EL DISCÍPULO APRENDIZ
CAPÍTULO 1
© Pastor Iván Tapia
Lectura
bíblica: “14
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién
has aprendido; / 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras,
las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo
Jesús. / 16 Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, / 17 a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:14-17)
Idea
central: El discípulo aprendiz.
Objetivos:
a) Comprender
qué es un “discípulo aprendiz” y cuáles son sus características y necesidades;
b) Motivarse a acompañar mediante la tutoría o discipulado a cristianos recientes;
c) Capacitar nuevos discípulos para servir al Señor, la Iglesia y al prójimo; d)
Conocer los requisitos básicos para el discípulo aprendiz; e) Conocer y valorar
la Puerta del Reino con sus distintos elementos; f) Enseñar, valorar y
experimentar la actitud de aprendiz en el Camino de Cristo; g) Desarrollar en el aprendiz las virtudes de Fe, Paz, Amor y Esperanza,
en fidelidad, perdón, devoción y conocimientos básicos; h) Aprender a discernir
la voluntad de Dios y enseñanzas en las distintas circunstancias de la vida.
Resumen: El primer peldaño en la escala de crecimiento del
discípulo es el de “aprendiz”. Este capítulo define al aprendiz, precisa cuáles
son sus requisitos y las enseñanzas que requiere.
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ue una persona
sea una nueva criatura en Cristo no implica que todo su carácter y sus
pensamientos ya estén cambiados y moldeados en la nueva vida. Un aprendiz de
albañil no es profesional al primer día. En el creyente nuevo vemos un gran
impulso y deseo para obrar. Pero no tiene el conocimiento ni ha aprendido de la
Biblia todas las cosas necesarias. Por eso el crecimiento de los nuevos
discípulos debe ser bien encaminado. Necesitamos confiar en el Espíritu Santo
que afirmará, controlará y protegerá a la persona para que no se pierda.
Si tenemos dos
árboles y a uno nos acercamos y le insistimos, le hablamos para que se apure,
lo abonamos y lo regamos; en cambio al otro, simplemente le regamos como
usualmente se hace con los árboles; el resultado para ambos, salvo alguna
excepción, será el mismo: los dos darán su fruto en su tiempo normal. Como dice
el refrán “no por mucho madrugar, amanece más temprano”. Y la Palabra de Dios nos
recuerda que:
“Si Jehová no
edifica la casa en vano trabajan los
edificadores” (Salmos 127: 1).
Tengamos siempre
en cuenta que el proceso de discipulado de un hermano o hermana, lo guía el
Espíritu. El discípulo aprendiz debe ser guiado, acompañado, ayudado en su
camino cristiano para que comprenda las lecciones que las mismas circunstancias
de la vida le van entregando, además de la Palabra de Dios, y así crezca en
sabiduría y en toda buena obra.
¿Cuáles
son la definición, requisitos y enseñanzas para un aprendiz?
1.
Un aprendiz es uno que es enseñado.
¿Qué es un discípulo
aprendiz?
“1
Habló Jehová a Moisés, diciendo: / 2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel
hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; / 3 y lo he llenado del Espíritu
de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, / 4 para
inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, / 5 y en
artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar
en toda clase de labor. / 6 Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de
Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio
de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado” (Éxodo
31:1-6)
El primer peldaño
en el crecimiento cristiano, de alguien que se ha convertido y bautizado, es
comenzar a recibir instrucción y apoyo en su crecimiento espiritual, es decir
ser un “aprendiz” de cristiano. El diccionario define aprendiz como “alguien
que aprende algo, especialmente un oficio manual, practicándolo con alguien que
ya lo domina”. Ser cristiano es algo más que un oficio manual, es una práctica
de la fe de Jesús, un estilo de vida, un modo de pensar, sentir y actuar. Para
que ese aprendizaje sea efectivo se requiere de un buen maestro, alguien que lo
guíe y le dé ejemplo de ese Camino:
“24 El discípulo no es más que su maestro,
ni el siervo más que su señor. / 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y
al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más
a los de su casa?” (San Mateo 10:24,25)
Sinónimos de aprendiz son las palabras: Principiante, neófito,
novato, novicio, iniciado. Revisemos el significado de cada una para extraer
más claridad sobre lo que será un “aprendiz” de discípulo.
Principiante es aquél “que empieza o se inicia en una actividad
determinada”. Un principiante de discípulo poco y nada sabe del Señor, y su
experiencia es mínima. Sabe que ha sido perdonado por Dios, que el Señor le ama
infinitamente, se siente profundamente agradecido de Cristo y siente la
presencia del Espíritu Santo en su interior, ama y admira a los hermanos de la
Iglesia.
Neófito es una “persona que se ha convertido recientemente a una
religión, especialmente la que acaba de ser bautizada.” Lidia de Tiatira es un
buen ejemplo de ello. Tiene el entusiasmo e interés en el Reino de Dios, aparte
de ser una mujer emprendedora:
“13
Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía
hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían
reunido. / 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la
ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el
corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. / 15 Y cuando
fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea
fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.” (Hechos 16:13-15)
Novato designa al “que es nuevo en una situación o una actividad
determinada, por lo que carece de experiencia.” Cuando se es nuevo en algo se
cometen muchos errores, a veces el entusiasmo lo lleva a ser imprudente, juzgar
livianamente circunstancias y personas. Como novato o neófito puede fácilmente
ser engañado por el diablo, por un falso cristiano o por cualquier persona
inescrupulosa. Tampoco es adecuado que un neófito sea asignado a cargos
importantes en la Iglesia:
“2 Pero es necesario que el obispo sea
irreprensible,.../ 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la
condenación del diablo.” (1 Timoteo 3:6)
Novicio es el término utilizado para el “religioso que se
prepara para la profesión en una orden o institución religiosa”. El término se
aplica mayormente en el ámbito de la Iglesia Católica. El discípulo “aprendiz”
es en cierto modo un novicio que está siendo preparado para profesar la fe
cristiana en forma seria.
Iniciado es quien “participa en el conocimiento de un secreto,
especialmente si está relacionado con un estilo artístico o movimiento
intelectual minoritario”. También es usada esta palabra en el ambiente
esotérico. Si ser discípulo de Jesucristo es participar del secreto de Dios y Sus
misterios revelados en Su Palabra, sí podemos considerar al bautizado como un
“iniciado”. Inicio es comienzo de algo, en este caso comienzo de un camino, el
Camino de Cristo.
Revisados los significados del concepto “aprendiz”, podemos
decir que un “Discípulo aprendiz” es un cristiano recién convertido y
bautizado, que está empezando el Camino de Cristo, que carece de mayores
conocimientos y experiencias cristianas; que se está preparando para servir al
Señor, la Iglesia y su prójimo, guiado por un maestro en los misterios
revelados de Dios.
2.
Un aprendiz requiere actitud.
¿Qué se requiere
para ser un discípulo aprendiz?
“17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta
ahora trabaja, y yo trabajo. / 18 Por esto los judíos aun más procuraban
matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía
que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. / 19 Respondió entonces
Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada
por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace,
también lo hace el Hijo igualmente.” (San
Juan 5:17-19)
Tres cosas son
fundamentales para ser un “aprendiz”.
a)
Haber
cruzado la Puerta del Reino, es decir haber tenido un genuino
encuentro con Jesucristo, arrepintiéndose de sus pecados, haberse bautizado y
recibido el Espíritu Santo:
“37 Al oír esto, se compungieron de
corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué
haremos? / 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo. / 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos,
y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hechos 2:37-39)
Un
ejemplo es la conversión y bautismo del etíope, eunuco, funcionario de la
reina Candace, que había ido a Jerusalén para adorar:
“35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando
desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. / 36 Y yendo por el
camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide
que yo sea bautizado? / 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes.
Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.” (Hechos 8:35-37)
b)
Tener un tutor, un hermano mayor que nos acompañe y guíe en nuestro desarrollo
espiritual. Aún el apóstol Pablo requirió de otro que le ayudara en sus primeros
pasos:
“10 Había entonces en Damasco un
discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él
respondió: Heme aquí, Señor. / 11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la
calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de
Tarso; porque he aquí, él ora, / 12 y ha visto en visión a un varón llamado
Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. / 13
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre,
cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; / 14 y aun aquí tiene
autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu
nombre. / 15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para
llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de
Israel; / 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi
nombre. / 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las
manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por
donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu
Santo. / 18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al
instante la vista; y levantándose, fue bautizado. / 19 Y habiendo tomado
alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos
que estaban en Damasco.” (Hechos
9:10-19)
Necesitamos del
Cuerpo de Cristo, de pastores y hermanos que se hagan cargo nuestro, para
capacitarnos y llegar a ser lo que el Señor se ha propuesto con nuestras
vidas:
“16
Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban
la red en el mar; porque eran pescadores. / 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos
de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. / 18 Y dejando luego sus redes,
le siguieron. / 19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de
Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las
redes. / 20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los
jornaleros, le siguieron.” (San Marcos 1:16-20)
c)
Presentar una actitud de aprendiz, humilde, obediente, dispuesto a aprender
de las enseñanzas bíblicas y de las experiencias que el Señor va poniendo en el
camino. El aprendiz imita a su tutor, como a un padre en la fe. El primero que
nos enseña a ser “aprendices” es el mismo Señor.
Es importante que el discípulo respete y
considere la autoridad de los que han vivido más tiempo en el Camino de Cristo.
La sujeción al tutor es una demostración de la sumisión que el discípulo tiene
para con el Señor:
“9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos
varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del
collado, y la vara de Dios en mi mano. / 10 E hizo Josué como le dijo Moisés,
peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del
collado.”
(Éxodo 17:9,10)
El
aprendiz se esfuerza en la Gracia, o sea que procura hacer la voluntad de Dios
no por obligación sino por amor al Padre; no por temor al castigo sino para
agradar a Cristo y no ofenderle:
“1 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la
gracia que es en Cristo Jesús.”
(2 Timoteo 2:1)
Un buen aprendiz, luego de cruzar la “Puerta”, perseverará en
aprender la doctrina, congregándose periódicamente, participando en la Cena del
Señor y en la oración comunitaria e individual:
“41 Así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. /
42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” (Hechos
2:41,42)
En resumen, para
ser un discípulo aprendiz se requiere: a) Haber cruzado la
Puerta del Reino, o sea haberse arrepentido, bautizado y recibido el Espíritu
Santo; b) Tener un tutor que lo capacite en el Camino
de Cristo; y c) Presentar una actitud de aprendiz, humilde, obediente,
dispuesto a aprender, sumiso y sujeto, esforzado en la Gracia y
perseverante en la Iglesia del Señor.
3.
Un aprendiz recibe los rudimentos.
¿Cuál es la enseñanza para el discípulo aprendiz?
“4 Juntándose una gran multitud, y los que
de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: / 5 El sembrador salió a
sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue
hollada, y las aves del cielo la comieron. / ... / 9 Y sus discípulos le
preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? / 10 Y él dijo: A vosotros
os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por
parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.” (San
Lucas 8:4,5,9,10)
Si entendemos que aprendiz es el
discípulo que está aprendiendo a ser seguidor del Maestro Jesucristo, y lo hace
bajo la guía de un tutor, que es el ayo que le conduce al Maestro, entonces
toda enseñanza para el aprendiz debe estar dirigida a adquirir el desarrollo de
las virtudes
básicas que ha recibido del Espíritu Santo al convertirse a Jesucristo, a
saber: Fe, Paz, Amor y Esperanza.
La persona sin Cristo no tiene fe
en Él, es incrédula. Puede que alguno tenga algún tipo de fe o creencia humana,
pero no la fe de Jesús. Ésta sólo es dada por Dios, ya que es un don, así como
la salvación:
“Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8)
Si
el incrédulo no tiene fe, tampoco hay paz en su conciencia, sólo tiene juicio y
culpabilidad, ya que la Ley le acusa continuamente de pecado. Aún si negare la
Ley de Dios, hay una Ley en su conciencia que le hace sentir culpable:
“14 Porque cuando
los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley,
éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, / 15 mostrando la obra de
la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles
o defendiéndoles sus razonamientos,”
(Romanos 2:14,15)
Si
no tengo el Espíritu Santo no puedo tener el Amor de Dios, que sólo es dado por
Su Espíritu. El no creyente está dominado por el egoísmo y no por el amor. Puedo
tener todo tipo de amor humano pero no aquél que proviene de lo alto y es fruto
de la acción Divina en el interior del convertido:
“Os daré corazón
nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” (Ezequiel 36:26)
El
no creyente se explica la vida de distintas formas, basado en supersticiones,
mitos o dudas científicas, pero jamás en la Escritura. No tiene la esperanza de
la vida eterna. Es un ignorante de las cosas espirituales. Sólo al creer en
Jesús adquiere esa esperanza verdadera. El siguiente versículo resume todo lo
dicho anteriormente:
“1 Justificados, pues, por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; / 2 por quien también
tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. / 3 Y no sólo esto, sino que
también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; / 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; / 5 y la
esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Romanos 5:1-5)
Estos
maravillosos dones del cielo, que son la FE, la PAZ, el AMOR y la ESPERANZA,
son la base sobre la cual actuarán el Espíritu Santo y la Iglesia sobre el
discípulo aprendiz, desarrollando en él las siguientes virtudes:
1.
Sumisión al Señor, producto de la fe y la humildad.
2.
Sujeción al Cuerpo de Cristo, expresada en
obediencia y fidelidad.
3. Liberación del pecado y reconciliación con
Dios, consecuencia del perdón de Dios.
4. Sanidad interior de culpas, traumas,
heridas, complejos.
5. Devoción a Dios o piedad: oración, alabanza,
adoración, ayuno, meditación y ofrenda.
6. Conocimientos básicos del Reino.
Para el desarrollo de esas
virtudes y conductas, tutor y discípulo se reúnen periódicamente y trabajan en
cuatro áreas:
·
Orientación
personal
·
Sanidad
interior
·
Vida
devocional
·
Enseñanza
cristiana
En relación a la enseñanza cristiana, la
Biblia nos enseña que hay niveles de aprendizaje, así establece enseñanzas que
son fundamentales:
“1
Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a
la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, / 2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de
manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.” (Hebreos 6:1,2)
Por ello se aplican al aprendiz lecciones
que le conduzcan a:
-
Identificar
los reinos espirituales que gobiernan al ser humano
-
Comprender
las distintas instancias de la puerta del Reino
-
Conocer
a grandes rasgos las etapas de la vida cristiana
-
Comprender
y vivir el Discipulado enseñado por Jesús
-
Conocer
y desarrollar las virtudes básicas del discípulo
-
Entender
el concepto y método de la sanidad interior
-
Aprender
las distintas prácticas de vida devocional
-
Conocer,
valorar y vivir el Nuevo Pacto
-
Conocer
el fundamento sobre el que se edifica la vida cristiana
Estas lecciones son los primeros rudimentos de la Palabra de
Dios:
“11 Acerca de esto tenemos mucho que decir,
y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. / 12 Porque debiendo ser ya maestros, después
de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de
Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de
alimento sólido. / 13 Y todo aquel que
participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es
niño; / 14 pero el alimento sólido es
para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Hebreos 5:11-14)
Las lecciones
que se entregan al discípulo aprendiz dicen relación con los siguientes temas:
1.
El Reino de Dios y el Reino de Tinieblas.
2.
La Puerta del Reino.
3.
Puerta, Camino y Meta de la vida cristiana.
4.
El Discipulado.
5.
Virtudes básicas del Discípulo Aprendiz.
6.
Sanidad Interior.
7.
La Vida Devocional.
8.
El Nuevo Pacto.
9.
El Fundamento del Cristiano.
Finalmente,
la enseñanza para el discípulo aprendiz está dirigida a adquirir el desarrollo de
las virtudes de Fe, Paz, Amor y Esperanza, en fidelidad, perdón,
devoción y conocimientos básicos, por medio del discipulado y el discernimiento
de las circunstancias de la vida.
APLICACIÓN.
Si usted ha
entregado su vida a Jesucristo y se ha bautizado recientemente, necesita de un
tutor, un hermano con experiencia en Cristo que le discipule, acompañe y ayude
en su crecimiento espiritual. Hay enseñanzas básicas que debe recibir,
situaciones emocionales que necesita resolver y sanar bajo la mirada del Señor,
prácticas devocionales que aprender y un oído amigo al cual manifestar sus
inquietudes para recibir orientación cristiana. Es imprescindible que aprenda
con humildad a sujetarse al Cuerpo de Cristo, en la persona de un tutor o
pastor: “5 Igualmente, jóvenes, estad
sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad;
porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. / 6
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando
fuere tiempo; / 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:5-7)
Si usted es un
cristiano que ha crecido en el Señor, es hora que ofrezca a hermanos nuevos el
apoyo y la tutoría que su experiencia cristiana le capacita para dar. “...de gracia recibisteis, dad de gracia.”
(San Mateo 10:8) Lo que el Señor nos
ha dado es para compartirlo con nuestro prójimo, en especial con aquellos
hermanos que están iniciándose en el Camino de Cristo.
CONCLUSIÓN.
Esta lección
responde a la definición, requisitos y enseñanzas de un discípulo aprendiz:
1) “Discípulo
aprendiz” es un cristiano recién convertido y bautizado, que está empezando el
Camino de Cristo, carece de mayores conocimientos y experiencias cristianas;
que se está preparando para servir al Señor, la Iglesia y su prójimo, y que es guiado
por un tutor.
2) Para ser un
discípulo aprendiz se requiere: a) Haber cruzado la Puerta del Reino, o sea
haberse arrepentido, bautizado y recibido el Espíritu Santo; b) Tener un tutor
que lo capacite en el Camino de Cristo; y c) Presentar una actitud de aprendiz,
humilde, obediente, dispuesto a aprender, sumiso y sujeto, esforzado en la
Gracia y perseverante en la Iglesia del Señor.
3) La
enseñanza para el discípulo aprendiz está dirigida a adquirir el desarrollo de
las virtudes de Fe, Paz, Amor y Esperanza, en fidelidad, perdón,
devoción y conocimientos básicos, por medio de la tutoría y el discernimiento
de las circunstancias de la vida.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1)
¿Qué diferencia habrá entre un cristiano
que ha tenido un tutor y uno que ha procurado avanzar por sí solo?
2)
¿Cuál ha sido su experiencia con un
tutor, discipulador, director espiritual u otro tipo de apoyo en la vivencia de
la fe?
3)
¿Por qué se aconseja la humildad en la
relación con el Cuerpo de Cristo?
4)
¿Se siente capacitado/a para apoyar o
discipular a un cristiano aprendiz?
5)
¿Qué puede hacer la Iglesia para no
perder a los cristianos principiantes?
6)
¿Cuáles son, de acuerdo a su
experiencia, las características positivas y negativas de los cristianos
recientes?
7)
¿Tienen todos los discípulos el mismo
ritmo y tiempo de crecimiento?
8)
¿Podemos apurar el desarrollo de un
discípulo?
9)
¿Qué es un discípulo aprendiz?
10)
¿Qué se requiere para ser un discípulo
aprendiz?
11)
¿Cuál es la enseñanza para el discípulo
aprendiz?
12)
¿Qué propósitos tienen las acciones de
Orientación personal, Sanidad interior, Vida devocional y Enseñanza cristiana
en el proceso de Discipulado?
13) ¿Sobre
qué fundamento se edifica la vida cristiana?
14) ¿Qué
significa para un discípulo discernir las circunstancias de la vida?
15) ¿Qué
prácticas de vida devocional conoce usted?
16)
¿Cómo se relacionan las virtudes
teologales de Fe, Amor y Esperanza con las de Fidelidad, Devoción y
Conocimiento?
17)
¿Qué haría
usted si recibiera a un cristiano no bautizado?
18)
¿Qué significa concretamente que el
discípulo sea perseverante en la Iglesia del Señor?
19)
¿Qué frutos o resultados esperaría usted
de un aprendiz?
20)
¿Cuál ha sido su experiencia como tutor/a?
21)
¿Qué expresión bíblica es similar al
refrán “no por mucho madrugar, amanece más temprano”?
22) ¿Cuál es la importancia de la sumisión y sujeción en
la vida discipular?
23) ¿Conoce
y comprende usted las tres instancias de la puerta del Reino?
24) ¿Cuáles
son los temas más básicos en la enseñanza a los discípulos
aprendices?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
·
Reina, Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
·
MacArthur,
John. (2011) “Biblia de Estudio MacArthur”
Estados Unidos: Thomas Nelson Inc.
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(1979)
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Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.
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http://www.rae.es/
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“Concordancia
electrónica de la Biblia” Disponible
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Rizo
Martínes, José L. “Diccionario Bíblico”
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·
(1966, 1970, 1979, 1983, 1996) “Dios
habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
·
https://es.wikipedia.org/
·
Pérez Millos, Samuel “Comentario Exegético Al Texto Griego del Nuevo
Testamento – Hebreos”
·
https://www.biblegateway.com
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