lunes, abril 02, 2007

LA OMNISCIENCIA DE DIOS





Lectura bíblica: Salmos 33:13-15
Propósitos de la charla: Comprender el conocimiento de Dios del orden universal y como responder a ello como discípulos de Jesucristo.


El conocimiento por parte de Dios del orden universal se distingue por el término omnisciencia. En esta enseñanza estudiaremos esta importante característica de Dios a través de la lectura del Pentateuco, los cinco primeros libros de la Biblia, escritos presumiblemente por Moisés.



La palabra Pentateuco proviene del griego "Las Cinco Cajas", de penta, "cinco" y téukos, "caja", por los estuches cilíndricos donde se guardan, enrollados, los textos hebreos. Se corresponden con los que en la tradición hebrea forman la Torá o Ley, núcleo de la religión judía.


Podemos definir la "omnisciencia" como:
- Conocimiento de todas las cosas reales y posibles.
- Conocimiento previo de lo que sucederá en el futuro.
- Conocimiento de muchas ciencias o materias.
- Atributo de Dios ya que tiene el poder de saber todo.



Si "omnis" significa "todo" y "sciéntia" significa "conocimiento", la "Omnisciencia" divina significa que Dios lo sabe todo. Y cuando decimos "todo", es absolutamente todo. Hasta nuestros más ocultos pensamientos, Dios los conoce mejor que nosotros, y los conoce antes de que siquiera se nos puedan ocurrir.



El conocimiento que Dios tiene de este mundo es perfecto, lo cual se resume en las siguientes afirmaciones.



1) El conocimiento de Dios no está limitado por el tiempo.
¿Sabía Dios que Adán y Eva comerían del fruto prohibido? Sí (Génesis 2:15-17)
La profecía da cuenta de ese conocimiento "adelantado" de Dios (Génesis 3:14-16)
Dios conoce completa la historia de un pueblo (Génesis 17:1-8)



2) El conocimiento de Dios no está limitado por el espacio.
Dios sabe lo que sucede en todo lugar del planeta, Él conoce lo que pasa en Mamre como en Sodoma (Génesis 18:1-2; 16-20)
Dios estaba con José en Egipto, pero también estaba con sus hermanos y su padre en Beerseba (Génesis 45:4-9)
Está en el palacio del Faraón, en los hogares de los hebreos, en casa de Aarón y con Moisés (Éxodo 4:9-19)



3) El conocimiento de Dios no es el resultado de una inferencia.
El Señor sabía que, después de la muerte de los primogénitos, Faraón dejaría ir a Moisés y el pueblo hebreo porque así estaba escrita la Historia (Éxodo 11:1,9,10,14; 11:29-36)
Dios conoce el corazón humano y sabe como actuará (Éxodo 32:1.7-10)



4) Dios conoció con anticipación directamente los actos libres de los seres humanos.
Jehová sabe quienes le sirven y quienes le desobedecen. A continuación veremos la actitud de algunos hombres, todos con un corazón diferente ante Jehová.



A) CALEB, UN HOMBRE FIEL Y VALEROSO
(Números 13:17-20) Caleb y Josué fueron valientes, no acobardaron; fieles a su líder, trataron de convencer al pueblo de su error. Caleb es uno de los personajes más notables en la historia de la época desde el cruce del Mar Rojo hasta tomar posesión de la Tierra Prometida. Solamente Moisés y Josué tendrían la misma clase de fidelidad hacia Jehová y su servicio al pueblo israelita en ese tiempo. Pero Caleb también era fiel en caminar con Dios. Era hijo de Jefone Cenezeo (Josué 14:6), probablemente descendiente de Esaú, hermano de Jacob. No era judío por nacimiento. Una parte de su familia se habría unido con la tribu de Judá antes del éxodo de Egipto. Como Rahab que no era israelita por nacimiento, pero lo era por la fe. Fue escogido para ser su representante de la tribu de Judá entre los doce espías enviados a observar y reconocer la tierra y las gentes de Canaán. Al volver, debido al miedo y a la falta de fe en Jehová, de los doce espías, diez recomendaron que era mejor no tomar posesión de la tierra. Caleb y Josué formaron la minoría. Como portavoz, su recomendación es digna de hacer notar: "Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos" (Números 13:30). Examinemos nuestra propia fidelidad al liderazgo y la valentía para enfrentar los desafíos que nos presenta.



LA REBELIÓN DE UN PUEBLO
(Números 14:1-3) El Señor nos lleva por un camino y reclamamos a Dios, lloramos pues no nos agrada su voluntad. El pueblo de Israel se quejó contra sus libertadores, fue mal agradecido. Nosotros también hoy día culpamos a los líderes de la iglesia, a los dirigentes políticos o a otros de nuestros problemas, dolores y fracasos. No asumimos la responsabilidad de nuestros actos. Culpamos a Dios y queremos volver atrás, al mundo, el cual hasta nos parece un lugar mejor para vivir, donde somos más felices. Ellos querían nombrar otro líder para devolverse a Egipto y se rebelaron contra Moisés. ¿Cuántas veces buscamos líderes a nuestra medida y no permitimos al Señor decidir en esa área? Hoy los cristianos buscan iglesias apropiadas a ellos, sin preguntar a Dios. ¿Es usted uno de esos?



OFENSORES Y OFENDIDOS
(Números 14:4-6) "Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto" (v.4) Como ellos, también queremos escoger nuestros líderes y no los que el Señor nos da. Moisés, Josué y Caleb se postraron sobre el rostro. Esto significaba doblarse ante un hombre de Dios (Rut 2:10). Las razones para postrarse delante de Dios son para estar en comunión con Él: a) Para adorar o alabar o bendecir; b) en señal de temor; c) después de alguna manifestación divina especial; d) en reconocimiento de la presencia de Dios; e) para suplicar algún favor o una sanidad; f) para interceder por otras personas; g) para confesión de pecados; h) en tristeza; i) para agradecer; j) porque Dios es Santo. También rasgaron vestiduras. Rasgar vestiduras es una tradición religiosa que consistía en que una persona ofendida rompía su ropa para rechazar así el agravio o vituperio recibido. Era señal de duelo. Josué y Caleb rompieron sus ropas en señal de ofendidos.



ARGUMENTO DE CALEB
(Números 14:7-9) En el mismo evento vemos a Moisés y Josué siguiendo el argumento de Caleb. Trajo un informe favorable a Moisés en Cades-Barnea según las convicciones de su corazón. Creía posible lo que los demás creían que era imposible, era un hombre de fe. Dijo al pueblo que la tierra que tenían por delante era muy buena. ¿Vemos nuestra tierra prometida? El pueblo no veía la tierra prometida, la había visto el grupo de hombres que se adelantó. A veces necesitamos creer en los ministros de Dios, quienes han "visto" con los ojos de la fe la tierra prometida. Notemos las razones detrás del argumento de Caleb: a) Jehová sería el que entregaría la tierra (vs. 8); Caleb seguía a Jehová de todo corazón. La clave para alcanzar nuestra tierra prometida es buscar el agrado del Señor. b) Temía más revelarse contra Jehová que al pueblo cananeo. Por haber seguido fielmente a Jehová, sólo Caleb, además de Josué, entraría y heredaría la tierra (Deuteronomio 1:36). Con relación a esto dice que "Caleb y Josué fueron perfectos en pos de Jehová" (Números 32:12). Moisés confirmó que Caleb era seguidor fiel en pos de Jehová (14:9). Para Moisés esto fue la base de su derecho de heredar de la Tierra Prometida. La clave es no ser rebeldes a Dios, obedecer su mandamiento, hacer Su voluntad. La clave es no tener temor, ser valientes. No debemos temer de nuestros enemigos: la carne, el mundo y el diablo, sino enfrentarlos con la fe en la Palabra de Dios. Otra clave es confiar en que el Señor está con nosotros.



CONFRONTACIÓN DEL PUEBLO CON DIOS
(Números 14:10-12) "Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel" (v.10) Cuando alguien o un grupo tienen una visión y la defienden con vehemencia, los mediocres, incrédulos y cobardes, sienten envidia y reaccionan violentamente contra los innovadores. "...y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?" A pesar de tener ya ochenta y cinco años de edad, Caleb dijo que era más fuerte ahora que hace cuarenta años. Fíjese cómo había mantenido su fe y valor tras los años. Para Caleb toda la vida era una aventura espiritual con Dios sin cesar. Jehová se enojó con el pueblo. Dios da señales pero nadie cree. Muchos prefieren escucharse a sí mismos y no al Señor. "Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos" (v.12) Caleb creía que tenía fe y fuerza para echar fuera a los anaceos, comúnmente considerados como gigantes, y de destruir sus ciudades fortificadas. Era una persona con gran confianza en lo que Dios le había dado. Jehová decide destruirlos y dar a Moisés gente grande y fuerte. Es lo que Dios necesita: cristianos grandes y fuertes. Grandes no de estatura física sino espiritual; fuertes porque han desarrollado la virtud de la fortaleza ante toda dificultad.



INTERSECIÓN DE MOISÉS
(Números 14:13-19) Moisés oró a Jehová argumentando que lo sabrían los egipcios y que lo contarán a los habitantes de esa tierra, que Dios hizo morir al pueblo, y que fue un fracaso la peregrinación por el desierto, que los Él mismo los mató. Moisés intercede por el pueblo y le ruega que muestre mayor Su poder. Le recuerda las características morales de Él: perdonador, misericordioso, paciente, justo. El líder intercedió por el pueblo ante el Señor. Le rogó que fuera misericordioso y lo perdonase. Es lo que todo ministro de Dios debe hacer por los suyos.



SEVERIDAD Y JUSTICIA DE DIOS
(Números 14:20-25) Dios asegura haberlo perdonado, entonces hace un juramento sobre Sí mismo "han visto mi gloria y señales, me han tentado demasiado". El 10 simboliza algo completo. ¿Decide que no verán la tierra prometida o es que sabe positivamente que no la verán porque no son aptos? Indudablemente es lo segundo. Su omnisciencia conoce la incapacidad de ellos, salvo excepciones. Jehová encontró en Caleb otro espíritu: decidido, valiente y fiel. Necesitamos un espíritu diferente para conquistar nuestra tierra prometida: a) un espíritu diferente, b) capacidad de decisión, una firme voluntad por alcanzar la meta, c) valentía, fortaleza y dominio propio o templanza para enfrentar toda dificultad, no acobardar. "Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo" (v.25)



UNA MULTITUD DEPRAVADA Y PERVERSA
(Números 14:26-38) Dios habló a los líderes. Estaba muy molesto con la multitud. Utiliza la expresión "depravada multitud". Depravado es alguien que se ha deteriorado moralmente. Esa es la condición que tienen muchos en tinieblas. Lo que no debe suceder en Su pueblo. ¿Hay depravados en la Iglesia? Depravar significa: corromper, viciar, adulterar. Él les advirtió que les trataría como ellos lo habían tratado a Él. Les anuncia que morirán en el desierto los mayores de 20 años que murmuraron contra Dios. Nos parece muy frío y hasta cruel este proceder de Dios, pero para gobernar no se puede ser muy sentimental. Dios es racional. Ellos no servían para la tierra de promisión. Dios ha alzado Su mano prometiendo esto y que sí hará entrar a Caleb y a Josué. La generación posterior conocerá la tierra que ellos despreciaron. A veces es necesario que muera una generación para alcanzar el éxito de una visión. No siempre los fundadores de una obra ven grandes resultados. Morirán en este desierto. El desierto es símbolo en la Biblia de tratamiento de Dios, soledad, muerte, desobediencia del hombre. Los hijos durante 40 años llevarán sobre sí el pecado de sus padres. ¿No seremos el resultado del mal actuar de nuestros padres o abuelos? ¿Qué carga estamos poniendo sobre la vida de nuestros hijos por nuestra conducta? Un año por cada día que reconocieron la tierra, es decir 40 años por 40 días. Este fue el fruto de su desobediencia. Jehová castiga a Israel con 40 años de peregrinación, un año por cada uno de los 40 días que utilizaron en reconocer la tierra.



Ahora les llama "multitud perversa". La perversidad es suma maldad o corrupción de las costumbres. Dios dice que serán consumidos en el desierto. Los hombres que Moisés había mandado, volvieron murmurando y desacreditando la tierra de promisión. Estos diez espías malvados murieron por enfermedad. Caleb y Josué no murieron, como sus compañeros. De los 12 murieron 10 y se salvaron 2.



OBSTINACIÓN Y CASTIGO DEL PUEBLO
(Números 14:39-45) Cuando Moisés expuso la voluntad de Dios, el pueblo se entristeció. A la mañana siguiente el pueblo subió al monte por decisión propia. Pero esa no era la voluntad divina y Moisés los reprendió. Les advirtió que no lo hicieran pues Dios no estaba con ellos y serían derrotados. "Ustedes se han negado a seguir a Dios. Delante de ustedes están el amalecita y el cananeo y ellos los matarán." Fueron obstinados, subieron sin el arca del pacto, la Presencia de Jehová, y fueron derrotados y perseguidos hasta Horma



B) LA REBELIÓN DE CORÉ
"Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, / y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. / Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?" (Números 16:1-3)



¿Le diría usted a los líderes de su iglesia "basta ya de ustedes"? ¿Diría usted a su pastor: por qué tengo que sujetarme y obedecer a usted, si es tan sólo un hombre? ¿Diría usted a su tutor: aquí todos somos santos, por tanto tú no tienes autoridad sobre mí y yo también puedo enseñarte? ¿Diría usted a un hermano o hermana en una posición de autoridad: yo también tengo el Espíritu Santo, por lo tanto tengo el mismo derecho a dirigir? Esto fue lo que sucedió en una de las jornadas del pueblo de Israel en su travesía de 40 años.



Dentro del pueblo existían algunos con apetito de liderazgo que presentaban un espíritu rebelde. La rebelión de Coré fue una de las amenazas más serias que los líderes de Israel tuvieron que enfrentar. Su rebelión abarcó dos aspectos: el religioso y el político.



El sostén, gobierno y conducción de un pueblo, una nación o comunidad requieren orden, respeto a la autoridad y organización de las funciones, de lo contrario sobreviene el caos.



Coré, primo de Moisés, un levita con responsabilidades en el tabernáculo del Señor, y los suyos se atrevieron a desafiar las elecciones de Dios en las personas de Moisés y Aarón. El primero representaba la autoridad civil, el sacerdote Aarón la autoridad religiosa.



La conspiración tuvo dos grupos: a) Coré y sus servidores interesados en el sacerdocio y sus prerogativas; y b) Datán y Abiram que codiciaban el puesto de Moisés como dirigente civil de Israel.



Analicemos como se originó esta rebelión, que es una proyección de cualquier rebelión humana. Basta sólo ir a nuestros primeros padres y ver como ellos fueron inducidos a la rebelión, cuando ambicionaron ser como Dios.



Ambición.
Coré y sus 250 rebeldes aspiraban al sacerdocio.
"Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, Coat y Merari. Y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años. / Los hijos de Gersón: Libni y Simei, por sus familias. / Y los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres años. / Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familas de Leví por sus linajes. / Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años. / Los hijos de Izhar: Coré, Nefeg y Zicri. / Y los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri" (Éxodo 6:16-22)



Tiempo atrás, cuando Moisés bajó del monte con las tablas de Ley escritas por Jehová y vio el espectáculo deplorable de su pueblo adorando el becerro de oro, se enojo, rompió las tablas, destruyó el ídolo, lo fundió e hizo al pueblo beber el agua mezclada con el oro derretido y "se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. / Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. / Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. / Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros." (Éxodo 32:26-29). Los hijos de Leví mostraron ese día gran compromiso con Moisés



Resentimiento.
Coré pensaba que no se le había asignado la posición que merecía ya que Elizafán era el jefe del linaje de Coat. El padre de Elizafán era el cuarto hijo en tanto que el de Coré era el segundo.



"De Coat eran la familia de los amramitas, la familia de los izharitas, la familia de los hebronitas y la familia de los uzielitas; estas son las familias coatitas. / El número de todos los varones de un mes arriba era ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario. / Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, al sur; / y el jefe del linaje de las familias de Coat, Elizafán hijo de Uziel. / A cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio. / Y el principal de los jefes de los levitas será Eleazar hijo del sacerdote Aarón, jefe de los que tienen la guarda del santuario." (Números 3:27-31)



Arrogancia.
Arrogancia es altanería, altivez, soberbia. La arrogancia es una expresión visible del orgullo, contrario a la humildad. La Palabra de Dios, con referencia al autoconcepto, enseña: "Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio." (1 Corintios 3:18). La arrogancia y orgullo de Coré y Datán dieron origen a dos pecados: la soberbia y la ambición, los cuales generaron rebelión.



Conspiración.
Datán era rubenita; la tribu de Rubén estaba ubicada en el flanco sur del tabernáculo igual que la de Coré. Esta proximidad ayudó a la conspiración.
"La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur. / Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y seis mil quinientos." (Números 2:10,11)



LA ESTRATEGIA DE CORÉ.
Adulación.
Coré, al igual que todo buen adulador, necesita ensalzar al pueblo, para poder desacreditar a los lideres, necesita hablar bien del pueblo para justificar como buenas sus intenciones.



Un argumento errado.
La rebelión comienza con un argumento falso que sólo esconde ambición y egoísmo. El argumento de Coré y Datán es "¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?" Todos somos iguales y tenemos el mismo derecho a liderar. No reconocían la autoridad de Dios en la vida de Moisés y Aarón.



¿Se justificaba que Coré dijera que todos los miembros de la congregación podían ser sacerdotes?



En parte sí, puesto que Jehová había dicho: "Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. / Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel." (Éxodo 19:5,6)



Pero también ordenó: "Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. / Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura." (Exodo 28:1,2)



Coré pensaba que su demanda era justa y no ofendía al Señor, mas no siempre lo que rectamente pensamos es lo justo ante Dios. Él estaba desconociendo el mandato de Dios. "Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. / Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. / Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí." (San Juan 16:1-3)



Coré no creyó a la verdad, declarada por boca de Moisés, no le respetó ni al sacerdote Aarón y los desafió. Mas bien desafió a Jehová. La sinceridad no es excusa para desobedecer a la verdad. "...inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, / y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. / Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, / a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia." (2 Tesalonisenses 2:9-12)



Insurrección contra los líderes auténticos.
El apóstol San Judas se refiere en su epístola al rechazo de la autoridad, cuando argumenta "¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín; y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré." (Judas 11)



Judas está siguiendo la pista al camino de pecado, especialmente el de la rebelión. La personifica en tres hombres: Caín, Balaam y Coré.



Caín no soportó el agrado que produjo a Dios la ofrenda de su hermano Abel.



Balaam, profeta, fue contratado para maldecir a los hijos de Israel (Números 22:21-35) y a cambio de dinero, enseñó a pecar al pueblo de Israel. (Números 31:15). Envió a las mujeres paganas al campamento con el fin de seducir sexualmente a los hombres de Israel, además de hacer que participasen en la adoración a los ídolos, que implicaba ritos sexuales.



Inducir a otra persona a pecar es peor que pecar uno mismo. Jesús dijo: "Mejor le fuera que se le atase una piedra de molino al cuello y que fuese lanzado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos" (San Lucas 17:2) El fomentar el egoísmo enseñando a otros cómo pecar acabó finalmente poniéndose de manifiesto en la rebelión de Coré.



Coré y su grupo desafiaron abierta y descaradamente la autoridad que Dios les había concedido a Moisés y a Aarón.



Quiebre de la unidad.
Coré y Datán rompieron la unidad del pueblo.



Vivimos en un mundo que cuestiona la autoridad y se manifiesta suspicaz en cuanto a los motivos de los líderes. Sobre todo al vivir tiempos de corrupción en las autoridades seculares, y cuando se descubren casos de depravación y perversión en hombres de iglesia. Pareciera que nada puede asegurarnos que quien ejerza autoridad sea plenamente honesto y siempre hay sospechas sobre esa persona. Sólo nos queda confiar que los líderes que sostenemos son los auténticos ministros ungidos por el Espíritu Santo.



Levantarse contra los líderes puestos por Dios es pecado y además algo inútil. Si Dios les ha ungido nada ni nadie prevalecerá contra ellos.



¿Qué hacer cuando los dirigentes escogidos por Dios caen en falta? No es nuestro tema ahora, pero hay mecanismos que el Señor usa para advertirles o reprenderlos, mecanismos que no deben atentar a la unidad del Cuerpo. Recordemos como David rehusó matar a Saúl cuando tuvo la oportunidad de hacerlo; como Saúl admitió su error de intentar matar a David (1 Samuel 26:1-25). Años después, cuando David pecó, el profeta Natán contó una historia que ayudó a que el rey se convenciera de su malvada acción (2 Samuel 12:1-13). En el Nuevo Testamento, Pedro negó a Jesús tres veces. El Maestro dio a Pedro tres oportunidades para que reconfirmara su fe en Él (San Mateo 26:69-75) La misericordia y el perdón siempre será la mejor norma de conducta para con quienes tienen un auténtico deseo de servir a Dios en el ministerio.



El tema tratado tiene que ver con las motivaciones, aquello que me impulsa a hacer algo. En este caso lo que me atrae o lleva hacia el ministerio. Puede ser la ambición personal de adquirir un cargo por prestigio o por dinero u otra razón no espiritual. O bien puede ser el verdadero llamado y vocación que el Señor pone en algunos hombres y mujeres de Su Iglesia: el llamado al ministerio, el llamado a ser ministros de Su Palabra, con una misión específica, sean estos apóstoles, profetas, evangelistas, pastores o maestros.



La disciplina al pueblo de Dios en la muerte de Coré y sus hombres es una demostración de que el Señor conoce los actos libres de los hombres pero castiga el mal.



5) Dios conoce todos los hechos en su relación con los otros hechos.



Jehová sabe todo lo que sucede y como está relacionado un hecho con otro. En su peregrinación por el desierto, el pueblo de Dios y todos los pueblos de la tierra son observados por el Señor (Deuteronomio 2:1-8)



El Señor entregó la Tierra de Promisión al pueblo de Israel no por que ellos hicieran justicia ni por rectitud de corazón, sino por castigo a esas naciones y para que se cumpliera la promesa de Él (Deuteronomio 9:1-5)



6) Toda forma de verdad y todo orden de inteligencia tiene su cimiento en la voluntad racional de Dios.
Como el Señor conoce que el ser humano está inclinado a la avaricia, la lujuria, la soberbia y todos los pecados capitales, previó que querría tener rey, imitando a las otras naciones, entonces le dio instrucciones acerca de lo que ese gobernante debería hacer. Se estaba adelantando cuatro siglos. Moisés nos está hablando alrededor del año 1400 a. de C. y el primer rey, Saúl, gobierna a partir del año 1043 a. de C. (Deuteronomio 17:14-20)



Dios bendice la obediencia. Él fundó su relación con el ser humano en el principio de autoridad; por eso en el Nuevo Testamento habla de un Reino. En el Antiguo Pacto esa obediencia es por temor al castigo, en el Nuevo Pacto es por amor a Él. La voluntad racional de Dios es que seamos felices viviendo bajo Sus principios, los cuales se pueden vislumbrar en el Decálogo (Deuteronomio 28:1-6)



Sólo Jehová sabe por qué no permitió a Moisés pisar la Tierra Prometida. El Omnisapiente decidió que hasta allí llegaba la misión del gran patriarca (Deuteronomio 34:1-8)



PARA REFLEXIONAR:
1) Examine cada día de la semana uno de los siguientes textos de la Sagrada Escritura: Job 11:11; Salmos 68:5; Salmos 147:4; Proverbios 15:11; San Lucas 12:7; Hebreos 4:12; Hebreos 4:13.
2) ¿Cree usted que hay corrupción y depravación en las iglesias, ministerios y comunidades cristianas? Sea franco y expréselo sin temor. Ore por esta condición del pueblo de Dios.
3) ¿Cree usted que el Señor fue justo con el pueblo de Israel? ¿Procederá Dios del mismo modo hoy día?
4) ¿Cuál cree usted que son los obstáculos o malas condiciones nuestras para poder alcanzar la visión de Dios en esta generación?
5) ¿Cree usted que vivimos en tiempos de perversión? ¿Es nuestra sociedad depravada y perversa?
Confrontemos la personalidad de Caleb con nosotros.



BIBLIOGRAFÍA.
1) Walter Thomas Conner, "Doctrina Cristiana"; Casa Bautista de Publicaciones, USA, 1962.
2) Página web de Iglesia Misionera Evangélica Ebenezer Central
http://www.ebenezervalledupar.com/article.php3?id_article=128
3) http://es.wikipedia.org/wiki/Omnisciencia
4) "La Santa Biblia", © Sociedades Bíblicas Unidas 1960, Versión tomada del sitio: http://www.gentle.org/biblia/
5) Programa de Lectura de la Biblia
http://www.unidamex.org.mx/Lectura_biblica/Numeros/Numeros16.htm
6) "Judas: Contendiendo por la Fe", Ray C. Stedman
http://www.pbc.org/library/files/html/0266sp.html
7) A Rivera (Pastor) Igl. M.M.M. en San Jose, Toa Baja, P.R., 2004 http://www.freewebs.com/mmmpr/core.htm

2 comentarios:

Paulo Catanzaro dijo...

En el punto 1)
...La profecía da cuenta de ese conocimiento "adelantado" de Dios (Génesis 3:14-16)...
Que quiere decir el conocimiento adelantado, porque lei la historia completa y desde el gn 3:8 hasta el versiculo 13. Dios pregunta varias cosas como si no supiera o no estuviera al tanto de la situacion. ¿Donde estas tu?;¿QUien te enseño que estabas desnudo?;¿Has comido del arbol que yo te mande no comiesees? ¿Que es lo que has hecho?
Si hace estas preguntas esta optando por un perfil semejante al de alguien lejano a un ser omniciente.

Iván Tapia Contardo dijo...

Estimado hermano:
Cuando nuestro artículo dice que La profecía da cuenta de ese conocimiento “adelantado” de Dios, se escribe la palabra adelantado entre comillas porque, desde el punto de vista humano, Dios se está adelantando en el conocimiento de los hechos, pero obviamente desde Su perspectiva eterna para Él son hechos ya consumados. Es decir que lo que para nosotros es profecía para Él ya es una realidad, pues Él está por sobre el tiempo humano.

Este pasaje de la Biblia, Génesis 3:14-15, el cual se ha nominado en la Teología como “protoevangelio” (del griego πρωτο-, primero; y evangelio, buena nueva) o primer evangelio, profetiza lo siguiente: a) enemistad entre Satanás y un hijo de mujer; b) esta simiente o hijo de la mujer aplastará a Satanás; y c) Satanás herirá al Hijo como una serpiente que muerde el talón o calcañar de alguien. En la cruz fue herido el hijo de María, Jesucristo; más Éste aplastó a Satanás que es la cabeza de todas las huestes de maldad que está en enemistad con Dios y atacaron la raza humana.

En cuanto a sus reflexiones y dudas sobre el concepto de omnisciencia de Dios en los textos de Génesis 3:8-13, cuando Jehová hace tales preguntas no las hace como quien ignora lo que Adán y Eva han cometido, sino como un Padre que se da cuenta de la desobediencia de sus hijos y los está llamando a reprensión. No es un Padre ignorante de los pecados de sus vástagos sino un Dios Omnisciente que sabe lo que esas criaturas han hecho y sólo desea destacar su mal comportamiento. Algo similar es lo que los papás decimos a nuestros niños cuando ellos dicen una mentira y nos damos perfecta cuenta, por la expresión de sus rostros y su mirada huidiza, que ellos quieren engañarnos: ¿Me estás mintiendo? En cierto modo usted tiene razón y podríamos pensar que Dios en el Paraíso opta por una comunicación al nivel humano, poniéndose a la altura de seres que no poseen la omnisciencia Divina, cosa que hará siglos después en la Persona de Jesucristo, quien “6 … siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Filipenses 2:6-8)

Espero haber satisfecho sus dudas y le felicito por reflexionar en la Palabra de Dios. Fraternalmente,
Pastor Iván Tapia