ISAÍAS, EL PROFETA MESIÁNICO
CAPÍTULO 18
Etiopía "pais de los rostros quemados"
© Pastor Iván Tapia
“1 ¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está tras los ríos de Etiopía; / 2 que envía mensajeros por el mar, y en naves de junco sobre las aguas! Andad, mensajeros veloces, a la nación de elevada estatura y tez brillante, al pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos. / 3 Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.” (Isaías 18:1-3)
Una versión popular traduce así esta primera parte de Isaías sobre Etiopía: “¡Ay del país donde resuena un zumbido de insectos, del país situado más allá de los ríos de Etiopía, que envía sus embajadores por el Nilo, viajando por el agua en barcas de junco! Vayan, veloces mensajeros, a un pueblo de alta estatura y piel brillante, a una nación temida en todas partes, pueblo fuerte y altanero que vive en una tierra bañada por ríos. Todos ustedes, habitantes del mundo, verán cuando se alce la señal en la montaña, y oirán cuando suene la trompeta.” (DHH.)
Se designaba como Etiopía a la región llamada también de Cus, localizada al sur de Egipto. Se dice que Cam fue su padre: “Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán.” (Génesis 10:6) Etiopía era un poderoso país y fue capaz de dominar a Egipto durante 60 años, desde el 715 AC en adelante.
(Verso 1) Es pronunciado un “Ay” sobre Etiopía, a la que la profecía está dirigida. Cuando la llama “la tierra que hace sombra con las alas”, puede referirse a que el valle del Nilo es famoso por el zumbido de sus muchos insectos, especialmente la mosca tse-tse del Alto Nilo. También es interpretado por embarcaciones a vela que navegan en él.
En los días del profeta esta región era un poder mundial, gobernaba a Egipto y sus rivales eran los asirios. El reino de Judá estaba atrapado en medio de este conflicto y lo más conveniente era que se aliase a Etiopía en contra de los asirios. Asiria estaba “tras los ríos de Etiopía”.
Se nominaba a esta región Etiopía porque en el año 715 AC el etíope Sabaco obtuvo el control de Egipto y fundó la dinastía XXV. Los etíopes dominaron Egipto hasta el 633 AC al recuperar el trono un verdadero egipcio.
Se cree que el país bíblico Etiopía se refiere a un área más grande de lo que es la moderna Etiopía, la que incluía Sudán y Somalia.
(Verso 2) El motivo de la profecía es el arribo de embajadores de Etiopía alrededor del 715 AC con una oferta de alianza, los que se encuentran con mensajeros de Judá dirigiéndose a Etiopía. Etiopía ofreció al rey Ezequías concertar una alianza contra Asiria, pero Dios había advertido contra cualquier pacto con Etiopía o Egipto. Ambos países fueron derrotados finalmente por Asiria. El verso habla de embajadores de Etiopía procurando una alianza con Judá y las demás naciones de la región, en contra de los asirios. Los etíopes tratan de convencer a los judíos que se levanten contra Asiria y los asirios les piden que envíen mensajeros veloces de regreso a Etiopía, la que es llamada “nación de elevada estatura y tez brillante,… pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora”. Los etíopes esperaban que Judá se rebelara contra Asiria y se alineara con ellos y Egipto.
Pero Dios no quiere que nos asociemos con poderosos con el ánimo de triunfar en este mundo. A veces lo hacemos pensando en nuestro progreso e incluso creyendo que así tendremos más éxito en la misión que el Señor nos ha encargado. Mas lo que Él quiere es que confiemos en Su poder y no en el poder humano.
(Verso 3) Este versículo llama la atención sobre la totalidad del mundo y llama a escuchar lo que hará Dios: “Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.” (Isaías 18:3)
Creemos que esta profecía no se refiere a los tiempos pasados de Israel en el Antiguo Pacto, sino a tiempos escatológicos, el tiempo del fin. El Señor levantará una bandera, el Mesías, Jesucristo que vendrá nuevamente a vencer a Sus enemigos en la batalla de Armagedón. El Señor mismo tocará la trompeta en su segunda venida:
“1 Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.” (Joel 2:1)
“14 Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y Jehová el Señor tocará trompeta, e irá entre torbellinos del austro.” (Zacarías 9:14)
“16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.” (1 Tesalonicenses 4:16)
El tiempo del fin estará marcado por el
sonido de una trompeta que anunciará la resurrección y el arrebatamiento de los
cristianos, como también la derrota del Anticristo y sus huestes de maldad.
(Fragmento del capítulo 18 de "Isaías, Profeta Mesiánico", titulado: "Tres Eventos Finales")
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