados” o “evaluados” por el Señor en el Tribunal de Cristo?
24) ¿Es el amor una virtud dada y desarrollada
por Dios en el cristiano o una virtud que el cristiano debe desarrollar con la
ayuda de Dios?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
·
Reina,
Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia”
Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
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MacArthur, John. (2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson
Inc.
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(1979) “Dios
Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.
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(1960) “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de:
http://www.gentle.org/biblia/
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“Nuevo
Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.
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de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en:
http://www.rae.es/
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“Concordancia
electrónica de la Biblia” Disponible
en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php
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Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd
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(1966, 1970, 1979, 1983, 1996) “Dios
habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
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https://es.wikipedia.org/
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Pérez Millos, Samuel
“Comentario Exegético Al Texto Griego del Nuevo Testamento –
Hebreos”
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https://www.biblegateway.com
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“Vocabulario
Bíblico”
Disponible en: http://hjg.com.ar/vocbib/art/prueba_tentacion.html
·
“La
virtud cristiana del amor” Disponible en:
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/la-virtud-cristiana-del-amor/
[1] Otros textos
acerca de la imitación de Jesucristo: 1 Corintios 11:1 / 2 Corintios 1:18 / 2
Corintios 10:7 / 1 Juan 1:7 / 1 Juan 2:6
/ 1 Juan 3:3
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