Martín Lutero clava las 95 tesis en Wittemberg
LA FE REFORMADA.
TEMA I
Pastor Iván Tapia
Lectura bíblica: Romanos 1:17; Gálatas 1:6-9
Propósitos
de la charla: a) Comprender y valorar los postulados de la Reforma protestante;
b) Comprender que la salvación no se logra por obra alguna sino por fe; c) Clarificar y aplicar los conceptos de Evangelio,
justicia, fe y justificación.
“6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la
gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. / 7 No que haya otro,
sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de
Cristo. / 8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. / 9 Como antes
hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio
del que habéis recibido, sea anatema.” (Gálatas 1:6-9)
“Porque en el evangelio la justicia de Dios
se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)
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ijo alemán de un
minero en el año 1483, Lutero estuvo bien familiarizado con la pobreza. Su
padre logró proveerle de una educación elemental y después de eso tuvo la
oportunidad de estudiar en la universidad de Erfurt donde completó el grado de
Bachiller y se convirtió en Maestro de Artes en el año1505. En ese mismo
año ingreso al monasterio Agustino de Erfurt buscando la paz espiritual.
Para él, Cristo era como un Juez terrible. Paso muchos días en ayuno y en
mortificación corporal, buscando el perdón de sus pecados. Unos años más tarde
Lutero se fue a Roma en viaje de negocios de la orden de los Agustinos y
tuvo la oportunidad de ver por sí mismo el papado, el cual fue una desilusión
para él. En 1512 completó un doctorado en Teología en la Universidad de
Wittemberg donde se convirtió en profesor de Teología.
Entre los años
del 1514 al 1518 Lutero hizo conferencias sobre los Salmos, Romanos, Gálatas,
Hebreos y Tito, cuando eventualmente llegó a aceptar la doctrina de la
justificación por medio de la fe. Abandonó la interpretación eclesiástica
tradicional que prevalecía en ese tiempo, a favor de una interpretación más
literal y gramatical de la Biblia. La influencia de Martín Lutero aumentó al
convertirse en el encargado de 11 monasterios en 1515. En ese mismo año fue
llamado por el consejo municipal de la ciudad de Wittemberg al púlpito de su
iglesia. Eso le dio la oportunidad de dar a conocer sus puntos de vista
directamente a los laicos. El asunto de las indulgencias lo puso en la mira de
toda Europa donde inicialmente una indulgencia procuraba la remisión de un castigo
impuesto por la
Iglesia Católica Romana a quien no cumplía con un mandamiento
religioso. Al principio se podía conseguir la indulgencia y/o perdón de todos
los pecados combatiendo en la lucha contra los infieles durante las cruzadas,
también conocida como guerra santa, lo que fue tomado de los
musulmanes, quienes aun practican el “Jijad” o guerra santa como uno de sus
fundamentos más importantes según lo escrito en su libro sagrado, El Corán.
Luego gradualmente esto fue cambiado por sacrificios financieros en lugar de
riesgos físicos. De esta manera se fincaron monasterios, iglesias, etc.
Lo que más
inquietaba a Martín Lutero era la promesa de la plena remisión de pecados, del
castigo en el purgatorio a los vivos y la seguridad que daba a los compradores
de que a sus seres amados en el purgatorio se les podía perdonar sus pecados
sin confesión ni arrepentimiento. Entonces se logró que fuera prohibida la
venta de indulgencias en la ciudad de Wittemberg donde predicaba Lutero. Pero
cuando vio que sus ciudadanos salían a otros pueblos a comprar indulgencias,
viendo el efecto de la venta de reglas morales y éticas en sus feligreses, decidió
clavar sus famosas 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittemberg el día 31
de octubre de 1517 como protesta en contra de la venta de indulgencias con
la intención de que fuesen debatidas y fueron escritas en latín. Copias de las
95 tesis llegaron a toda Europa, causando gran entusiasmo popular.
Viendo que el
abuso en la venta de indulgencias no había sido condenado por el Papa León X le
envió una explicación. El Papa demandó que compareciera como sospechoso de
herejía. Lutero pidió consejo a Federico el Sabio de Sajonia sobre cómo
afrontar esta situación. Lutero fue paulatinamente rechazando la autoridad del
Papa y de los concilios y comenzó a basarse sólo en enseñanzas de las
Escrituras. El papa trató de echarle mano pero no pudo porque estaba bajo la
protección de Federico el Sabio. Éste se llevó a Lutero al castillo
de Wartburg donde tradujo el Nuevo Testamento al alemán.
Eventualmente fue excomulgado por la iglesia de Roma.
Lo que comenzó
como una reforma pronto se convirtió en una revolución y bajo la protección de
Federico lanzó un nuevo movimiento religioso. El Papa en su intento por
detenerlo, quiso prohibir la diseminación del movimiento luterano. Algunos
príncipes y ciudades protestaron contra esto y fue de aquí donde se
originó el nombre de “protestante” que pasó a todo el movimiento. En su
predicación Lutero expuso tres grandes puntos que hasta el día de hoy sustentan
el pensamiento protestante o evangélico:
1.
Sólo Fe: La Justificación es solo por
la fe en Jesucristo.
2.
Sólo Gracia: La salvación sólo se recibe
por la gracia.
3.
Sólo Escritura: La Biblia es la única
fuente de autoridad del creyente para la doctrina y la práctica.
¿En
qué consiste el principio reformado de sólo Fe?
Los cristianos
protestantes y evangélicos interpretamos que la salvación se recibe solamente
por medio de la fe, de acuerdo a lo que dice el Apóstol: “Porque en el evangelio la justicia de Dios
se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)
En este
versículo, como en toda la carta a los Romanos, se utilizan unos conceptos que
son muy importantes de aclarar: evangelio, justicia, fe y justificación; éstos
nos ayudarán a entender que el principio reformado de sólo Fe consiste en:
1. Creer
en el Evangelio.
El Evangelio es el mensaje de Jesucristo
para la Humanidad, son las buenas nuevas de gran gozo. Este mensaje tiene gran
poder: “Porque no me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al
judío primeramente, y también al griego.” (Romanos 1:16) El Evangelio es, entonces, un mensaje poderoso para
la salvación de los seres humanos.
Se nombra como
evangelio a cada uno de los escritos que relatan la vida de Jesucristo, desde
su nacimiento hasta su resurrección: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Por eso a
estos escritores se les ha llamado “evangelistas”. El cuerpo de esos cuatro
libros también se ha llamado evangelio. Pero el Evangelio es por excelencia el
mensaje o predicación de Jesucristo; Él predicó Su Evangelio y envía a sus
discípulos a hacer lo mismo: “15 Y les
dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. / 16 El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San Marcos 16:15,16)
El principio
reformado de sólo Fe consiste en creer en el Evangelio.
2. Confiar
en la justicia de Dios.
La Justicia de Dios no es la idea que
habitualmente tenemos. La teología tradicional estaba controlada más por los
puntos de vista occidentales sobre la justicia que por la justicia que Dios ha
revelado en el evangelio de su Hijo. Muchas veces se usa la palabra justicia
cuando se discuten sobre los derechos sociales y políticos de las personas,
pero en la Biblia se refiere preferentemente a otra forma: la justicia de Dios.
Es en el Evangelio que se nos revela esta justicia: “Porque en el evangelio la justicia de Dios
se revela por fe y para fe…” (Romanos
1:17b)
El
Antiguo Testamento tiene una palabra, sadaq, tanto para rectitud como
para justicia. El griego del Nuevo Testamento también tiene una palabra, dikaiosune.
De esta manera, "justicia es rectitud y rectitud es justicia". En el
idioma hebreo, justificar es
simplemente la forma verbal de la palabra sadaq, justicia, es decir, significa hacer justicia o hacer que se haga
justicia. Sadaq es la palabra más importante en el Antiguo Testamento
que describe el carácter y la actividad de Dios, como se aprecia en estos
pasajes:
“7 Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste
a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; / 8
y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la
tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del
gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres
justo.” (Nehemías 9:7,8)
“11 Todo Israel traspasó tu ley apartándose
para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el
juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra
él pecamos. / 12 Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra
nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues
nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra
Jerusalén. / 13 Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino
sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para
convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. / 14 Por tanto, Jehová
veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro
Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz.” (Daniel 9:11-14)
Es también la
palabra más apropiada que distingue al pueblo de Dios del resto de la
humanidad. No existe ningún concepto en el Antiguo Testamento con un
significado tan central para todas las relaciones de la vida humana como el de sadaq-justicia.
Cuando una parte cumple las demandas de una relación, esa parte se conforma a
lo que debe ser. Entonces existe un estado de sadaq justicia. Por esto, sadaq
concierne al correcto orden de las cosas, es decir el correcto ordenamiento del
mundo de acuerdo con la Divina intención. La justicia es conformidad con el orden
creado de las cosas. Cuando hasta los pesos y las medidas son fieles a lo que
deben ser, se dicen que son sadaq, es decir, justos “35 No hagáis
injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida. / 36
Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro
Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.” (Levítico 19:35,36). Cuando los sacrificios son lo que deben ser,
también se dice que son sadaq: “Ofreced
sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová.” (Salmos
4:5) “15 Señor, abre mis labios, Y
publicará mi boca tu alabanza. / 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo
daría; No quieres holocausto. / 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. / 18 Haz
bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. / 19 Entonces
te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo
quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.” (Salmos 51:19).
Justicia (sadaq)
significa que Dios es fiel a la promesa de su pacto; es Su compromiso de actuar
a favor nuestro, con bondad y generosidad. Justicia es el ordenamiento de las
cosas de acuerdo con el propósito divino; por lo que está asociada con los
actos de liberación de Dios. Justicia de Dios es Su gracia salvadora, la que
muestra que Dios es fiel a sí mismo. Esta
justicia de Dios se revela en el Evangelio.
El principio
reformado de sólo Fe consiste en confiar en la justicia de Dios.
3. Creer
en Jesús.
Un pastor
escribió: “La fe es el título de propiedad que nos garantiza que las cosas que
esperamos son nuestras a pesar de que no las veamos con nuestros ojos físicos.
La fe nos da la seguridad de las cosas que estamos creyendo ya son nuestras. La
fe es el brazo que se extiende al mundo espiritual y recibe las cosas que Dios
ya nos dio.” La fe cristiana se sustenta en la Palabra de Dios, pues “… la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios.” (Romanos 10:17)
La vida
sobrenatural de Dios alcanza al que tiene fe: “1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y
velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. /
2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para
que corra el que leyere en ella. / 3 Aunque la visión tardará aún por un
tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo,
porque sin duda vendrá, no tardará. / 4 He aquí que aquel cuya alma no es
recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.” (Habacuc 2:4) Esta fe no es una fe
cualquiera, es la confianza en Jesucristo y Su Evangelio.
¿Qué significa que “en el
evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe”? Significa que la
persona es salva cuando cree en Jesucristo como Salvador y a partir de ese
momento comienza a desarrollar esa fe. También implica que en la nueva vida
desarrollará la fe como un fruto del Espíritu Santo: “Mas el fruto del Espíritu
es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe” (Gálatas 5:22). Por otro lado, algunos cristianos serán bendecidos
con el “charisma” de la fe: “8 Porque a
éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu; / 9 a
otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo
Espíritu.” (1 Corintios 12:8,9)
El principio
reformado de sólo Fe consiste en creer en Jesús.
4. Comenzar
a vivir por fe.
Pero hay una segunda justicia, de igual importancia, porque lo que
Cristo hizo no lo hizo por sí mismo sino por ti y por mí. La otra es la justicia que poseemos por la fe. Lutero
llama la segunda una justicia propia, es decir una justicia que propiamente se
hace nuestra por fe. La justicia primaria está basada en la obra de Cristo y no
llega a nosotros por algo que nosotros hayamos hecho o podamos hacer, sino
solamente por la fe. Explica el doctor Martín Lutero: “La segunda clase de
justicia es nuestra justicia propia no porque la obramos solos, sino porque la
obramos con aquella primera y ajena justicia. Esto es como la vida se pasa con
provecho en buenas obras... Esta justicia consiste en amor al prójimo... y en
mansedumbre y temor hacia Dios”. De modo que somos justos porque Cristo murió
por nosotros y porque comenzamos a obrar en justicia.
Por eso San Pablo dice: “Mas el justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)
El principio
reformado de sólo Fe consiste en comenzar a vivir por fe.
CONCLUSIÓN.
El ser humano
vive en incredulidad. Cuando es tocado por el Espíritu Santo y la Palabra de
Dios, sus ojos son abiertos y comienza a creer en Jesucristo, Su sacrificio en
la cruz y el Evangelio que él trajo a este mundo. La salvación no se logra por
obra alguna sino por fe. El principio
reformado de sólo Fe consiste en: 1) Creer
en el Evangelio; 2) Confiar en la justicia de Dios; 3) Creer en Jesús; y 4) Comenzar
a vivir por fe.
PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:
1) ¿Cuáles son
los tres principios básicos de la Reforma protestante o evangélica?
2) ¿De qué forma
ha experimentado usted el poder del Evangelio?
3) Dada su experiencia cristiana,
¿cómo hace justicia Dios en nuestra vida?
4) ¿Qué verdades del Evangelio
usted ha hecho suyas y ahora las vive con fe?
5) ¿Cómo interpreta usted la
frase “Mas el justo
por la fe vivirá.”?
BIBLIOLINKOGRAFÍA.
·
“La Santa
Biblia”, Casiodoro de Reina, revisión de 1960, Broadman & Holman
Publishers, USA.· “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España”, en línea, Internet.
· “La justificación por la fe: nuestra herencia de la reforma luterana y la doctrina por la cual la Iglesia se queda firme o se cae.”; Arnold J. Koelpin; Martin Luther College; New Ulm, Minnesota, USA.
· “El Escándalo de la Justicia de Dios”; Robert D. Brinsmead; Traducido de Verdict; 1983.
· “Lo que es la fe”; Pastor Ricardo Botto; sitio web “El ciber pastor” http://elciberpastor.wordpress.com/httpespiritudefecom/
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