domingo, octubre 20, 2019

EL PERFIL DEL DISCÍPULO APRENDIZ.


EL DISCÍPULO APRENDIZ
CAPÍTULO 1




© Pastor Iván Tapia

Lectura bíblica: “14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; / 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. / 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, / 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:14-17)

Idea central: El discípulo aprendiz.

Objetivos: a) Comprender qué es un “discípulo aprendiz” y cuáles son sus características y necesidades; b) Motivarse a acompañar mediante la tutoría o discipulado a cristianos recientes; c) Capacitar nuevos discípulos para servir al Señor, la Iglesia y al prójimo; d) Conocer los requisitos básicos para el discípulo aprendiz; e) Conocer y valorar la Puerta del Reino con sus distintos elementos; f) Enseñar, valorar y experimentar la actitud de aprendiz en el Camino de Cristo; g) Desarrollar en el aprendiz las virtudes de Fe, Paz, Amor y Esperanza, en fidelidad, perdón, devoción y conocimientos básicos; h) Aprender a discernir la voluntad de Dios y enseñanzas en las distintas circunstancias de la vida.

Resumen: El primer peldaño en la escala de crecimiento del discípulo es el de “aprendiz”. Este capítulo define al aprendiz, precisa cuáles son sus requisitos y las enseñanzas que requiere.


Q
ue una persona sea una nueva criatura en Cristo no implica que todo su carácter y sus pensamientos ya estén cambiados y moldeados en la nueva vida. Un aprendiz de albañil no es profesional al primer día. En el creyente nuevo vemos un gran impulso y deseo para obrar. Pero no tiene el conocimiento ni ha aprendido de la Biblia todas las cosas necesarias. Por eso el crecimiento de los nuevos discípulos debe ser bien encaminado. Necesitamos confiar en el Espíritu Santo que afirmará, controlará y protegerá a la persona para que no se pierda.

Si tenemos dos árboles y a uno nos acercamos y le insistimos, le hablamos para que se apure, lo abonamos y lo regamos; en cambio al otro, simplemente le regamos como usualmente se hace con los árboles; el resultado para ambos, salvo alguna excepción, será el mismo: los dos darán su fruto en su tiempo normal. Como dice el refrán “no por mucho madrugar, amanece más temprano”. Y la Palabra de Dios nos recuerda que:

“Si Jehová no edifica la casa en vano trabajan los edificadores(Salmos 127: 1).

Tengamos siempre en cuenta que el proceso de discipulado de un hermano o hermana, lo guía el Espíritu. El discípulo aprendiz debe ser guiado, acompañado, ayudado en su camino cristiano para que comprenda las lecciones que las mismas circunstancias de la vida le van entregando, además de la Palabra de Dios, y así crezca en sabiduría y en toda buena obra.

¿Cuáles son la definición, requisitos y enseñanzas para un aprendiz?

1.      Un aprendiz es uno que es enseñado.
¿Qué es un discípulo aprendiz?
“1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: / 2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; / 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, / 4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, / 5 y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor. / 6 Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado” (Éxodo 31:1-6)

El primer peldaño en el crecimiento cristiano, de alguien que se ha convertido y bautizado, es comenzar a recibir instrucción y apoyo en su crecimiento espiritual, es decir ser un “aprendiz” de cristiano. El diccionario define aprendiz como “alguien que aprende algo, especialmente un oficio manual, practicándolo con alguien que ya lo domina”. Ser cristiano es algo más que un oficio manual, es una práctica de la fe de Jesús, un estilo de vida, un modo de pensar, sentir y actuar. Para que ese aprendizaje sea efectivo se requiere de un buen maestro, alguien que lo guíe y le dé ejemplo de ese Camino:

“24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. / 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?” (San Mateo 10:24,25)

Sinónimos de aprendiz son las palabras: Principiante, neófito, novato, novicio, iniciado. Revisemos el significado de cada una para extraer más claridad sobre lo que será un “aprendiz” de discípulo.

Principiante es aquél “que empieza o se inicia en una actividad determinada”. Un principiante de discípulo poco y nada sabe del Señor, y su experiencia es mínima. Sabe que ha sido perdonado por Dios, que el Señor le ama infinitamente, se siente profundamente agradecido de Cristo y siente la presencia del Espíritu Santo en su interior, ama y admira a los hermanos de la Iglesia.

Neófito es una “persona que se ha convertido recientemente a una religión, especialmente la que acaba de ser bautizada.” Lidia de Tiatira es un buen ejemplo de ello. Tiene el entusiasmo e interés en el Reino de Dios, aparte de ser una mujer emprendedora:

“13 Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. / 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. / 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.” (Hechos 16:13-15)

Novato designa al “que es nuevo en una situación o una actividad determinada, por lo que carece de experiencia.” Cuando se es nuevo en algo se cometen muchos errores, a veces el entusiasmo lo lleva a ser imprudente, juzgar livianamente circunstancias y personas. Como novato o neófito puede fácilmente ser engañado por el diablo, por un falso cristiano o por cualquier persona inescrupulosa. Tampoco es adecuado que un neófito sea asignado a cargos importantes en la Iglesia:

2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible,.../ 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.” (1 Timoteo 3:6)

Novicio es el término utilizado para el “religioso que se prepara para la profesión en una orden o institución religiosa”. El término se aplica mayormente en el ámbito de la Iglesia Católica. El discípulo “aprendiz” es en cierto modo un novicio que está siendo preparado para profesar la fe cristiana en forma seria.

Iniciado es quien “participa en el conocimiento de un secreto, especialmente si está relacionado con un estilo artístico o movimiento intelectual minoritario”. También es usada esta palabra en el ambiente esotérico. Si ser discípulo de Jesucristo es participar del secreto de Dios y Sus misterios revelados en Su Palabra, sí podemos considerar al bautizado como un “iniciado”. Inicio es comienzo de algo, en este caso comienzo de un camino, el Camino de Cristo.

Revisados los significados del concepto “aprendiz”, podemos decir que un “Discípulo aprendiz” es un cristiano recién convertido y bautizado, que está empezando el Camino de Cristo, que carece de mayores conocimientos y experiencias cristianas; que se está preparando para servir al Señor, la Iglesia y su prójimo, guiado por un maestro en los misterios revelados de Dios.


2.      Un aprendiz requiere actitud.
¿Qué se requiere para ser un discípulo aprendiz?
“17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. / 18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. / 19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”  (San Juan 5:17-19)

Tres cosas son fundamentales para ser un “aprendiz”.

a)      Haber cruzado la Puerta del Reino, es decir haber tenido un genuino encuentro con Jesucristo, arrepintiéndose de sus pecados, haberse bautizado y recibido el Espíritu Santo:

“37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? / 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. / 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hechos 2:37-39)

Un ejemplo es la conversión y bautismo del etíope, eunuco, funcionario de la reina Candace, que había ido a Jerusalén para adorar:

“35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. / 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? / 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.” (Hechos 8:35-37)

b)      Tener un tutor, un hermano mayor que nos acompañe y guíe en nuestro desarrollo espiritual. Aún el apóstol Pablo requirió de otro que le ayudara en sus primeros pasos:

“10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. / 11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, / 12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. / 13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; / 14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. / 15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; / 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. / 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. / 18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. / 19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.” (Hechos 9:10-19)

Necesitamos del Cuerpo de Cristo, de pastores y hermanos que se hagan cargo nuestro, para capacitarnos y llegar a ser lo que el Señor se ha propuesto con nuestras vidas:

“16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. / 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. / 18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. / 19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. / 20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.” (San Marcos 1:16-20)

c)      Presentar una actitud de aprendiz, humilde, obediente, dispuesto a aprender de las enseñanzas bíblicas y de las experiencias que el Señor va poniendo en el camino. El aprendiz imita a su tutor, como a un padre en la fe. El primero que nos enseña a ser “aprendices” es el mismo Señor.

Es importante que el discípulo respete y considere la autoridad de los que han vivido más tiempo en el Camino de Cristo. La sujeción al tutor es una demostración de la sumisión que el discípulo tiene para con el Señor:

“9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. / 10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.” (Éxodo 17:9,10)

El aprendiz se esfuerza en la Gracia, o sea que procura hacer la voluntad de Dios no por obligación sino por amor al Padre; no por temor al castigo sino para agradar a Cristo y no ofenderle:

“1 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.”  (2 Timoteo 2:1)

Un buen aprendiz, luego de cruzar la “Puerta”, perseverará en aprender la doctrina, congregándose periódicamente, participando en la Cena del Señor y en la oración comunitaria e individual:

41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. / 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” (Hechos 2:41,42)

En resumen, para ser un discípulo aprendiz se requiere: a) Haber cruzado la Puerta del Reino, o sea haberse arrepentido, bautizado y recibido el Espíritu Santo; b) Tener un tutor que lo capacite en el Camino de Cristo; y c) Presentar una actitud de aprendiz, humilde, obediente, dispuesto a aprender, sumiso y sujeto, esforzado en la Gracia y perseverante en la Iglesia del Señor.


3.      Un aprendiz recibe los rudimentos.
¿Cuál es la enseñanza para el discípulo aprendiz?
“4 Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: / 5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. / ... / 9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? / 10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.” (San Lucas 8:4,5,9,10)

Si entendemos que aprendiz es el discípulo que está aprendiendo a ser seguidor del Maestro Jesucristo, y lo hace bajo la guía de un tutor, que es el ayo que le conduce al Maestro, entonces toda enseñanza para el aprendiz debe estar dirigida a adquirir el desarrollo de las virtudes básicas que ha recibido del Espíritu Santo al convertirse a Jesucristo, a saber: Fe, Paz, Amor y Esperanza.

La persona sin Cristo no tiene fe en Él, es incrédula. Puede que alguno tenga algún tipo de fe o creencia humana, pero no la fe de Jesús. Ésta sólo es dada por Dios, ya que es un don, así como la salvación:

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8)

Si el incrédulo no tiene fe, tampoco hay paz en su conciencia, sólo tiene juicio y culpabilidad, ya que la Ley le acusa continuamente de pecado. Aún si negare la Ley de Dios, hay una Ley en su conciencia que le hace sentir culpable:

“14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, / 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,” (Romanos 2:14,15)

Si no tengo el Espíritu Santo no puedo tener el Amor de Dios, que sólo es dado por Su Espíritu. El no creyente está dominado por el egoísmo y no por el amor. Puedo tener todo tipo de amor humano pero no aquél que proviene de lo alto y es fruto de la acción Divina en el interior del convertido:

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” (Ezequiel 36:26)

El no creyente se explica la vida de distintas formas, basado en supersticiones, mitos o dudas científicas, pero jamás en la Escritura. No tiene la esperanza de la vida eterna. Es un ignorante de las cosas espirituales. Sólo al creer en Jesús adquiere esa esperanza verdadera. El siguiente versículo resume todo lo dicho anteriormente:

“1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; / 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. / 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; / 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; / 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Romanos 5:1-5)

Estos maravillosos dones del cielo, que son la FE, la PAZ, el AMOR y la ESPERANZA, son la base sobre la cual actuarán el Espíritu Santo y la Iglesia sobre el discípulo aprendiz, desarrollando en él las siguientes virtudes:

1.      Sumisión al Señor, producto de la fe y la humildad.
2.      Sujeción al Cuerpo de Cristo, expresada en obediencia y fidelidad.
3.      Liberación del pecado y reconciliación con Dios, consecuencia del perdón de Dios.
4.      Sanidad interior de culpas, traumas, heridas, complejos.
5.      Devoción a Dios o piedad: oración, alabanza, adoración, ayuno, meditación y ofrenda.
6.      Conocimientos básicos del Reino.

Para el desarrollo de esas virtudes y conductas, tutor y discípulo se reúnen periódicamente y trabajan en cuatro áreas:

·         Orientación personal
·         Sanidad interior
·         Vida devocional
·         Enseñanza cristiana

En relación a la enseñanza cristiana, la Biblia nos enseña que hay niveles de aprendizaje, así establece enseñanzas que son fundamentales:

“1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, / 2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.” (Hebreos 6:1,2)

Por ello se aplican al aprendiz lecciones que le conduzcan a:

-          Identificar los reinos espirituales que gobiernan al ser humano
-          Comprender las distintas instancias de la puerta del Reino
-          Conocer a grandes rasgos las etapas de la vida cristiana
-          Comprender y vivir el Discipulado enseñado por Jesús
-          Conocer y desarrollar las virtudes básicas del discípulo
-          Entender el concepto y método de la sanidad interior
-          Aprender las distintas prácticas de vida devocional
-          Conocer, valorar y vivir el Nuevo Pacto
-          Conocer el fundamento sobre el que se edifica la vida cristiana

Estas lecciones son los primeros rudimentos de la Palabra de Dios:

“11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.  / 12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.  / 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;  / 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Hebreos 5:11-14)

Las lecciones que se entregan al discípulo aprendiz dicen relación con los siguientes temas:

1.      El Reino de Dios y el Reino de Tinieblas.
2.      La Puerta del Reino.
3.      Puerta, Camino y Meta de la vida cristiana.
4.      El Discipulado.
5.      Virtudes básicas del Discípulo Aprendiz.
6.      Sanidad Interior.
7.      La Vida Devocional.
8.      El Nuevo Pacto.
9.      El Fundamento del Cristiano.

Finalmente, la enseñanza para el discípulo aprendiz está dirigida a adquirir el desarrollo de las virtudes de Fe, Paz, Amor y Esperanza, en fidelidad, perdón, devoción y conocimientos básicos, por medio del discipulado y el discernimiento de las circunstancias de la vida.


APLICACIÓN.
Si usted ha entregado su vida a Jesucristo y se ha bautizado recientemente, necesita de un tutor, un hermano con experiencia en Cristo que le discipule, acompañe y ayude en su crecimiento espiritual. Hay enseñanzas básicas que debe recibir, situaciones emocionales que necesita resolver y sanar bajo la mirada del Señor, prácticas devocionales que aprender y un oído amigo al cual manifestar sus inquietudes para recibir orientación cristiana. Es imprescindible que aprenda con humildad a sujetarse al Cuerpo de Cristo, en la persona de un tutor o pastor: “5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. / 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; / 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:5-7)

Si usted es un cristiano que ha crecido en el Señor, es hora que ofrezca a hermanos nuevos el apoyo y la tutoría que su experiencia cristiana le capacita para dar. “...de gracia recibisteis, dad de gracia.” (San Mateo 10:8) Lo que el Señor nos ha dado es para compartirlo con nuestro prójimo, en especial con aquellos hermanos que están iniciándose en el Camino de Cristo.


CONCLUSIÓN.
Esta lección responde a la definición, requisitos y enseñanzas de un discípulo aprendiz:

1) “Discípulo aprendiz” es un cristiano recién convertido y bautizado, que está empezando el Camino de Cristo, carece de mayores conocimientos y experiencias cristianas; que se está preparando para servir al Señor, la Iglesia y su prójimo, y que es guiado por un tutor.

2) Para ser un discípulo aprendiz se requiere: a) Haber cruzado la Puerta del Reino, o sea haberse arrepentido, bautizado y recibido el Espíritu Santo; b) Tener un tutor que lo capacite en el Camino de Cristo; y c) Presentar una actitud de aprendiz, humilde, obediente, dispuesto a aprender, sumiso y sujeto, esforzado en la Gracia y perseverante en la Iglesia del Señor.

3) La enseñanza para el discípulo aprendiz está dirigida a adquirir el desarrollo de las virtudes de Fe, Paz, Amor y Esperanza, en fidelidad, perdón, devoción y conocimientos básicos, por medio de la tutoría y el discernimiento de las circunstancias de la vida.


PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1)      ¿Qué diferencia habrá entre un cristiano que ha tenido un tutor y uno que ha procurado avanzar por sí solo?
2)      ¿Cuál ha sido su experiencia con un tutor, discipulador, director espiritual u otro tipo de apoyo en la vivencia de la fe?
3)      ¿Por qué se aconseja la humildad en la relación con el Cuerpo de Cristo?
4)      ¿Se siente capacitado/a para apoyar o discipular a un cristiano aprendiz?
5)      ¿Qué puede hacer la Iglesia para no perder a los cristianos principiantes?
6)      ¿Cuáles son, de acuerdo a su experiencia, las características positivas y negativas de los cristianos recientes?
7)      ¿Tienen todos los discípulos el mismo ritmo y tiempo de crecimiento?
8)      ¿Podemos apurar el desarrollo de un discípulo?
9)      ¿Qué es un discípulo aprendiz?
10)  ¿Qué se requiere para ser un discípulo aprendiz?
11)  ¿Cuál es la enseñanza para el discípulo aprendiz?
12)  ¿Qué propósitos tienen las acciones de Orientación personal, Sanidad interior, Vida devocional y Enseñanza cristiana en el proceso de Discipulado?
13)  ¿Sobre qué fundamento se edifica la vida cristiana?
14)  ¿Qué significa para un discípulo discernir las circunstancias de la vida?
15)  ¿Qué prácticas de vida devocional conoce usted?
16)  ¿Cómo se relacionan las virtudes teologales de Fe, Amor y Esperanza con las de Fidelidad, Devoción y Conocimiento?
17)  ¿Qué haría usted si recibiera a un cristiano no bautizado?
18)  ¿Qué significa concretamente que el discípulo sea perseverante en la Iglesia del Señor?
19)  ¿Qué frutos o resultados esperaría usted de un aprendiz?
20)  ¿Cuál ha sido su experiencia como tutor/a?
21)  ¿Qué expresión bíblica es similar al refrán “no por mucho madrugar, amanece más temprano”?
22)  ¿Cuál es la importancia de la sumisión y sujeción en la vida discipular?
23)  ¿Conoce y comprende usted las tres instancias de la puerta del Reino?
24)  ¿Cuáles son los temas más básicos en la enseñanza a los discípulos aprendices?


BIBLIOLINKOGRAFÍA.
·         Reina, Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
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·         Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd
·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
·         https://es.wikipedia.org/

·         Pérez Millos, Samuel “Comentario Exegético Al Texto Griego del Nuevo Testamento – Hebreos”

·         https://www.biblegateway.com





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