AÑO 2018
© Pastor Iván Tapia
Contardo
Lectura
bíblica: “Y se congregaron
allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos
se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.” (Hechos 11:26)
Idea central: Importancia de un año de
servicio.
Objetivos: a) Considerar los aspectos que la Iglesia debe desarrollar durante un
año de servicio; b) Valorar la importancia de la edificación de la Iglesia con
la Palabra de Dios; c) Comprender y valorar la necesidad de evangelizar a no
creyentes y extraviados; d) Aprender a apoyar a otras comunidades y hermanos en
su trabajo espiritual; y e) Poner en acción la diversidad de dones de la
Iglesia.
Resumen: Un término de año marca
en la Iglesia un ciclo, que bien puede ser un cambio de etapa. En el servicio
prestado durante 365 días se deben considerar a lo menos cuatro aspectos
fundamentales: La edificación, la evangelización, la extensión o misiones y la
diversidad de dones.
“Y
|
se congregaron allí todo un año
con la iglesia” Lo mismo podríamos
decir nosotros, los de la Iglesia cristiana de hoy, al término de un año. “Un
año pasa volando” decimos los más viejos, no sé por qué fenómeno psicológico,
social o de otro origen, que nos hace percibir el tiempo más veloz y breve.
Pero si pensamos, en doce meses cabe bastante, se puede hacer mucho: Orar, leer
y reflexionar la Palabra de Dios, ayunar, adorar en comunidad, ayudar a los
necesitados, crear nuevas formas de evangelizar, hacer trabajos diversos,
visitar a los enfermos, etc. ¡Cuánto hemos hecho en un año! Acostumbramos en la
Iglesia hacer una Memoria Anual para recapitular y evaluar el progreso de
nuestro quehacer en estos 365 días.
Pensemos que la Iglesia funciona todos los días, no es asunto sólo de
cultos de domingo. Cada cosa que hacemos, sea las programadas por la comunidad
cristiana como las acciones familiares y laborales, todas son acciones que
realiza la Iglesia. ¿Por qué lo vemos así? Porque los cristianos somos el
Cuerpo de Cristo; es Jesús actuando a través de nosotros en todo momento.
Separar la vida material de la espiritual, las cosas de Dios de las cosas del
mundo, los asuntos personales de los eclesiales, la vida privada de la vida
pública, es una mentalidad muy propia de occidente, esta sociedad racional que
divide todas las cosas en estancos separados. La vida cristiana no es así; es
una sola acción, la acción de Jesucristo en nosotros.
Congregarse todo un año no es cosa menor; estar reunidos en la oración y
la acción por 12 meses reporta muchos conocimientos, reflexiones que conducen a
cambios de actitudes, corrección de nuestras personas, desarrollo espiritual,
en fin crecimiento en virtudes. El hecho de estar en comunidad nos ayuda a
crecer en el amor, la solidaridad, la tolerancia, paciencia, humildad, etc.
Pablo y Bernabé, misionando en la
ciudad de Antioquía, estuvieron todo un año enseñando a los judíos y gentiles
conversos de esa ciudad, como evangelizando a los que aún no conocían a Cristo.
Tanto hablaron de Jesucristo, el Cristo, el Mesías prometido, que la gente
terminó por motejarlos de “cristianos”. El trabajo de un año produjo creyentes
convertidos en “pequeños Cristos” o por lo menos aspirantes a parecerse a
Jesús, su Maestro.
Nuestro trabajo espiritual también
aspira a la excelencia, queremos hacer de nuestros amigos y familiares personas
más íntegras e integrales, que desarrollen la espiritualidad al nivel de
Cristo, como lo expresa la Escritura; personas con un criterio amplio, que no
hagan acepción de personas: “34 Entonces
Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de
personas, / 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace
justicia. / 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el
evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.” (Hechos 10:34,35); cristianos que tengan
una visión ecuménica de la Iglesia, la que es un solo Cuerpo espiritual, en el
que rige por sobre todo el Amor.
Un año normal de la Iglesia
debiera implicar a lo menos cuatro acciones en sus miembros.
¿Qué
acciones debe realizar la Iglesia en un año normal?
1.
Edificar
a los suyos.
“19
Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo
con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a
nadie la palabra, sino sólo a los judíos.” (Hechos 11:19)
Esteban fue el
primer mártir de la Iglesia, el año 36 DC. Era uno de los “varones de buen
testimonio” que la Iglesia de Jerusalén escogió democráticamente para “atender
a las mesas”, o sea para una tarea de servicio a los hermanos. Se considera
este evento como el inicio del Diaconado, que es un ministerio de solidaridad
con el prójimo. Así lo relata el Libro de los Hechos:
“1
En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración
de los
griegos contra los hebreos, de que las
viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. / 2 Entonces
los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que
nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. / 3 Buscad, pues,
hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. / 4 Y
nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. / 5
Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de
fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y
a Nicolás prosélito de Antioquía; / 6 a los cuales presentaron ante los
apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.” (Hechos 6:1-6)
Había en esos
primeros tiempos de la Iglesia cierta rivalidad entre cristianos provenientes
del judaísmo y los provenientes de la diáspora y que hablaban griego. Reclamaban
los llamados “griegos” contra cierta preferencia que se daba a las viudas de
los judíos. Se zanjó tal situación haciendo escoger a la multitud a siete
hombres que consideraran aptos para el cargo de servirlas. Fueron escogidos los
de procedencia helenística, entre ellos Nicolás de origen pagano.
Esteban dio un
valiente testimonio de Jesucristo al ser lapidado, iniciándose luego una gran
persecución contra los cristianos, la que fue liderada por Saulo de Tarso,
quien luego se convertiría al cristianismo. Los perseguidos huyeron de
Jerusalén hacia las ciudades fenicias en la costa del Mediterráneo, la isla de Chipre
y Antioquía, en Turquía. Dios utilizó esta persecución y otras, no sólo para
formar en el rigor la fe y el compromiso de Sus hijos, sino también para
expandir el mensaje del Evangelio. Los cristianos, temerosos, hablaban en
principio sólo a los hebreos.
2.
Evangelizar
a los no creyentes y extraviados.
“20 Pero había entre ellos unos varones de
Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también
a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. / 21 Y la mano del
Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.” (Hechos 11:20,21)
Los hermanos que
llegaron de la isla de Chipre y de Cirene, ciudad ubicada en la costa norte de
África, en Libia, fueron más avezados que los cristianos que venían de
Jerusalén y evangelizaron a los gentiles y griegos. El Espíritu del Señor
estaba con ellos, de modo que muchos fueron convertidos a Jesucristo.
El cristianismo
es una religión proselitista, es decir que busca prosélitos, seguidores.
Proselitismo es el empeño o afán con que una persona u organización trata de
convencer y ganar seguidores o partidarios para su causa o doctrina. En nuestra
fe todo afán proselitista se enmarca en lo que se llama “evangelización”. La
motivación de ésta no es un deseo de poder o dominio de las mentes, sino el
gozo de compartir el gran amor de Dios, el anhelo de liberar a las personas del
pecado y las tinieblas. El mismo propósito que tuvo el Padre al enviar a Su
Hijo Jesucristo a la Tierra para salvar al Hombre; el mismo esfuerzo que hizo
Jesús para darse entero por nosotros; ese mismo sentir mueve a los cristianos a
dar a conocer el Evangelio.
Además de querer
compartir el Amor y abrir los ojos del mundo a la realidad Divina, están los
continuos encargos del Señor al respecto:
“5 A
estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de
gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, / 6 sino id antes a
las ovejas perdidas de la casa de Israel. / 7 Y yendo, predicad, diciendo: El
reino de los cielos se ha acercado. / 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos,
resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” (San
Mateo 10:5-8)
“He aquí, yo os envío como a ovejas en
medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como
palomas.” (San
Mateo 10:16)
“34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga
la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. / 35 ¿No decís vosotros: Aún
faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros
ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. / 36 Y el que
siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra
goce juntamente con el que siega.”
(San Juan 4:34-36)
“19 Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; / 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.” (San
Mateo 28:19,20)
“Y les dijo: Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura.” (San Marcos 16:15)
Predicar, dar a
conocer, anunciar, insinuar, convencer, persuadir, son formas de transmitir la
Verdad de Jesucristo, mas siempre esa acción deberá ir acompañada del Amor
expresado en el servicio y la misericordia. Transmitimos más que una doctrina,
a una Persona, la que debe ser reflejada en nuestra vida, puesto que Jesús
mismo, la Luz, nos ha dicho que debemos ser luz.
3.
Apoyar
a otras comunidades.
“22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de
la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta
Antioquía. / 23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y
exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. /
24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran
multitud fue agregada al Señor.” (Hechos
11:22-24)
Cuando en la
Iglesia de Jerusalén, la iglesia madre, se supo del avivamiento espiritual que
se estaba dando más al norte de Palestina, en Antioquía, inmediatamente
comisionaron a Bernabé para que fuese a apoyar a los discípulos de esa ciudad.
En realidad Bernabé se llamaba José,
pero los apóstoles le dieron el sobrenombre de Barnabás, que significa “hijo de
consolación”, por su generosidad y compromiso con la obra de Dios. Fue uno de
los hermanos que vendió su propiedad y puso el precio de ella a los pies de los
apóstoles. Se lo describe como “varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de
fe.”
Al ver en
Antioquía cómo se estaba manifestando el Señor, el fervor de los hermanos en
comunicar el mensaje y el gozo de los recién convertidos, Bernabé se sintió
conmovido y feliz, animando a la Iglesia a que continuaran en ese mismo camino,
entregados fielmente a Jesucristo por Su Espíritu Santo. No hay mayor alegría
para un hijo de Dios, cuando ve crecer a sus hermanos en la fe y el
conocimiento de Jesús, como lo señala San Juan en una de sus cartas:
“1
El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. / 2 Amado, yo deseo que
tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu
alma. / 3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron
testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. / 4 No tengo yo mayor gozo
que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.” (3 Juan 1:1-4)
Es probable que las palabras de
este misionero en Antioquía no sólo fueran de consolación y edificación, sino
también de evangelización para aquellos que aún no conocían a Cristo y Su
mensaje, pero que tenían gran hambre espiritual, pues el Texto dice que fue
agregada una multitud al Señor. Edificación y evangelización siempre serán dos
acciones que se complementan en el ministerio de la Palabra de Dios.
Bernabé fue un verdadero apóstol,
uno que llevaba el mensaje a otra ciudad. Su labor en esta ocasión fue apoyar y
confirmar en la fe, animar a la Iglesia naciente en Antioquía. Tal vez nos
corresponda en alguna oportunidad hacer una obra similar, no importa en qué
escala; puede ser una familia con necesidad espiritual, algún grupo de hermanos
recién convertidos o una iglesia que requiera apoyo espiritual. En tal caso
debemos hacerlo con humildad, sumisión al Señor, sujetándonos a las autoridades
de la Iglesia, y con profundo amor a las almas que el Señor nos entrega para
ser ministradas.
4.
Poner
en acción todos los dones.
“25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a
Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. / 26 Y se congregaron allí todo un
año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó
cristianos por primera vez en Antioquía.”
(Hechos 11:25,26)
¿Por qué fue Bernabé a buscar a Saulo? En primer lugar porque necesitaba
un socio en el trabajo que estaba haciendo en Antioquía; Saulo tenía unos dones
y una experiencia que él no poseía; el fariseo ex perseguidor de los cristianos
poseía grandes conocimientos escriturales, por su formación teológicas con el
rabino Gamaliel, pero además una gran pasión. En segundo lugar, el Apóstol de
los gentiles se estaba perdiendo en su ciudad natal dedicado a fabricar tiendas
de campaña; podría ser de mayor utilidad en frente de la obra de Dios. En
tercer lugar Saulo era un testimonio vivo de Cristo Resucitado y un mensaje de
Gracia para los gentiles. Por estas y otras razones, Bernabé fue a Tarso a
buscar a Saulo.
En Antioquía se congregaron con los discípulos durante un año completo,
pudieron enseñar el Evangelio, la Gracia y Amor de Dios, los hechos
maravillosos de Jesús, Sus enseñanzas y parábolas, Sus mandatos y lo que Él
hace en las vidas. Cómo sería de abundante la Palabra con respecto a la Figura
y acción de Jesucristo, que por primera vez a los creyentes se les nominó
“cristianos”. Este hecho estaba profetizado en el Antiguo Testamento, que
seríamos nombrados de otra forma y disfrutaríamos de Su consolación:
“15 Y dejaréis vuestro nombre por maldición
a mis escogidos, y Jehová el Señor te matará, y a sus siervos llamará por otro
nombre. / 16 El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se
bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque
las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos.” (Isaías
65:15,16)
Si Bernabé, “hijo de consolación”, tenía un ministerio relacionado con la
misericordia; Saulo de Tarso, luego llamado Pablo, “aquél que ha sido pedido
por Dios”, era el hombre que necesitaba la Iglesia en esa etapa, el más grande
de los teólogos cristianos y un cristiano absolutamente coherente con su fe,
dispuesto a negarse a sí mismo y morir por el Señor Jesucristo. El ministerio
de Saulo sería revelador de varios misterios hasta ese entonces escondidos para
el pueblo de Dios, como: Condición de la Iglesia como Cuerpo de Cristo;
salvación por medio de la fe en Cristo; la Gracia de Dios en oposición a la
Ley; el enorme poder que actúa en el cristiano; el ministerio quíntuple de la
Palabra de Dios, etc. Podríamos afirmar que si Bernabé fue un hijo de
consolación, Pablo lo fue de revelación; la mayor parte del Nuevo Testamento
está escrito por San Pablo. Consolación y revelación, ambos son necesarios en
la Iglesia.
CONCLUSIONES.
Un año en la
Iglesia es motivo de mucho crecimiento espiritual. Para obtener buenos
resultados hay acciones que se deben realizar los 365 días: 1) Edificar a los suyos, la buena enseñanza
alimenta la mente con la Verdad y produce transformaciones; 2) Evangelizar a
los no creyentes y extraviados, mediante diversas y creativas acciones que
impliquen conocer mejor a Jesús y Su Evangelio; 3) Apoyar a otras comunidades,
la solidaridad con el resto de la Iglesia expande la visión y el
crecimiento espiritual y numérico; y 4) Poner en acción todos los dones,
ministrando en equipo, según la diversidad de ministerios que otorga el
Espíritu Santo a la Iglesia.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1)
¿Cuáles han sido sus principales aprendizajes este año?
2)
¿Siente que ha crecido en lo espiritual durante este
año?
3)
¿En qué área de su vida ha experimentado mayor
crecimiento?
4)
¿Qué es el Diaconado?
5)
¿Qué misterios reveló Pablo a la Iglesia?
6)
¿Por qué es
necesario estar en comunidad?
7)
¿Cuáles han
sido sus principales logros este año?
8)
¿Qué le
gustaría alcanzar como meta el próximo año?
9)
¿En qué aspectos debe ejercerse democracia en la
Iglesia?
10) ¿Qué
es conocer a Jesús?
11) ¿Qué
dones identifica en su persona?
12) ¿Cuál
es, a su juicio, la tarea primordial de esta Iglesia?
13) ¿Qué
acciones debería realizar esta Iglesia para obtener mejores resultados?
14) ¿Qué
enseñanzas de este año le han sido más útiles para la comprensión de Cristo y
el Evangelio?
15) ¿Cómo
está usted evangelizando a sus familiares y amigos?
16) ¿Cómo
puede esta Iglesia apoyar a otras comunidades?
17) ¿Cuál
cree usted que es su misión en esta Iglesia?
18) ¿Establece usted una separación entre la vida
material y la espiritual?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
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Reina,
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Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
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“Watchtower
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http://origenescristianos.es/los-diaconos-en-los-inicios-del-cristianismo/
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