AMIGOS DE JESÚS
Enseñanza 19
© Maestra Elena Montaner
“El amor es
sufrido, es benigno...”
1 Corintios 13:4
1. A nivel almático ¿Qué es
benignidad?
Según el Diccionario de la
RAE: benigno, benigna es un adjetivo
1)
Que se caracteriza por mostrar
buena voluntad, comprensión y simpatía hacia una persona o un grupo. Sinónimos:
benevolente, benévolo.
2)
Que es propicio, adecuado o
favorable.
Podemos decir
que es una cualidad o una característica que favorece las relaciones entre las
personas porque induce a tener un comportamiento
afable, cordial, afectuoso, benévolo y cariñoso hacia los demás. Se refiere a la amabilidad en el trato que no
es solo buena educación sino también es parte del amor que nace en el corazón
de una persona hacia la otra. Es la
inclinación a ser considerado con los demás, adoptando una adecuada
actitud hacia los otros. Esto lo podemos
ejemplificar en:
2
Samuel 18:5: Y
el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Tratad benignamente
por amor de mí al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden
acerca de Absalón a todos los capitanes.
2.
A nivel
espiritual
¿Qué es la benignidad?
En
la Biblia es fruto del Espíritu, como podemos ver en Gálatas 5:22-23: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;…”
Así
Benignidad es cualidad de benigno. ... Los sinónimos de la palabra benignidad
son: benevolencia, complacencia, humanidad, afable, piadoso, templado,
aplacible.
Según Comentario de la Biblia de Zondervan NVI (Biblia de Estudio Búsqueda) la palabra griega
que se traduce para benignidad es “la
divina benignidad con la cual Dios actúa hacia la humanidad. Es a lo que se
refiere (Antiguo Testamento) cuando constantemente dice: ‘Dios es bueno’. Los cristianos deberían mostrar benignidad al comportarse con los
demás, de la misma manera que Dios se ha comportado con ellos”. Básicamente
significa “hacer obras pensadas para los demás”.
Podemos
ver la benignidad de Dios en Salmos 68:16: “Jehová, porque benigna
es tu misericordia; Mírame conforme a la multitud de tus piedades.” Esto
significa que la benignidad cristiana
debe inspirarse en la benignidad de Dios,
porque Dios es benigno somos
llamados a la benignidad.
En
Efesios 4:32 se nos manda a ser benignos unos con otros: “Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo.”
Incluso
Jesús nos manda a ser benignos con nuestros enemigos ya que
el Señor es benigno hasta con los malos.
Lucas 6:35: “Amad, pues, a vuestros
enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro
galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.”
Podemos
darnos cuenta hasta ahora que la benignidad, como fruto del Espíritu, está
mostrándonos que desarrollemos una actitud amorosa con el prójimo, sin hacer
acepción de personas, sean estas buenas o malas. Es parte del conjunto de
actitudes sentidas y verdaderas como la mansedumbre, la paciencia, la misericordia,
la mansedumbre, etc.
No
podríamos demostrarnos benignos sin que también experimentemos por ejemplo
mansedumbre o paciencia. Si somos mansos es porque esta mansedumbre nace del
dominio propio. Si dominamos nuestras emociones negativas podemos entonces ser
mansos y benignos.
3.
La bondad como
demostración de la benignidad o frutos gemelos:
Vamos
a establecer una diferencia entre estos dos conceptos: bondad y benignidad.
a) La benignidad tiene que ver con ese
sentir interior de hacer el bien, producido por el Espíritu Santo.
b) La bondad es la manifestación exterior de la
benignidad que ya ha sido producida en nuestro corazón por el Espíritu Santo.
[Dicho de otro modo: La
benignidad es el sentir, la bondad es el hacer.]
Aspectos que se
reflejan en una persona benigna y bondadosa
1. La persona que las posee es pacífica, gentil, sin rencor y amable. Santiago 3:17: “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
2. La persona benigna y bondadosa muestra simpatía a los que sufren y se empeña en resolver los problemas de los demás. (Empatía)
3. La persona que tiene estas virtudes da siempre la blanda respuesta que quita la ira y se aleja de los choques y explosiones temperamentales. Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.”
Podemos
ver un ejemplo de benignidad y bondad en el buen samaritano:
a)
Dice Jesús en su parábola que el samaritano fue movido a
misericordia. Benignidad Lucas 10:33: “Pero un samaritano, que iba de camino,
vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia…” (el sentir interior
que proviene del Espíritu)
b)
El samaritano mostró bondad.
Lucas 10: 34-35: “… y acercándose, vendó
sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó
al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio
al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré
cuando regrese.” (manifestación exterior de la benignidad)
Jesús con este ejemplo del samaritano graficó en forma
magistral estas expresiones de benignidad y bondad, ejemplo que por lo demás Él
mismo demostró en su caminar durante esos tres años de evangelizar.
4.
La
bondad inmerecida de Dios para con nosotros:
Nuestro Dios pasó por alto nuestros pecados en la cruz. Salmos 103:108, 109, 110:
v8)
“Misericordioso y clemente es
Jehová; Lento para la ira, y
grande en misericordia.”
v9) “No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.”
v10) “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras
iniquidades, Ni nos ha pagado
conforme a nuestros pecados.”
Sin la benignidad de Dios para con nosotros nunca
habríamos conocido la salvación otorgada por gracia. Si hemos recibido este
regalo maravilloso en la esencia de su amor eterno es necesario que tomemos
conciencia de su misericordia grandiosa manifestada en su sentir interior
(benignidad derivada de su amor compasivo por nosotros) y manifestada en la
acción de la salvación por la muerte del Señor Jesucristo en la cruz (Dios
hecho hombre en su sentir exterior).
Es necesario entonces que aprendamos a expresar
estos frutos alimentando nuestra fe en el Señor, valorando, admirando y
apreciando agradecidos su amor magnífico y eterno. ¿Cómo hacerlo?:
a) Aumentando nuestra vida devocional para tener una estrecha relación con
el Espíritu Santo de Dios.
b) Obedeciendo la voluntad de Dios en nuestras vidas, manifestando esto en
cumplir su mandato expresado en las enseñanzas de Jesús: amar y perdonar,
actuando con mansedumbre, paciencia, bondad y benignidad para con nuestros prójimos, sean estos cristianos o no
cristianos.
5.
Conclusiones:
a)
La
benignidad y la bondad están
relacionadas tan estrechamente que en ocasiones es difícil distinguir una de la
otra. Una persona benigna es también bondadosa; una persona bondadosa es, por
su misma naturaleza, benigna.
b)
Ambos
frutos se derivan del amor: la benignidad es amor compasivo (sentir
interior) y la bondad es amor
ministrador (sentir exterior).
c)
Estos frutos
son producidos por el Espíritu Santo y tienen que ver con las relaciones con
los demás.
d)
Incrementemos
nuestra relación con el Señor por medio de la vida devocional más intensa.
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