LECCIÓN 3
© Pastor Iván Tapia
Lectura
bíblica: “Dios
fue manifestado en carne, / Justificado en el Espíritu, / Visto de los
ángeles...” (1 Timoteo
3:16)
Idea central: Los ángeles acompañaron
a Jesús en Su ministerio.
Objetivos: a) Conocer y apreciar la forma en que los ángeles estuvieron presentes
durante la vida y ministerio de Jesús; b) Comprender el papel de testigos
celestiales que tuvieron los ángeles en la misión de Jesús; c) Comprender que
los ángeles continúan actuando en el Nuevo Pacto junto al Espíritu Santo; d) Comprender
que los ángeles anunciaron y celebraron el nacimiento del Hijo de Dios; e) Conocer
cómo fortalecieron a Jesús y nos fortalecen en momentos difíciles; f) Entender
que ellos fueron actores y testigos de la resurrección, como un día lo serán de
la nuestra; g) Entender que conocen y admiran el misterio del Evangelio en la
Iglesia; y h) Saber y creer que los ángeles vieron la ascensión de Jesús y
anunciaron Su regreso.
Resumen: La presencia
de seres celestiales, los ángeles y arcángeles específicamente, fue muy
significativa en la vida y ministerio del hijo de Dios en la Tierra. Ellos
estuvieron en los momentos más importantes y colaboraron en Su obra, junto al
Espíritu Santo, desde que nació hasta Su ascensión. Hoy en día continúan
obrando en medio de la Iglesia y en el ministerio de evangelización de ésta.
E
|
l apóstol Pablo escribe a su discípulo Timoteo,
obispo en Éfeso, este pequeño credo, quizás estrofa de algún himno de la época,
en el que manifiesta que el misterio de la fe cristiana es grande: Primero Dios
se manifestó como Hombre; segundo, el Espíritu Santo le respaldó en cuanto hizo
y dijo; y tercero, los ángeles le anunciaron, acompañaron y fueron Sus testigos.
Jesús fue motivo de admiración, expectación y adoración por parte de los seres
celestiales.
¿Cuál fue el rol de los ángeles en la vida de Jesús?
1.
Los ángeles anunciaron Su venida y la
celebraron.
“26
Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, / 27 a
una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y
el nombre de la virgen era María. / 28 Y entrando el ángel en donde ella
estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las
mujeres. / 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué
salutación sería esta. / 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque
has hallado gracia delante de Dios.” (San
Lucas 1:26-30)
El sexto mes
hebreo es nombrado “elul” y corresponde a nuestro agosto-septiembre. Es el fin
de la estación seca y con ello el fin de la vendimia, cuando se recoge la uva.
En ese tiempo Dios envió al arcángel Gabriel a Nazaret de la región de Galilea,
para anunciar a María, una virgen desposada con José, que Dios engendraría en
ella al Hijo de Dios. El término traducido como virgen, moza o doncella es en
hebreo “'almãh”. Es una joven que nunca se ha unido a varón, como lo anunció el
profeta: “Por tanto, el Señor mismo os
dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel.” (Isaías 7:14)
Desde Su
gestación, hubo ángeles participando y observando la Persona del Salvador. Como
apareció a María, también lo hizo a humildes pastores que vigilaban en la
noche, en los campos de Belén:
“8 Había pastores en la misma región, que
velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. / 9 Y he aquí, se
les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor;
y tuvieron gran temor. / 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí
os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: / 11 que os ha nacido
hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” (San Lucas 2:8-11)
Los ángeles
anunciaron a Jesucristo como el Dios que nacería como ser humano. Ángeles
anunciaron Su venida y la celebraron. Le vieron en Belén a este Dios, como un
niño indefenso.
2.
Los ángeles le fortalecieron en momentos
difíciles.
“El
diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” (San Mateo 4:11)
Al inicio de Su
ministerio Jesús, guiado por el Espíritu Santo, se dirigió al desierto para
hacer un ayuno de 40 días y así prepararse para los muchos desafíos que le
esperaban en el cumplimiento de Su misión. Si tres años habría de durar Su
ministerio, tres veces le tentó Satanás en el desierto y lo hizo en las tres
áreas que nombra el apóstol Juan en su carta: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los
deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:16)
Jesús pudo repeler el ataque satánico a Su mente y Su carne, con la Palabra de
Dios y el diablo se apartó de Él. De todo ello fueron testigos los ángeles, que
luego le servían. Cuando logramos vencer las tentaciones del diablo, los
ángeles nos ministran paz, gozo, más sabiduría y poder.
Algo similar
sucedió tres años más tarde, cuando estando en agonía de Su alma en el Huerto
de los Olivos, llegó a transpirar sangre de tanto dolor que sufría. A pesar de
ello renunció a su yo humano y prefirió que se cumpliera la voluntad de Dios.
Entonces fue cuando vino un ángel a darle fortaleza: “Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.” (San Lucas 22:43) Los seres celestiales,
específicamente los ángeles, son mensajeros de paz y nos ayudan en nuestras
lides cuando invocamos a Dios. No debemos orar a los ángeles sino al Padre, en
el nombre de Jesús, y Él enviará a Sus ángeles a ayudarnos.
Los ángeles
siempre estuvieron pendientes de los hechos de Jesús, ellos fueron testigos celestiales
de la obra de Dios en Él y cuando lo requirió, acudieron a ayudarle, por
voluntad del Padre. También a los cristianos los ángeles, que trabajan unidos
al Espíritu Santo, nos ministran.
3.
Los ángeles fueron actores y testigos de Su
resurrección.
“2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel
del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó
sobre ella. / 3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la
nieve. / 4 Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. /
5 Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo
sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. / 6 No está aquí, pues ha
resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. / 7 E id
pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va
delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.” (San Mateo 28:2-7)
En la
resurrección de Jesucristo se registra que un ángel descendió del cielo y
corrió la enorme piedra que tapaba la entrada. La tumba había sido cavada en la roca y aparentemente contenía una sola
caverna. Una piedra enorme fue rodada en una huella ligeramente deprimida a la
entrada. El peso de la piedra era aproximadamente de 1,5 tonelada, es decir
1.500 kilos. Sólo un ángel podría removerla.
La apariencia de este ser celestial era
sumamente luminosa, “como un relámpago”, y vestido con un traje blanquísimo. No
se dice la forma de ese traje, San Lucas dice que eran “vestiduras
resplandecientes”. Los guardias, que cuidaban la tumba para que los discípulos
no se robaran el cuerpo, estaban atónitos.
Llegadas las mujeres, el ángel las
tranquilizó diciéndoles que no tuvieran miedo. Les dijo que Jesús había
resucitado, tal como Él mismo lo había prometido. Les mostró el interior delñ
sepulcro vacío y les dijo que fueran pronto a avisar a Sus discípulos que el
Señor había vuelto a la vida, que va hacia Galilea, donde debía encontrarse con
ellos. San Marcos da otros detalles del hecho:
“5
Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho,
cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. / 6 Mas él les dijo: No os
asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no
está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. / 7 Pero id, decid a sus
discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis,
como os dijo. / 8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había
tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.” (San Marcos 16:5-8)
San Lucas no
dice que fue un ángel, tampoco que era un joven, sino que fueron dos ángeles
que se aparecieron a ellas:
“4 Aconteció que estando ellas perplejas por
esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras
resplandecientes; / 5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les
dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? / 6 No está aquí, sino
que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, /
7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de
hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.” (San Lucas 24:4-7)
Lo que ellas
estaban experimentando era sencillamente el cumplimiento de las Escrituras. En
este relato hay una frase muy interesante que hasta el día de hoy nos
interpela: ¿Por qué buscáis entre los
muertos al que vive? A Jesús no debemos buscarle en el cementerio sino en
la vida misma, Él no es un Dios muerto sino vivo porque ha resucitado.
Al igual que
Lucas, el apóstol Juan también registra la presencia de dos ángeles en la tumba
de Jesús:
“11 Pero María estaba fuera llorando junto
al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; /
12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la
cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. /
13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi
Señor, y no sé dónde le han puesto.” (San
Juan 20:11-13)
La presencia de
ángeles en la tumba de Jesús da cuenta de la importancia de Su resurrección. Es
la manifestación de la obra cumplida y ellos están allí para certificarlo. Los
ángeles, junto al Espíritu Santo, obraron coordinada y poderosamente en la
resurrección de Jesús, fueron actores y testigos en este evento sobrenatural.
4.
Los ángeles conocen y admiran el misterio
del Evangelio en la Iglesia.
“para que la multiforme sabiduría de Dios
sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades
en los lugares celestiales” (Efesios 3:10)
El Apóstol dice
que a él le fue dada la gracia de anunciar el Evangelio a los gentiles. Llama a
ese mensaje “el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo” puesto que
son innumerables los dones que trae consigo el mensaje de salvación. Pablo
escribe que a él le ha sido encomendada la misión de clarificar, explicar, dar
a conocer con profundidad, el misterio del Evangelio que hasta ese momento
estaba escondido.
En el mensaje
del Evangelio de Jesucristo se da a conocer la sabiduría de Dios, la que tiene
muchas formas. Aún para los ángeles era un misterio esto, por tanto al
revelarla el ministro de Dios a los creyentes, también está dándola a conocer a
los ángeles. Los principados y potestades son dos niveles en la escala de los
nueve coros celestiales: Querubines, Serafines,
Tronos, Dominios, Principados, Potestades, Virtudes, Arcángeles y Ángeles. Los
Principados son los que presiden a los mismos espíritus buenos y las Potestades
son los que reprimen y ahuyentan los espíritus adversos: “Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12); “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos
y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él.” (Colosenses 1:16)
Tal misterio
estaba dentro del eterno propósito de Dios. Los ángeles están muy interesados
en conocer el misterio de la piedad y ven en la Iglesia la sabiduría de Dios.
5.
Los ángeles vieron Su ascensión y anunciaron
Su regreso.
“9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo
ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. / 10 Y
estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he
aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, / 11 los
cuales también les dijeron:.” (Hechos 1:9–11)
Por último, los
ángeles también estuvieron en la ascensión de Jesús. Este fue un hecho
extraordinario: El Señor comenzó a elevarse de la tierra ante los ojos
extasiados de Sus discípulos, hasta desaparecer en el cielo, entre las nubes.
Fue en ese momento que dos ángeles con vestiduras blancas les dicen que del
mismo modo en que Jesús ascendió, bajará del cielo un día.
En la
intervención de los ángeles hay algunas ideas que debemos reflexionar:
1)
Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Ellos se
quedaron mirando el cielo. Si bien es cierto es correcto que los cristianos
miremos el cielo, lo contemplemos y gocemos en él, no debemos perder de vista
la tierra, esta realidad que vivimos diariamente y que necesita de nuestra
intervención. La vida cristiana es vivir a Jesús en esta Tierra, dar amor al
prójimo, expresar el Evangelio en forma concreta en este siglo.
2)
Este
mismo Jesús El Jesús que partió hacia la eternidad, el Cristo
resucitado y ascendido, victorioso, poseedor del Reino, es el mismo Cristo que
regresará para gobernar el planeta. No será otro Jesús, vendrá con el mismo
amor, la misma Verdad, como el Redentor que ha sido de todo pecador
arrepentido, pero ahora para gobernar, para establecer definitivamente Su Reino
en el planeta.
3)
que
ha sido tomado de vosotros al cielo Del mismo grupo
humano fue tomado Jesús. Él fue hombre, con pensamientos, sentimientos,
necesidades y tentaciones de un ser humano; pero al contrario de nosotros,
triunfó sobre aquello. Jesús nos representó en la cruz y nos representa en el
cielo, como nuestro Abogado.
4)
así
vendrá como le habéis visto ir al cielo El proceso
inverso a la ascensión será Su regreso. Esta es una doctrina que la mayoría de
los cristianos creemos y consideramos literal, no algo simbólico. Es nuestra
esperanza que regrese pues sólo Él podrá poner orden en esta caótica sociedad.
No hemos sido capaces de transformar completamente el mundo, a pesar de que la
cristiandad se ha esforzado por amar al desvalido y comunicar el mensaje del
Evangelio. Es necesario que Jesús regrese para que se cumplan las profecías.
Los ángeles, estos “varones
con vestiduras blancas” estuvieron presentes en la ascensión y sabían que Jesús
volverá. Ellos lo saben porque actúan en una realidad atemporal, la eternidad,
donde se conoce toda la historia del Hombre, de principio a fin.
“A
éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban
las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio
por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los
ángeles.” (1 Pedro 1:12)
A los profetas
se les reveló que un día vendría el Mesías portando un mensaje de Gracia y
salvación, que el Espíritu sería derramado sobre toda carne, que el Siervo de
Dios daría Su vida por nosotros y muchos detalles más acerca del Hijo de Dios.
Al surgir la Iglesia algunos sellos son rotos y se revelan misterios tales como
la inclusión de los gentiles en el pueblo de Dios, el desarrollo de la Iglesia
como Cuerpo de Cristo, el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra y
tantos más, a los que los ángeles están expectantes.
Los ángeles han
sido testigos de toda la vida, obra y legado de Jesucristo. Para ellos, que
vieron el alzamiento de la tercera parte de los ángeles seguidores de Lucifer,
resulta admirable la obra del Hijo, quien aceptó venir a esta Tierra en forma
humana para salvar a la Humanidad del dominio de las tinieblas. Ahora sólo
quieren ver Su victoria definitiva, gobernando toda la creación y exterminando
el mal del universo.
CONCLUSIÓN
Los ángeles estuvieron
presentes durante toda la vida y ministerio de Jesús; fueron los testigos celestiales
de Su misión y actuaron con el Espíritu Santo, no como meros espectadores. Los
ángeles: 1) Anunciaron Su venida y la celebraron; 2) Le fortalecieron en
momentos difíciles; 3) Fueron actores y testigos de Su resurrección; 4) Conocen
y admiran el misterio del Evangelio en la Iglesia; y 5) Vieron Su ascensión y
anunciaron Su regreso.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1)
¿Tiene usted alguna experiencia con el tema de los
ángeles?
2)
¿De qué situaciones cree usted que le han librado o
protegido los ángeles?
3)
¿Era necesario que Jesús tuviera testigos celestiales
de Su misión?
4)
¿Cuándo invoca usted al Espíritu Santo?
5)
¿Se sentía cuando niño/a más cerca de los ángeles?
6)
¿Era necesario que el arcángel Gabriel anunciara a
María que sería madre de Jesús?
7)
¿De qué modo los ángeles celebraron el nacimiento de
Jesucristo?
8)
¿En qué momentos fue fortalecido Jesús por los ángeles?
9)
¿Cuál fue el papel de los ángeles en la resurrección de
Jesús?
10) ¿Qué
misterios fueron revelados a San Pablo?
11) ¿En
qué nos basamos para creer en una segunda venida de Jesucristo?
12) ¿Por qué los sacerdotes y autoridades
pusieron guardias en la tumba de Jesús?
13) ¿Qué
dicen las tres primeras líneas del credo de 1 Timoteo 3:16?
14) ¿En
qué ciudad ejercía Timoteo su obispado?
15) ¿Cuál
era la actitud de los ángeles ante el ministerio de Jesús?
16) ¿Cree
usted que los ángeles acompañan a esta Iglesia?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
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Reina,
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Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
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(1966, 1970, 1979, 1983, 1996) “Dios
habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
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https://es.wikipedia.org/
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