NEUMATOLOGÍA
LECCIÓN 14
© Pastor Iván Tapia Contardo
Lectura
bíblica: “15 Si me amáis,
guardad mis mandamientos. / 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre: / 17 el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. / 18 No os dejaré
huérfanos; vendré a vosotros. / 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más;
pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. / 20 En
aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo
en vosotros.” (San Juan 14:15-20)
Idea central: Requisitos y signos para el
bautismo en el Espíritu Santo.
Objetivos: a) Comprender el concepto de bautismo en el Espíritu Santo; b) Valorar el día de Pentecostés y su
importancia para la Iglesia; c) Conocer y practicar los requisitos para la
recepción del Espíritu Santo; d) Conocer los signos visibles del bautismo en el
Espíritu Santo en Pentecostés.
Resumen:
El bautismo del Espíritu Santo fue anunciado por el Bautista y Jesús, aparte de
haber sido profetizado en el antiguo Testamento. El día de Pentecostés los
apóstoles recibieron el Espíritu, como resultado de su perseverancia,
unanimidad, oración y unidad. Hubo signos sobrenaturales del hecho, como viento,
fuego, llenura y lenguas. Pentecostés es un modelo para que una iglesia reciba
el bautismo en el Espíritu.
J
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esús prometió a Sus discípulos que
rogaría al Padre que enviara un Consolador, cuando Él ya no estuviese con
ellos, para que les acompañara para siempre. Este que Él llamó Consolador,
porque les consolaría en Su ausencia, es el Espíritu de verdad, el cual el
mundo no puede recibir porque es invisible y desconocido para los incrédulos. Jesús
les prometió que no los dejaría huérfanos y vendría a ellos en la forma del
Consolador. He aquí una razón bíblica para decir que el Espíritu Santo es Dios
junto con el Hijo y el Padre.
Las palabras proféticas “Todavía un
poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo,
vosotros también viviréis” significa que pasaría un tiempo y Jesús moriría y
desaparecería del escenario del mundo, sin embargo ellos le verían resucitado.
Ya que Él viviría, Sus discípulos también tendrían la “vida”. Cuando eso sucediera,
ellos se darían cuenta que Dios vive en Jesús, ellos en Él y Jesús en ellos.
En otro Texto el Maestro ratifica esta
promesa, diciendo que es conveniente para ellos que Él muera, pues así podrá
venir a sus vidas el Consolador: “7 Pero
yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.” (San Juan 16:7)
Juan el Bautista había también
profetizado acerca de Jesús: “... Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno
más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado;
él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” (San Lucas 3:16) Tal promesa de
un “bautismo en el Espíritu Santo” es decir de ser sumergidos en Él, se cumplió
en Jerusalén, en la fiesta de Shavuot, el día de Pentecostés, aproximadamente
el año 30 DC. Esta fiesta la celebraba Israel durante el mes de Siván
(Mayo/Junio) y estaba ordenada en la Torá: “15 Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en
que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán.
/ 16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días;
entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová.” (Levítico 23:15,16)
En el Pentecostés cristiano se
puede ver que el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia concreta
claramente identificable: “1 Cuando
llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. / 2 Y de repente
vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó
toda la casa donde estaban sentados; / 3 y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. / 4 Y fueron
todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:1-4)
Pentecostés es una fiesta judía que se
celebra cincuenta días después de la Pascua. Como Jesucristo murió en la
Pascua, resucitando al tercer día, cincuenta días después vino el Espíritu
Santo sobre los apóstoles y sus familias. Cuenta San Lucas: “1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé
acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, / 2 hasta el
día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; / 3 a quienes también, después de
haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables,
apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.”
(Hechos 1:1-3) Es decir que Jesús
Resucitado estuvo cuarenta días con Sus discípulos. Durante diez días ellos
estuvieron esperando la venida del Consolador: “12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del
Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. / 13 Y
entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan,
Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote
y Judas hermano de Jacobo. / 14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y
ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.” (Hechos 1:12-14) Todos los apóstoles,
las mujeres que acompañaron a Jesús, Su madre y Sus hermanos permanecieron en
oración en el aposento alto.
Dice
la Palabra que ellos “estaban todos unánimes juntos”, cuando vino el Espíritu
Santo. He aquí cuatro aspectos necesarios para que seamos bautizados por el
Espíritu Santo.
¿Qué
requiere una iglesia para ser bautizada en el Espíritu Santo?
“14
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con
María la madre de Jesús, y con sus hermanos.” (Hechos 1:14)
1.
Perseverancia.
Los
apóstoles “perseveraban unánimes”. Permanecer
insistentemente ante el Señor, hasta lograr el propósito. Dios premia nuestra
insistencia: “5 Les dijo también: ¿Quién
de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame
tres panes, / 6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué
ponerle delante; / 7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me
molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no
puedo levantarme, y dártelos? / 8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos
por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo
lo que necesite. / 9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá.” (San Lucas
11:5-9)
2.
Unanimidad.
Los
apóstoles “perseveraban unánimes”. Significa
ser todos de un mismo sentir, deseo o expectativa. Una característica de la
comunidad cristiana de esa época era su unanimidad frente al Señor: “32 Y la multitud de los que habían creído
era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que
poseía, sino que tenían todas las cosas en común.” (Hechos 4:32)
3.
Oración.
Estaban
“en oración y ruego”. El Señor desea
que le pidamos, no es malo hacerlo ya que expresa nuestra dependencia y
necesidad de Él. Los padres terrenales deben desear que sus hijos se
independicen y sean autovalentes. En cambio el Padre Celestial quiere que
siempre dependamos de Él: “11 ¿Qué padre
de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente? / 12 ¿O si le pide un huevo, le dará
un escorpión? / 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo pidan?” (San Lucas
11:11-13)
4.
Unidad.
Los
apóstoles “estaban todos unánimes juntos”.
Las personas pueden estar juntas pero no unidas; un matrimonio puede
permanecer viviendo juntos, mas estar desunidos. Aquí la Palabra quiere
expresar que el pueblo de Dios estaba reunido y unido por una causa, esperar la
venida del Espíritu Santo prometido por Jesús. Ellos no sabían de qué se
trataba, jamás habían tenido la experiencia sobrenatural de la llenura del
Espíritu Santo, así es que esperaban expectantes.
De
pronto se produjo el fenómeno que llamamos “bautismo del Espíritu Santo”. Los
signos sensibles de este bautismo fueron los siguientes.
¿Cuáles
son los signos del bautismo en el Espíritu Santo?
“1 Cuando
llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. / 2 Y de repente
vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó
toda la casa donde estaban sentados; / 3 y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. / 4 Y fueron
todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:1-4)
1.
Viento.
“Y de repente vino del cielo un
estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde
estaban sentados” Sintieron una
especie de viento muy fuerte que venía de arriba. Ese “viento recio” llenó todo
el aposento alto y la casa donde estaban orando. Tal viento se inició con un
estruendo, siendo un fenómeno impactante y sobrenatural.
2.
Fuego.
“y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.” De pronto aparecieron sobre cada una de las personas
que estaban en el aposento alto, una especie de lenguas de fuego que se
asentaron en ellos.
3.
Llenura.
“Y fueron todos llenos del Espíritu
Santo” Esa Persona que es el Espíritu
Santo y que llegó con ruido, viento y fuego, es decir sensible por el oído, el
tacto y la vista, entró en cada uno y los llenó. Cuando recibimos el Espíritu
nos es dado sin medida y somos llenos de Él: “Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da
el Espíritu por medida.” (San Juan
3:34)
4.
Lenguas.
“y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablasen.” El fenómeno de hablar en lenguas consiste en hablar idiomas
desconocidos para el hablante, sean estos idiomas humanos o angélicos: “1 Si yo hablase lenguas humanas y
angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que
retiñe.” (1 Corintios 13:1)
Basados en este y otros pasajes, algunos piensan que el hablar en lenguas es la
evidencia de recibir el Espíritu Santo, pero en verdad es un don que reciben
sólo algunos: “¿Tienen todos dones de
sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?” (1 Corintios 12:30) El propósito de hablar en lenguas el día de
Pentecostés fue para que los judíos que acudieron a Jerusalén a adorar,
escucharan el Evangelio en su propio idioma: “5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las
naciones bajo el cielo. / 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y
estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. / 7 Y
estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos
que hablan? / 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra
lengua en la que hemos nacido? / 9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos
en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, / 10 en Frigia y
Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos
aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, / 11 cretenses y árabes, les oímos
hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.” (Hechos 2:5-11)
CONCLUSIÓN.
Tanto
Juan el Bautista como el propio Jesucristo anunciaron el “bautismo en el
Espíritu Santo”. Éste se inició el día de Pentecostés en Jerusalén y es un
modelo para la recepción del Espíritu por la Iglesia. De acuerdo a la
Escritura, una iglesia para ser bautizada en el Espíritu Santo, requiere: 1) Perseverancia,
2) Unanimidad, 3) Oración, y 4) Unidad. Los signos visibles del bautismo en el
Espíritu Santo, son: 1) Viento, 2) Fuego, 3) Llenura, y 4) Lenguas.
PARA TRABAJAR
EN EL CENÁCULO:
1)
¿Es usted
bautizado/a en el Espíritu Santo?
2)
¿Cuál fue en la
Historia el primer bautismo en el Espíritu Santo?
3)
¿Por qué
Pentecostés puede ser considerado un modelo para la recepción del Espíritu por
la Iglesia?
4)
¿Cuál de estas
actitudes considera más importante para la recepción del Espíritu Santo:
perseverancia, unanimidad, oración o unidad?
5)
¿Cómo interpreta
usted los signos visibles que se dieron en Pentecostés, como el viento, el
fuego y las lenguas?
6)
¿En qué
circunstancias ha experimentado al Espíritu como Consolador?
7)
¿Por qué el mundo
no puede recibir el Espíritu Santo?
8)
¿Puede toda una
iglesia ser bautizada en el Espíritu Santo y cómo puede lograrlo?
9)
¿Cuál ha sido su
vivencia de la perseverancia?
10)
¿Cómo puede una
congregación lograr la unanimidad?
11)
¿Es agradable a
Dios que le presentemos muchas peticiones o sólo quiere nuestras acciones de
gracias?
12)
¿Por qué a la
recepción del Espíritu Santo se le llama “bautismo”?
13)
¿Ha sentido
alguna vez, al ministrar al Señor, una especie de brisa o viento?
14)
¿Qué sensaciones
corporales ha tenido durante la oración o adoración?
15)
¿Ora, habla o
canta usted en lenguas; cuándo lo hace y en qué le beneficia esta práctica?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
·
Reina, Casiodoro de (1960) “La
Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman
& Holman Publishers.
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MacArthur, John
(2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados
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(1960)
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Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.
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“Concordancia
electrónica de la Biblia” Disponible
en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php
·
Rizo Martínes,
José L. “Diccionario Bíblico”
Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd
·
(1966, 1970, 1979, 1983, 1996) “Dios
habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
·
Apuntes de clases de Neumatología del profesor Rvdo.
David King, Seminario Teológico De La Gracia, Chile, noviembre de 2008.
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