EPÍSTOLAS DE SAN JUAN
LECCIÓN 4
© Pastor Iván Tapia
Lectura
bíblica: “3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. / 4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y
la verdad no está en él; / 5 pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que
estamos en él. / 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
(1 Juan 2:3-6)
Idea central: Las palabras conocer, guardar y permanecer
En el Evangelio.
Objetivos:
a) Comprender, profundizar
y valorar el significado del término “conocer a Jesús”; b) Valorar la
importancia de la praxis del Evangelio; c) Comprender, profundizar y valorar el
significado de “guardar los mandamientos de Jesús”; d) Comprender el valor de
las obras en la vida cristiana; e) Comprender, profundizar y valorar el
significado de “permanecer en Jesús”; f) Imitador al Señor en Su modo de
pensar, sentir y actuar; y g) Ser un imitador de los que imitan a Jesús.
Resumen: Los
términos “conocer a Jesús”, “guardar Sus mandamientos” y “permanecer en Cristo”
tienen un especial significado en el contexto bíblico, diferente al sentido que
poseen en el lenguaje común o coloquial.
E
|
n este Texto de
la Primera Epístola de San Juan hay tres conceptos que debemos comprender muy
bien los cristianos: Conocer a Jesús, guardar Sus mandamientos y permanecer en
Jesús. Para el común de la gente “conocer” es saber de algo o alguien;
“guardar” es quedarse con algo y cuidarlo; y “permanecer” es quedarse en un
lugar, grupo o idea. En el contexto bíblico estas palabras tienen un
significado totalmente diferente.
¿Qué
significan en el Evangelio las palabras conocer, guardar y permanecer?
1.
Conocer a Jesús es guardar Sus
mandamientos.
“3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.” (1 Juan 2:3)
¿Qué nos da la
seguridad de que realmente conocemos a Jesucristo? San Juan responde: Que guardamos sus mandamientos, que ponemos
por obra Sus enseñanzas, que somos consecuentes con el Evangelio. Hoy algunos
cristianos dicen serlo, declaran una y otra vez los textos bíblicos, pero sus
vidas no reflejan ese conocimiento, no son espejo de Jesús. En el mundo hay
tantos que proclaman sus creencias políticas, filosóficas o religiosas y
aquello no lo demuestran con sus hechos. Los cristianos, en especial si nos
consideramos “discípulos”, no podemos obrar así:
“22
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos. / 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor
de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro
natural. / 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.” (Santiago 1:22-24)
Conocer a Jesús
es más que saber de Su vida, haber leído pasajes que tratan de Sus hechos y
palabras o haber visto varias películas sobre Él. Conocer a Jesús es más que
haber declarado una vez que Él es el Salvador, el Hijo de Dios, el Señor; es
más que asistir a una comunidad cristiana, orar o rezar a Él. Conocer a Jesús
es tener una íntima comunión con Él, es hablar con Él diariamente y escucharlo,
es una relación espiritual constante que nos lleva a obedecerle y agradarle. Si
verdaderamente conocemos a Jesús, actuaremos como Él:
“15
Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos
nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. / 16 Profesan conocer a Dios, pero con los
hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda
buena obra.” (Tito 1:15,16)
2.
Guardar Sus mandamientos es
practicarlos.
“4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso,
y la verdad no está en él; / 5 pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que
estamos en él.” (1 Juan 2:4,5)
Guardar la
Palabra de Cristo no es memorizarla. Cualquier persona de buena memoria puede
hacerlo y parecer muy santa, espiritual y hasta entendida en las cosas de la
fe. Guardar la Palabra de Dios es ejecutarla. Santiago una y otra vez recalca
la importancia de la actuación, el buen obrar por sobre el buen hablar; podemos
dar lindos discursos cristianos pero vivir exactamente al revés. Por eso él
define la verdadera fe como un asunto de obras, de acción. Él no está diciendo
que las obras nos salven, sino que si soy salvo debo obrar conforme a esa
salvación:
“26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que
engaña su corazón, la religión del tal es vana. / 27 La religión pura y sin
mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas
en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” (Santiago 1:26,27)
Si digo que
conozco a Jesús y no pongo por obra Sus enseñanzas, significa que soy un falso
y mentiroso, que la Verdad no habita en mí, que realmente no tengo a
Jesucristo. Sólo tengo una teoría en mi cabeza, la filosofía cristiana, pero
carezco del Espíritu de Jesús en mi interior.
La práctica de
las enseñanzas de Jesucristo, principalmente el amor, nos da la seguridad de
que realmente conocemos a Jesucristo. Conocer a Jesús es más que sentirlo; es
más que pensar en Él; conocerlo es actuar como él.
3.
Permanecer en Jesús es imitarlo.
“6
El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (1 Juan 2:6)
Una vez nos
encontramos con Jesús, nos enamoró con Su gran misericordia y perdón, y le
seguimos. Luego vino el aprendizaje y práctica de Su Evangelio, junto con las
pruebas a nuestra fe. A veces decaímos, nos desanimamos, perdimos la fe y la
esperanza; luego nos levantó el Espíritu Santo y continuamos el Camino.
Entonces decimos que hemos permanecido en Cristo porque hemos seguido creyendo
en Jesús, leyendo y escuchando Su Palabra y congregándonos. Pero este no es el
concepto de San Juan. Para él “permanecer” en Jesús es actuar como Cristo, “andar como él anduvo” ¿Y cómo anduvo?:
“cómo
Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con él.”
(Hechos 10:38)
Quien permanece
en Jesucristo es un imitador de Él, de su modo de pensar, sentir y actuar. Así
lo expresa San Pablo:
“Sed
imitadores de mí, así como yo de Cristo.” (1 Corintios
11:1)
El modo de
imitar a Dios es actuando con amor, así como lo hizo Jesucristo, quien se
entregó por completo al prójimo, hasta dar Su propia vida. La generosidad, el
altruismo, la misericordia, son signos de una vida entregada a Jesús, como si
fuera un holocausto, el sacrificio feliz de nuestra vida para nuestros prójimos
y el Señor. Una existencia tal es para Dios la mejor fragancia:
“1
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. / 2 Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante.” (Efesios
5:1,2)
Imitar al
Salvador, Señor y Maestro es “permanecer” en Él. Lo imitamos como Salvador,
procurando la salvación y sanación de las almas; como Señor, nos sometemos a Su
autoridad y enseñamos a otros la sumisión a Jesús y la sujeción al Cuerpo de
Cristo; lo imitamos como Maestro enseñando el camino a Él y Su Evangelio. Hay
personas cristianas dignas de imitar porque ellas mismas imitan a Jesús:
“Acordaos de vuestros pastores, que os
hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su
conducta, e imitad su fe.” (Hebreos
13:7)
CONCLUSIÓN.
En el Evangelio
las palabras conocer, guardar y permanecer tienen un significado diferente al lenguaje común.
1)
Conocer a Jesús
es guardar Sus mandamientos, poner por obra Sus enseñanzas, ser hacedores de la
Palabra, tener una íntima comunión con Dios, actuar como Él.
2)
Guardar Sus
mandamientos es practicarlos, ejecutarlos, obrar conforme a la salvación, practicar
el amor, actuar como Jesús.
1)
Permanecer en
Jesús es imitarlo, actuar como Cristo, andar como él anduvo, ser un imitador de
su modo de pensar, sentir y actuar, actuar con amor e imitar a aquellos que imitan
a Jesús.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1) ¿Cómo
se puede conducir a las personas para que puedan conocer a Jesús?
2) ¿Qué
mandamiento de Jesús ha procurado usted mayormente guardar?
3) ¿Qué
significa bíblicamente “permanecer” en Jesús?
4)
¿En qué basa usted su seguridad de que
realmente conoce a Jesús?
5)
¿Cuáles son, a su juicio, las
principales enseñanzas de Jesús?
6)
¿Qué utilidad tiene estudiar y memorizar
textos bíblicos?
7)
¿Dedica usted tiempo para sólo hablar
con Jesús y con qué frecuencia?
8)
¿Cómo define Santiago la verdadera fe?
9)
¿Qué es, según San Juan, conocer a
Jesucristo: Sentirlo, pensar en Él o actuar como Jesús?
10) ¿Qué
ha significado para usted encontrarse con Jesús?
11) ¿Cómo
podemos superar el desánimo, la desesperanza y las dudas?
12) ¿Cómo
podemos andar en esta vida como anduvo Jesús?
13) ¿Cómo
está la Iglesia imitando a Jesucristo?
14) ¿Cómo
es su reacción cuando es criticado/a?
15) ¿Qué
situaciones le han llevado a usted a superar el orgullo y la soberbia?
16) ¿Cómo
podemos guardar el mandamiento de Jesús más allá de nuestros sentimientos y
reacciones personales?
17) ¿Cuál
es la mejor fragancia que podemos ofrecer a Dios?
¿Qué
significan para usted, después de esta enseñanza, las palabras conocer, guardar
y permanecer?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
·
Reina,
Casiodoro de (1960) “La Santa Biblia”
Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
·
MacArthur, John. (2011) “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson
Inc.
·
(1979) “Dios
Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.
·
(1960) “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de:
http://www.gentle.org/biblia/
·
“Nuevo
Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.
·
“Diccionario
de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en:
http://www.rae.es/
·
“Concordancia
electrónica de la Biblia” Disponible
en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php
·
Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd
·
(1966, 1970, 1979, 1983, 1996) “Dios
habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
·
https://es.wikipedia.org/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario