domingo, diciembre 30, 2018

CONGREGADOS TODO UN AÑO

MENSAJE DE AÑO NUEVO Nº8
AÑO 2018
 


© Pastor Iván Tapia Contardo 

Lectura bíblica: Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.” (Hechos 11:26) 

Idea central: Importancia de un año de servicio. 

Objetivos: a) Considerar los aspectos que la Iglesia debe desarrollar durante un año de servicio; b) Valorar la importancia de la edificación de la Iglesia con la Palabra de Dios; c) Comprender y valorar la necesidad de evangelizar a no creyentes y extraviados; d) Aprender a apoyar a otras comunidades y hermanos en su trabajo espiritual; y e) Poner en acción la diversidad de dones de la Iglesia.

Resumen: Un término de año marca en la Iglesia un ciclo, que bien puede ser un cambio de etapa. En el servicio prestado durante 365 días se deben considerar a lo menos cuatro aspectos fundamentales: La edificación, la evangelización, la extensión o misiones y la diversidad de dones. 

 
“Y
se congregaron allí todo un año con la iglesia” Lo mismo podríamos decir nosotros, los de la Iglesia cristiana de hoy, al término de un año. “Un año pasa volando” decimos los más viejos, no sé por qué fenómeno psicológico, social o de otro origen, que nos hace percibir el tiempo más veloz y breve. Pero si pensamos, en doce meses cabe bastante, se puede hacer mucho: Orar, leer y reflexionar la Palabra de Dios, ayunar, adorar en comunidad, ayudar a los necesitados, crear nuevas formas de evangelizar, hacer trabajos diversos, visitar a los enfermos, etc. ¡Cuánto hemos hecho en un año! Acostumbramos en la Iglesia hacer una Memoria Anual para recapitular y evaluar el progreso de nuestro quehacer en estos 365 días. 

Pensemos que la Iglesia funciona todos los días, no es asunto sólo de cultos de domingo. Cada cosa que hacemos, sea las programadas por la comunidad cristiana como las acciones familiares y laborales, todas son acciones que realiza la Iglesia. ¿Por qué lo vemos así? Porque los cristianos somos el Cuerpo de Cristo; es Jesús actuando a través de nosotros en todo momento. Separar la vida material de la espiritual, las cosas de Dios de las cosas del mundo, los asuntos personales de los eclesiales, la vida privada de la vida pública, es una mentalidad muy propia de occidente, esta sociedad racional que divide todas las cosas en estancos separados. La vida cristiana no es así; es una sola acción, la acción de Jesucristo en nosotros. 

Congregarse todo un año no es cosa menor; estar reunidos en la oración y la acción por 12 meses reporta muchos conocimientos, reflexiones que conducen a cambios de actitudes, corrección de nuestras personas, desarrollo espiritual, en fin crecimiento en virtudes. El hecho de estar en comunidad nos ayuda a crecer en el amor, la solidaridad, la tolerancia, paciencia, humildad, etc.  

Pablo y Bernabé, misionando en la ciudad de Antioquía, estuvieron todo un año enseñando a los judíos y gentiles conversos de esa ciudad, como evangelizando a los que aún no conocían a Cristo. Tanto hablaron de Jesucristo, el Cristo, el Mesías prometido, que la gente terminó por motejarlos de “cristianos”. El trabajo de un año produjo creyentes convertidos en “pequeños Cristos” o por lo menos aspirantes a parecerse a Jesús, su Maestro.  

Nuestro trabajo espiritual también aspira a la excelencia, queremos hacer de nuestros amigos y familiares personas más íntegras e integrales, que desarrollen la espiritualidad al nivel de Cristo, como lo expresa la Escritura; personas con un criterio amplio, que no hagan acepción de personas: “34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, / 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. / 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.” (Hechos 10:34,35); cristianos que tengan una visión ecuménica de la Iglesia, la que es un solo Cuerpo espiritual, en el que rige por sobre todo el Amor.  

Un año normal de la Iglesia debiera implicar a lo menos cuatro acciones en sus miembros.
 

¿Qué acciones debe realizar la Iglesia en un año normal?
 

1.      Edificar a los suyos.

“19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.” (Hechos 11:19) 

Esteban fue el primer mártir de la Iglesia, el año 36 DC. Era uno de los “varones de buen testimonio” que la Iglesia de Jerusalén escogió democráticamente para “atender a las mesas”, o sea para una tarea de servicio a los hermanos. Se considera este evento como el inicio del Diaconado, que es un ministerio de solidaridad con el prójimo. Así lo relata el Libro de los Hechos: 

“1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. / 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. / 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. / 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. / 5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; / 6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.” (Hechos 6:1-6) 

Había en esos primeros tiempos de la Iglesia cierta rivalidad entre cristianos provenientes del judaísmo y los provenientes de la diáspora y que hablaban griego. Reclamaban los llamados “griegos” contra cierta preferencia que se daba a las viudas de los judíos. Se zanjó tal situación haciendo escoger a la multitud a siete hombres que consideraran aptos para el cargo de servirlas. Fueron escogidos los de procedencia helenística, entre ellos Nicolás de origen pagano.

 

Esteban dio un valiente testimonio de Jesucristo al ser lapidado, iniciándose luego una gran persecución contra los cristianos, la que fue liderada por Saulo de Tarso, quien luego se convertiría al cristianismo. Los perseguidos huyeron de Jerusalén hacia las ciudades fenicias en la costa del Mediterráneo, la isla de Chipre y Antioquía, en Turquía. Dios utilizó esta persecución y otras, no sólo para formar en el rigor la fe y el compromiso de Sus hijos, sino también para expandir el mensaje del Evangelio. Los cristianos, temerosos, hablaban en principio sólo a los hebreos.
 

2.      Evangelizar a los no creyentes y extraviados.

 “20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. / 21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.” (Hechos 11:20,21) 

Los hermanos que llegaron de la isla de Chipre y de Cirene, ciudad ubicada en la costa norte de África, en Libia, fueron más avezados que los cristianos que venían de Jerusalén y evangelizaron a los gentiles y griegos. El Espíritu del Señor estaba con ellos, de modo que muchos fueron convertidos a Jesucristo. 

El cristianismo es una religión proselitista, es decir que busca prosélitos, seguidores. Proselitismo es el empeño o afán con que una persona u organización trata de convencer y ganar seguidores o partidarios para su causa o doctrina. En nuestra fe todo afán proselitista se enmarca en lo que se llama “evangelización”. La motivación de ésta no es un deseo de poder o dominio de las mentes, sino el gozo de compartir el gran amor de Dios, el anhelo de liberar a las personas del pecado y las tinieblas. El mismo propósito que tuvo el Padre al enviar a Su Hijo Jesucristo a la Tierra para salvar al Hombre; el mismo esfuerzo que hizo Jesús para darse entero por nosotros; ese mismo sentir mueve a los cristianos a dar a conocer el Evangelio. 

Además de querer compartir el Amor y abrir los ojos del mundo a la realidad Divina, están los continuos encargos del Señor al respecto: 

5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, / 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. / 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. / 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” (San Mateo 10:5-8) 

“He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.” (San Mateo 10:16) 

“34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. / 35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. / 36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.” (San Juan 4:34-36) 

“19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; / 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (San Mateo 28:19,20) 

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (San Marcos 16:15) 

Predicar, dar a conocer, anunciar, insinuar, convencer, persuadir, son formas de transmitir la Verdad de Jesucristo, mas siempre esa acción deberá ir acompañada del Amor expresado en el servicio y la misericordia. Transmitimos más que una doctrina, a una Persona, la que debe ser reflejada en nuestra vida, puesto que Jesús mismo, la Luz, nos ha dicho que debemos ser luz.
 

3.      Apoyar a otras comunidades.

 “22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. / 23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. / 24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.” (Hechos 11:22-24) 

Cuando en la Iglesia de Jerusalén, la iglesia madre, se supo del avivamiento espiritual que se estaba dando más al norte de Palestina, en Antioquía, inmediatamente comisionaron a Bernabé para que fuese a apoyar a los discípulos de esa ciudad.  

En realidad Bernabé se llamaba José, pero los apóstoles le dieron el sobrenombre de Barnabás, que significa “hijo de consolación”, por su generosidad y compromiso con la obra de Dios. Fue uno de los hermanos que vendió su propiedad y puso el precio de ella a los pies de los apóstoles. Se lo describe como “varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe.”  

Al ver en Antioquía cómo se estaba manifestando el Señor, el fervor de los hermanos en comunicar el mensaje y el gozo de los recién convertidos, Bernabé se sintió conmovido y feliz, animando a la Iglesia a que continuaran en ese mismo camino, entregados fielmente a Jesucristo por Su Espíritu Santo. No hay mayor alegría para un hijo de Dios, cuando ve crecer a sus hermanos en la fe y el conocimiento de Jesús, como lo señala San Juan en una de sus cartas: 

“1 El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. / 2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. / 3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. / 4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.” (3 Juan 1:1-4 

Es probable que las palabras de este misionero en Antioquía no sólo fueran de consolación y edificación, sino también de evangelización para aquellos que aún no conocían a Cristo y Su mensaje, pero que tenían gran hambre espiritual, pues el Texto dice que fue agregada una multitud al Señor. Edificación y evangelización siempre serán dos acciones que se complementan en el ministerio de la Palabra de Dios. 

Bernabé fue un verdadero apóstol, uno que llevaba el mensaje a otra ciudad. Su labor en esta ocasión fue apoyar y confirmar en la fe, animar a la Iglesia naciente en Antioquía. Tal vez nos corresponda en alguna oportunidad hacer una obra similar, no importa en qué escala; puede ser una familia con necesidad espiritual, algún grupo de hermanos recién convertidos o una iglesia que requiera apoyo espiritual. En tal caso debemos hacerlo con humildad, sumisión al Señor, sujetándonos a las autoridades de la Iglesia, y con profundo amor a las almas que el Señor nos entrega para ser ministradas. 
 

4.      Poner en acción todos los dones.

 “25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. / 26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.”  (Hechos 11:25,26) 

¿Por qué fue Bernabé a buscar a Saulo? En primer lugar porque necesitaba un socio en el trabajo que estaba haciendo en Antioquía; Saulo tenía unos dones y una experiencia que él no poseía; el fariseo ex perseguidor de los cristianos poseía grandes conocimientos escriturales, por su formación teológicas con el rabino Gamaliel, pero además una gran pasión. En segundo lugar, el Apóstol de los gentiles se estaba perdiendo en su ciudad natal dedicado a fabricar tiendas de campaña; podría ser de mayor utilidad en frente de la obra de Dios. En tercer lugar Saulo era un testimonio vivo de Cristo Resucitado y un mensaje de Gracia para los gentiles. Por estas y otras razones, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo.  

En Antioquía se congregaron con los discípulos durante un año completo, pudieron enseñar el Evangelio, la Gracia y Amor de Dios, los hechos maravillosos de Jesús, Sus enseñanzas y parábolas, Sus mandatos y lo que Él hace en las vidas. Cómo sería de abundante la Palabra con respecto a la Figura y acción de Jesucristo, que por primera vez a los creyentes se les nominó “cristianos”. Este hecho estaba profetizado en el Antiguo Testamento, que seríamos nombrados de otra forma y disfrutaríamos de Su consolación: 

“15 Y dejaréis vuestro nombre por maldición a mis escogidos, y Jehová el Señor te matará, y a sus siervos llamará por otro nombre. / 16 El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos.” (Isaías 65:15,16 

Si Bernabé, “hijo de consolación”, tenía un ministerio relacionado con la misericordia; Saulo de Tarso, luego llamado Pablo, “aquél que ha sido pedido por Dios”, era el hombre que necesitaba la Iglesia en esa etapa, el más grande de los teólogos cristianos y un cristiano absolutamente coherente con su fe, dispuesto a negarse a sí mismo y morir por el Señor Jesucristo. El ministerio de Saulo sería revelador de varios misterios hasta ese entonces escondidos para el pueblo de Dios, como: Condición de la Iglesia como Cuerpo de Cristo; salvación por medio de la fe en Cristo; la Gracia de Dios en oposición a la Ley; el enorme poder que actúa en el cristiano; el ministerio quíntuple de la Palabra de Dios, etc. Podríamos afirmar que si Bernabé fue un hijo de consolación, Pablo lo fue de revelación; la mayor parte del Nuevo Testamento está escrito por San Pablo. Consolación y revelación, ambos son necesarios en la Iglesia. 

CONCLUSIONES.

Un año en la Iglesia es motivo de mucho crecimiento espiritual. Para obtener buenos resultados hay acciones que se deben realizar los 365 días: 1) Edificar a los suyos, la buena enseñanza alimenta la mente con la Verdad y produce transformaciones; 2) Evangelizar a los no creyentes y extraviados, mediante diversas y creativas acciones que impliquen conocer mejor a Jesús y Su Evangelio; 3) Apoyar a otras comunidades, la solidaridad con el resto de la Iglesia expande la visión y el crecimiento espiritual y numérico; y 4) Poner en acción todos los dones, ministrando en equipo, según la diversidad de ministerios que otorga el Espíritu Santo a la Iglesia.

 

 

PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

1)      ¿Cuáles han sido sus principales aprendizajes este año?

2)      ¿Siente que ha crecido en lo espiritual durante este año?

3)      ¿En qué área de su vida ha experimentado mayor crecimiento?

4)      ¿Qué es el Diaconado?

5)      ¿Qué misterios reveló Pablo a la Iglesia?

6)      ¿Por qué es necesario estar en comunidad?

7)      ¿Cuáles han sido sus principales logros este año?

8)      ¿Qué le gustaría alcanzar como meta el próximo año?

9)      ¿En qué aspectos debe ejercerse democracia en la Iglesia?

10)  ¿Qué es conocer a Jesús?

11)  ¿Qué dones identifica en su persona?

12)  ¿Cuál es, a su juicio, la tarea primordial de esta Iglesia?

13)  ¿Qué acciones debería realizar esta Iglesia para obtener mejores resultados?

14)  ¿Qué enseñanzas de este año le han sido más útiles para la comprensión de Cristo y el Evangelio?

15)  ¿Cómo está usted evangelizando a sus familiares y amigos?

16)  ¿Cómo puede esta Iglesia apoyar a otras comunidades?

17)  ¿Cuál cree usted que es su misión en esta Iglesia?

18)  ¿Establece usted una separación entre la vida material y la espiritual?

 

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.

·         Reina, Casiodoro de (1960). “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.

·         MacArthur, John. (2011). “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 

·         (1979). “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.

·         (1960). “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/

·         “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.

·         “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/

·         Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php

·         Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd

·         (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/

·         “Watchtower Biblioteca en Línea” Disponible en http://wol.jw.org/es/wol/h/r4/lp-s

·         http://origenescristianos.es/los-diaconos-en-los-inicios-del-cristianismo/

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